IGLESIA
Deterioro, el grave 'pecado' que se apodera de La Ermita
Humedades, maleza, grafitis y daños en los vitrales, son algunos de los signos de deterioro del templo que ha sido postal de Cali.
A La Ermita, el ícono religioso de Cali por excelencia, más que el vandalismo la están golpeando el descuido y el paso de los años.
Este templo, además de ser víctima de un frustrado robo el pasado miércoles que dejó como saldo el daño de dos de sus vitrales hechos a mano en Amsterdam, también padece un sinnúmero de grietas en sus columnas, goteras, grafitis, maleza que se abre paso en la fachada y averías en sus elementos de mampostería que amenazan con caer en cualquier momento.
Ramón Elías Gómez, párroco de La Ermita, dice que la última vez que se le dio una capa de pintura al templo fue hace más de veinte años. En muchos puntos de la fachada y el interior de esta iglesia reconstruida el 21 de abril de 1942, las manchas y el esmalte gris y blanco resquebrajado parecen darle la razón al religioso.
Las goteras son otro de los dolores que tiene este centro de oración, pues según el encargado de mantenimiento de La Ermita, Alex Rivas, hay al menos diez filtraciones. “Hay sectores de la iglesia que se inundan cuando llueve mucho, sobre todo tras bastidores, pero hay feligreses que a veces les salpica el agua en la cabeza o pisan los charcos que se forman en las zonas laterales de la iglesia”, asegura Rivas, quien advierte que en algunas paredes y columnas de La Ermita se están formando bombas y manchas cafés que denotan la afectación o están acabando con sus acabados dorados de estilo gótico.
Ya se cumplen tres meses desde que los cuatro relojes de La Ermita empezaron a marcar la misma hora: 4:31. Esto fue culpa de un rayo, cuenta el padre Gómez, pues en medio de un aguacero cayó un relámpago sobre el campanario que afectó el funcionamiento del temporizador que hace rotar las manecillas y, de paso, hacer sonar las seis campanas, elaboradas en 1936 en Francia por Armand Blanchet.
Claman por una intervención
Para devolverle el brillo que ha hecho a este bien de interés cultural tipo 1 la postal de la ciudad, el padre Gómez inició una cruzada con la que se buscan restaurar las principales averías que tiene.
“La próxima semana un grupo de arquitectos de la Universidad del Valle entregará un estudio de valoración de la infraestructura, las intervenciones que se requieren hacer y el presupuesto que se necesita. En un primer momento, se dijo que solo el costo de la pintura, impermeabilización y solución de goteras de la Iglesia tiene un costo de $600 millones; sin embargo, se están valorando otros aspectos como la iluminación y el estado del edificio, por lo que la reparación del monumento rondaría los $1500 millones”, dijo el clérigo, quien remarcó que la intervención también busca atender las campanas, el reloj, los vitrales y el mármol.
Gómez indicó que para llevar a cabo la intervención del templo es necesaria el aporte de fondos por parte del Municipio, empresas y personas naturales que quieran aportar a la restauración.
“Ya hablamos con el alcalde Armitage y dijo que iba a ayudar en la intervención, lo mismo manifestaron la senadora Susana Correa y el concejal Roberto Rodríguez, lo mismo dijeron un par de empresarios. Sin embargo, queremos que la gente se una a la campaña para restaurar La Ermita, porque en su época esta iglesia se forjó con el esfuerzo de los vallecaucanos y debe ser recuperada cuanto antes”, dijo Gómez.
Alberto Escovar, director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, señaló que el Plan Especial de Manejo y Protección del centro de la ciudad definió que La Ermita debe tener el mayor grado de conservación. “Debe hacerse un proyecto de restauración que comprenda levantamiento arquitectónico, reseña histórica, los problemas del inmueble y mirar si es sismo resistente; esto debe enviarse al Mincultura para ser considerado y aprobado. Nosotros podríamos conformar una comisión con la iglesia, para evaluar la posibilidad de un apoyo económico, pero primero debemos estudiar el proyecto”.
Para aportes
- La restauración de La Ermita, en el centro de Cali, se realizará en compañía de la fundación Mártir Isaías Duarte Cancino.
- Las donaciones se pueden realizar a través de la cuenta corriente número 648488919, a nombre de dicha fundación.
- Info: 8818553.