"Buscaremos la verdad de las víctimas": Francisco de Roux

Sorprendido y emocionado se mostró el sacerdote jesuita Francisco De Roux por su designación como presidente de la Comisión de la Verdad, que se ocupará de explicar las razones por las que Colombia se sumió durante más de medio siglo en un conflicto que ha dejado millones de muertos y cientos de miles de desplazados.

“Me acabo de enterar”, dijo el padre que trabaja desde muchos años en temas de derechos humanos y afirmó no recibir este encargo como una dignidad, sino como un servicio muy difícil y riesgoso en el que procurará, junto con los demás miembros, ser lo más acertado posible y contribuir a la construcción de la paz en el país.

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¿Cómo recibió la designación como presidente de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición (CEV)?

Quiero expresar mi agradecimiento con la Comisión de Escogencia, que me dio este gesto de confianza. Es una satisfacción, porque del grupo de personas cualquiera podría obtener la presidencia. Ellos decidieron que sea yo quien asuma esa responsabilidad.

Les espera mucho trabajo...
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Sé que esto es muy difícil, pero por el bien máximo de la paz, yo sé que todos los seleccionados asumiremos esta responsabilidad con mucho gusto.

¿Qué pueden esperar los colombianos de esta Comisión de la Verdad?
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Estoy convencido de que la Comisión tiene que recoger la verdad de lo que ha pasado en el país.

¿Cuál será su papel como presidente?
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Como todos los miembros de la Comisión, buscaremos la verdad de las víctimas, la profundidad del dolor y el sufrimiento que ha corrido por todas partes y por todos los rincones, en todos los grupos sociales y todos los estamentos de la sociedad.

Es un trabajo de 24 horas y de muchos viajes por todo el país...
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Sí. Creo que no hay lugar en el país ni quién en su familia, amigos u organizaciones no haya sido golpeado por esta realidad tan difícil por la que hemos pasado.

¿Qué llamado hace para cuando empiece a funcionar la Comisión?
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Espero que las personas que se sientan responsables por las cosas acontecidas puedan participar en este proceso.

¿Para qué sirve una Comisión de la Verdad?
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Le respondo de la siguiente manera: Esta no es una Comisión de la Verdad para incentivar odios ni para profundizar venganzas ni para señalar culpables. La Comisión no está para eso.

Pero muchas personas sí creen que de acá debe salir juicios y condenas...

No. La Comisión está para invitarnos a una comprensión colectiva de qué fue lo que realmente nos pasó y por qué llegamos a la barbarie en que se vio metido el país profundamente. Es importante que entendamos la manera cómo, juntos, podemos, en un escenario de reconciliación, buscar una salida colectiva y seria, donde la verdad sea verdad y se consideren con seriedad las cosas y las responsabilidades de unos y otros.

¿Y qué decirles a estas personas?
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Los juicios jurídicos los hará la Justicia Especial para la Paz. Esta Comisión no es para eso, nosotros no somos jueces, somos trabajadores por la verdad.

¿Por no tener alcances judiciales, cree que los sectores civiles y las empresas se motivarán a participar en esta Comisión?
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Espero que la Comisión tenga la capacidad y la grandeza para ofrecer un contenedor, donde quienes se sientan responsables se expresen con toda tranquilidad y libertad y sean acogidos con respeto, eso sí con toda franqueza y verdad, de una manera constructiva. Ojalá seamos capaces de construirla.

¿Planes o expectativas puntuales para realizar con la Comisión?
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Espero, con el equipo, trabajar muy a fondo, poder hacer una construcción colectiva de lo que hemos vivido y que podamos recorrer todo el país, ir a todas partes para poder hablar con todas las víctimas y con quienes se vieron involucrados en el conflicto. Y poder producir un documento que abrace a todo el mundo y nos ayude a tener una comprensión constructiva acerca de lo que tenemos que hacer con Colombia.

¿La Comisión está pensada para delitos de las Farc exclusivamente?

Para la totalidad del conflicto que ha habido en Colombia. Vamos a mirar todo lo que ha pasado en más de 50 años de conflicto tan doloroso, en todos los lados.

¿Cree que estar arrancando labores en plena campaña política puede afectar la Comisión o las expectativas que la gente tiene de sus resultados?

Me imagino que vamos a caer en el ojo del huracán, pero no me preocupa. Inevitablemente, la campaña electoral es así. Hay que entender que el país está viviendo un trauma social y cultural muy profundo que nos polariza, pero es claro que la Comisión debe trabajar en el país real. ¿La verdad? El que me ataquen o nos digan cosas, no me preocupa. Del enemigo el consejo, dice el refrán castellano. Ojalá aprendamos de los que nos atacan.