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EDUCACIÓN

Estas son las debilidades del programa del Gobierno 'Ser pilo paga'

A tres años de la iniciativa que les paga la carrera a bachilleres de pocos recursos del país, rectores de universidades públicas y privadas y una estudiante beneficiada, proponen ajustes para mejorar.

30 de julio de 2017 Por: María  Teresa Arboleda Grajales, reportera de El País
En abril de este año, el presidente Juan Manuel Santos aseguró que se buscará incrementar a 40.000 los beneficiarios del programa. | Foto: Especial para El País

Se están cumpliendo tres años desde que el presidente Juan Manuel Santos dio inicio a ‘Ser pilo paga’, SPP, uno de los programas bandera de su gobierno y que está dirigido a bachilleres que obtengan un destacado puntaje en las Pruebas Saber 11 y pertenezcan al Sisbén, quienes pueden ingresar a cualquier universidad pública o privada del país, que cuente con acreditación de alta calidad.

Dicho programa empezó en 2014 , y actualmente recibe críticas de los involucrados, incluso, de los propios estudiantes beneficiarios.

Es el caso de Alba Judith Ortega Cajibioy, quien reconoce que SPP “tiene las mejores intenciones y me ha ayudado con la financiación de la carrera y con el sostenimiento para pagar los gastos del semestre”. Sin embargo, la joven de 18 años, quien cursa tercer semestre de estudios políticos y resolución de conflictos en la Universidad del Valle, hace reparos al programa. “Al igual que muchos pilos, estoy en desacuerdo con la información que ha tenido el programa a nivel nacional.

“Se cree que es una beca, cuando en realidad es un crédito-beca (crédito condonable), y si no se tiene claro, puede acarrear consecuencias a futuro. Y lo que comenzó como una ayuda para el bachiller con menos recursos, se puede convertir en un calvario. “Porque si el pilo no acaba en los semestres que determina la carrera, deberá devolver todo lo que el Icetex le prestó y si estudió en una universidad privada, en la que cada semestre vale $8 o $9 millones, la deuda sería más de $70 a $80 millones. Quedaría endeudado prácticamente de por vida”.

No es equitativo

El rector de la Universidad del Valle, Édgar Varela Barrios, aclaró que ni él “ni la mayoría de rectores estamos en contra de que se le entreguen becas a personas de estratos populares que tengan buenos puntajes y sean merecedoras de apoyo de distinto tipo, incluyendo SPP”.

Sus reparos radican en la forma como ha sido financiado el programa, ya que “se tomaron recursos que antes estaban dirigidos a las universidades públicas, a través del antiguo impuesto Cree, los cuales empezaron a ser disminuidos. Si el Gobierno quiere financiar becas para las universidades privadas, tiene todo el derecho, siempre y cuando no sea con recursos que fueron pensados para las públicas, lo cual no tiene sentido”.

Agregó que “hoy el 30 % de esos recursos van a las del Estado y el 70 %, que antes era asignado a nosotros, se le asigna a las privadas”.
Igual opinó su homólogo de la Universidad de Antioquia, Mauricio Alviar Ramírez, quien destacó la buena relación que tienen entre directivos de los dos tipos de instituciones de educación superior, por lo que dijo que no se trata de generar conflictos, pero no es sano que exista esta desigualdad en cuanto a los recursos que reciben unos y otros.

Con este punto no estuvo de acuerdo el rector de la Universidad Javeriana Cali, padre Luis Felipe Gómez Restrepo, quien afirmó que “en el apoyo que el Estado ha dado a las universidades del Presupuesto General de la Nación y de los créditos de Findeter, el volumen de recursos de las universidades públicas no se ha visto decrecer, sino que ha aumentado significativamente en los últimos años”.

De otro lado, la falta de igualdad en la recepción de estudiantes también preocupa, pues “hoy el 84 % de los cupos están en las universidades privadas, y solo un 14 o 16 % en las públicas. Por una razón elemental, y es que los pilos que entran a las privadas lo hacen con puntajes más bajos, porque no tienen la competencia tan fuerte por los cupos que existe en las instituciones del Estado”, expresó el rector de Univalle.

Sobre la cantidad de pilos en esta alma máter, dijo que son muy bajos, 580 entre las tres cohortes que van hasta ahora, sobre un total de 28.000 estudiantes. Recordó que en la Universidad Nacional hay unos 1800, en una población de 50.000. “Como se puede observar, las públicas no somos las más receptoras de pilos, pero no porque no queramos admitirlos”.

Por su parte, el rector de la Universidad del Cauca, José Luis Diago Franco, manifestó que “el programa no soluciona nuestro déficit presupuestal, dado que tenemos 140 estudiantes con matrículas de menos de $1 millón año por estudiante, frente a los ingresos de los privados que están cercanos a los $25 millones año por estudiante.

El rector de Univalle anunció que en agosto, varios rectores de universidades del país tienen previsto reunirse con el Gobierno para proponer una fórmula que resuelva muchas de sus críticas.


Las privadas reciben más recursos

También hay inconformidad por el dinero que reciben los centros de educación superior. Varela Barrios sostuvo que hay una discriminación muy grande, porque a las privadas el Gobierno les paga la matrícula que cobran, pero a las del Estado, les asigna una cantidad que se establece bajo un concepto técnico. “Le doy un ejemplo de Univalle: hoy un semestre de un pilo vale $6.400.000, que es lo que nos consignan el Gobierno, pero en una privada, puede costar entre $8 y $18 millones por semestre”.

El directivo también cuestionó la cobertura de SPP, que abarca solo un
5 % de los estudiantes, por lo que no tiene un impacto muy fuerte. Mencionó que “cuando se complete, al final de este año, contará con unos 44.000 estudiantes y ya se cierra, porque el propio Ministro de Hacienda dijo que ese era el techo máximo de admisión del programa”.
El País contactó durante dos semanas al Ministerio de Educación Nacional para conocer su opinión frente a las inquietudes del programa SPP, pero no obtuvo respuesta.

De otro lado, el rector de Unicauca, José Luis Diago Franco, señaló que “una mejor financiación de la educación superior pública, que permita garantizar los estándares de alta calidad de las instituciones, así como de todos los programas académicos, harían innecesario el programa ‘Ser pilo Paga’”.

¿Cómo mejorar Ser Pilo Paga?

Édgar Varela B., de Univalle: Hay que hacer las convocatorias de estudiantes por separado, tanto para el universo de las universidades privadas, como para el de las públicas, con reglas muy distintas, incluso el puntaje que deben obtener los pilos no puede ser uno solo para todo el país, pues no se reconocen las diferencias de cada región ni de cada institución educativa. 

Se debe diseñar una fórmula en la que cada año se focalice la convocatoria en áreas con mayor déficit. Por ejemplo, hacer cohortes que hagan énfasis en agricultura, desarrollo rural y medio ambiente, articulados al posconflicto, con cupos para las universidades que estamos en las zonas donde más influjo tuvieron las Farc. Otras carreras que hay que promover son las ingenierías y las licenciaturas.

Luis Felipe Gómez R., de la Universidad Javeriana Cali: SPP debe volverse una Política de Estado, es decir, constante y creciente en el país. Y a medida que se dan mayores recursos a la educación debe lograr mayor universalización para que llegue a más gente.

También, que el beneficiario en algo pueda retribuirle al sistema una vez empiece a generar ingresos en el futuro. Está comprobado que la educación superior se convierte en un factor de cualificación de la persona, que le mejora sus ingresos. Entonces, que dicho egresado le devuelva algo al Estado de los ingresos que va a tener.

En la operación de SPP, muchas universidades, en particular las privadas, han demostrado mucha creatividad en acompañamiento para garantizar las condiciones de éxito de los estudiantes. Esto debe volverse parte del programa.

Alba Judith Ortega, estudiante beneficiada: Las universidades públicas deben mostrar más interés para atraer a los pilos. Algo que les sobra a las privadas, que los han confundido a la hora de tomar la decisión, incitándolos a ser parte de ellas con las mejores propuestas, muchas veces utilizando el sentimentalismo de un mejor futuro en estas entidades.

Mauricio Alviar Ramírez, de la Universidad de Antioquia: Nos corresponde a las públicas analizar cómo hacemos más atractiva la llegada de los pilos a nuestras instituciones, que cuentan con programas de altísima calidad, igual o superior que los de algunas universidades privadas.

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