FERIA DE CALI
El duro 'jalón de orejas' de los bailarines de Salsa a los caleños por el Salsódromo
Los artistas apoyaron la medidas de seguridad dispuestas por la Alcaldía y reiteraron que el dinero recaudado ha ayudado a potencializar la cultura de la salsa caleña.
Una dura crítica a los ciudadanos y dirigentes políticos que han difundido en redes sociales informaciones falsas o inexactas en contra de la organización del Salsódromo, hicieron los artistas que participan en ese tradicional desfile con el que se abre la Feria de Cali.
Algunos de los más representativos directores, coreógrafos, escenógrafos y bailarines que tienen a su cargo la realización del desfile, expresaron su voz de protesta por la forma en que se ha "satanizado un evento que dignifica nuestra condición y nuestra profesión como no lo había hecho ningún otro en Cali".
Y, al mismo tiempo, manifestaron su respaldo a las decisiones que ha tomado la Administración Municipal para garantizar la realización del desfile del 25 de diciembre, y especialmente el cerramiento perimetral y el cobro de boletería para la zona de graderías.
"¡Estamos cansados todos! ¡Estamos mamados de todo esto!", sentencia Luis Eduardo Hernández, más conocido como 'El Mulato', director de la escuela de baile Swing Latino, cuando se le consulta por la polémica que hoy busca empañar la tradicional Feria de Cali.
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Su reacción ofuscada se debe a que, según él, "sobre el cerramiento para desfiles de la Feria ha habido mucha desinformación y la ciudadanía ha caído en el juego de opinar sin tener presente otros factores que rodean al Salsódromo".
"Justo ahora, cuando ya estamos logrando posicionar un evento que realmente exalta al bailarín, y en el que se le paga adecuadamente por su trabajo, vienen a quejarse por una cosa como el cerramiento, que se viene haciendo hace diez años. (...) Por eso creo que debemos irnos de la ciudad, porque la gente no nos quiere, no valora nuestro trabajo", dice 'El Mulato' con un alto grado de molestia ante lo ocurrido en los últimos días.
Su respuesta se fundamenta en los constantes ataques provenientes desde las redes sociales, que han tachado la Feria de excluyente e incluso han motivado acciones violentas en contra de este evento.
Al ser preguntado sobre si el cerramiento de la zona de desfiles es necesario para garantizar la seguridad, el artista sostiene:
"¿Usted se imagina donde no tapen eso? ¿La gente pasando por debajo o tratando de cruzarse de una gradería a otra? ¿Y nosotros en pleno desfile y que se nos atraviese alguien ahí, o que mueva un cable? ¿O que llegue alguien a tocar las partes íntimas de las bailarinas? Hay cualquier cantidad de cosas graves que pueden ocurrir en una atmósfera como la que hay en el Salsódromo, pero la gente no entiende eso, solo replican insultos y creen que hacer un evento de semejante magnitud es como soplar y hacer botellas", agrega.
'El Mulato' agrega que el proceso que se ha seguido durante los últimos diez años en Cali con el Salsódromo les ha abierto a los bailarines de salsa una oportunidad histórica para cambiar su futuro a partir del arte.
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"Todos los bailarines estamos de acuerdo y apoyamos totalmente a la gerente de Corfecali en esta decisión que se tomó junto con el Alcalde de Cali. Estamos de acuerdo, sobretodo, por la seguridad de nosotros mismos mientras estemos desfilando", comenta.
Y anunció que, si es necesario, todos los colectivos del baile de la Salsa saldrán a las calles a defender públicamente el proceso cultural del Salsódromo y la organización del mismo en la forma en que se ha venido desarrollando.
Por su parte, Camilo Zamora, el bailarín de salsa que cumple desde hace varios años el rol de abanderado del Salsódromo, sostuvo que el debate sobre si el Salsódromo debe ser totalmente gratuito no pasa solo por el análisis de factores económicos, sino también por discusiones más profundas, como la de la cultura ciudadana de los caleños.
"En el año en que el Salsódromo fue gratis a mí me echaban espuma sin importar cuánto trabajo había detrás de mi performance y mi vestido. Siendo abanderado, iba acalorado y con 50 kilos de peso encima, pero a la gente no le importaba maltratarme. Al año siguiente empezaron a cobrar y la cosa cambió a pétalos de rosas y confetti", relata Zamora.
Edwin Chica, integrante de la dirección artística del Salsódromo, gestor cultural y director de la Escuela Salsa Viva & Tango Vivo, sostiene que "es muy triste que miles de caleños desinformados se estén prestando para hacerle el juego a gente malintencionada que solo quiere destruir el único evento público que les genera a las escuelas de salsa el ingreso necesario para sostenerse, y el único en el que se reconoce debidamente nuestra dignidad como artistas".
"Aquí se vienen diciendo muchas mentiras, entre ellas que a las escuelas de bailarines no les pagan, y eso es absolutamente falso. Todos recibimos unos honorarios acordados con el gremio, y además se nos entregan boletas para que las familias de los bailarines puedan asistir", agrega.
Asegura, además, que todo el proceso que se ha seguido para perfeccionar el Salsódromo es muy positivo.
"Desde las coreografías este año hemos tratado toda la parte integral para evitar el desgaste físico de los bailarines. Pero ahora se desata esta polémica, en la que no se tiene en cuenta el tema de nuestra seguridad; los que comentan en redes sociales no saben que nosotros hemos sido muy maltratados en algunas zonas gratuitas del Salsódromo, sobretodo con agua, espuma e insultos. Da mucha tristeza que un trabajo que llevamos haciendo con tanto esfuerzo se vea empañado por temas ajenos y opiniones sin fundamento", acota.
Pero además, los bailarines denunciaron que han sido objeto de fuertes ataques en las redes sociales, por atreverse a defender el desfile.
El pasado lunes, Viviana Vargas, bailarina desde hace 16 años, directora de la escuela Stilo & Sabor, integrante del elenco del espectáculo Delirio y dos veces campeona mundial de salsa, publicó en Facebook un mensaje que decía:
"Como bailarina y directora de escuela debo decir que las vallas son estrictamente para la seguridad del espectáculo. Una gradería con acceso a público por debajo o por los lados es un peligro. Se tienen disponibles 8.000 metros cuadrados para el público que no tenga boleta. Esto traduce un total de 32.000 espectadores totalmente gratis. Infortunadamente, en los espacios gratuitos es donde estamos más expuestos como artistas a insultos de toda clase. También somos blanco de las bolsas de agua y espuma. Es un evento demasiado grande, el cual no es posible financiar con plata de los impuestos. Esta es una de las pocas buenas contrataciones que tenemos los artistas al año, en la cual no nos piden rebaja como piden todo el año"
Pero este martes, la artista reveló que recibió una avalancha de insultos públicos por atreverse a manifestar su opinión sobre el tema.
"Algunos de ellos fue más o menos así: "Quien te creés vos, si lo único que haces es mover las patas como una avestruz". Otras señoras me dijeron "estúpida" y "desgraciada". Y una más me dijo que no tenía educación", relató la bailarina.
"Hoy, casi 24 horas después de todo lo que me escribieron, me siento en la sala de mi casa y me doy cuenta que esto me duele porque yo creo en Cali; me duele porque trabajo por Cali; me duele porque no puedo creer aún que haya tanta rabia producida por la desinformación; me duele porque no puedo creer que estemos alistando un desfile con tanto amor desde hace casi 6 meses y ahora salgan unos iluminados a opinar y a querer destruirlo".
El folclorista, bailarín y productor escénico Luis Alberto Sevillano, ex integrante de la dirección artística del Salsódromo, dijo por su parte que un eventual Salsódromo gratis "no le sirve a nadie, no le sirve a la ciudad, ni a los artistas, ni a la industria cultural de Cali, y no le sirve por una razón: porque una buena parte de reposicionar a la ciudad es venir a ver salsa y eso mueve, porque se quiere venir a ver a los mejores bailarines del mundo, lo cual solo se puede generar con unas medidas de seguridad que permitan su desarrollo".
Frente a los planteamientos de los bailarines, David Lerma, productor general del desfile, ratifica la explicación técnica que Corfecali ha entregado sobre la necesidad del cerramiento.
"El cerramiento en la Feria permite dos cosas; la primera, privacidad en la zona de camerinos, que le entrega una zona de confort a los bailarines, músicos y artistas participantes de los eventos; y la segunda, permite seguridad de los artistas y del público mismo".
Pero concluye con una reflexión sobre las lecciones que los más de dos mil artistas participantes del Salsódromo dan al resto de los habitantes de la ciudad.
"Para cualquier bailarín de salsa de Cali, el Salsódromo tiene un significado mucho más relevante que el que le da la mayoría del público asistente. Desfilar en el Salsódromo es mucho más que un trabajo. Es un premio al esfuerzo, al mérito, al talento. Y, por encima de todo, es el mayor acto de reivindicación del orgullo caleño que un artista puede hacer. Todos deberíamos aprender de los bailarines, de su entrega y su amor por Cali. Porque muchas cosas se pueden mejorar en este proceso del Salsódromo. Pero salir a destruirlo por un debate sobre unas vallas que se instalan por seguridad desde hace mucho tiempo, replicando desinformación y mentiras, es como traicionar a Cali".