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El presidente de China, Xi Jinping, destacó los logros de su país y de Colombia en 40 años de relaciones diplomáticas, en la ceremonia de recibimiento de su homólogo, Iván Duque, en Beijing, China. | Foto: Foto: especial de la Presidencia de la República / El País

VENEZUELA

Política exterior de Colombia, con la mira puesta en las 'potencias'

La política exterior tiene sus luces en contactos con países como China, y sombras como su tensa relación con Venezuela.

4 de agosto de 2019 Por: Redacción de El País 

Pese a las críticas por los 18 viajes que el presidente Iván Duque ha realizado al exterior en su primer año de gobierno, analistas los califican como necesarios para la diplomacia colombiana.

José Rodrigo Núñez Montes, docente investigador y catedrático de Derecho Internacional de la Universidad Santiago de Cali (USC), destaca que la agenda diplomática del presidente Duque ha estado guiada “por una objetividad de aproximaciones y llegada a todo el contexto de naciones y organizaciones asociadas con la política de Colombia”.

De hecho, el Primer Mandatario de los colombianos ha realizado dos visitas a los Estados Unidos, una oficial a Washington y otra para su intervención en la Asamblea General de la ONU, además de las visitas a la Unión Europea (UE) y la más reciente a la República Popular China.

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Núñez Montes explica que varias visitas a la Unión Europea han tenido como objetivo buscar y consolidar relaciones para el proceso de paz. “Lo que ha hecho es reafirmar permanentemente que sigue la voluntad de buscar el apoyo en Europa, para los distintos programas que se derivan del proceso de paz; así demuestra una demarcación de seguir con esa agenda”, sostiene el docente de la USC.

Duque ha manifestado ante la UE seguir contando con su apoyo para implementar el acuerdo de paz. “Es una relación muy objetiva, respecto de ese tema”, afirma Núñez Montes.

Sobre las relaciones con los Estados Unidos, dice que han sido para dar un aseguramiento a las políticas de prevención y tratamiento en la lucha contra las drogas y el narcotráfico. “Han sido para solidificar y manifestar el alineamiento que tiene Colombia con la lucha contra el narcotráfico internacional; es una reiteración de que esa política hay que hacerla”, dice Núñez Montes.

Sin embargo, Holbein Giraldo Paredes, docente de la Universidad del Valle, seccional Palmira, y Universidad Libre, opina que el presidente Duque esperaba tener en los Estados Unidos, un aliado, por la afinidad ideológica de ambos gobiernos, “pero lo que hemos notado este año es que ha habido fuertes tensiones en las relaciones Colombia-Estados Unidos”.

La relación Iván Duque - Donald Trump ha sido tensionante, dice Giraldo Paredes, en la medida en que el presidente estadounidense ha cuestionado fuertemente a su homólogo colombiano, al denunciar que desde que Duque está en la Presidencia, el tráfico de drogas hacia los Estados Unidos ha aumentado.

Esa crítica permanente de Trump ha distanciado las relaciones Colombia-Estados Unidos (Duque-Trump), dice Giraldo Paredes, en la medida en que el gobierno colombiano ha sido fuertemente cuestionado por el de los Estados Unidos.

“Duque esperaba mucho apoyo, pero lo cierto es que el tema de las drogas y la lectura que hace Trump y sus cuestionamientos, hacen que las relaciones no sean las mejores, al punto de que el mismo Duque ha dado respuesta a esa inquietud, como lo hizo al declarar que su gobierno no es un gobierno de relaciones internacionales serviles y que a quien hay que darle cuentas del tema del tráfico de drogas es al pueblo colombiano”.

De alguna manera, en la intervención en la Asamblea de la ONU, Duque explica las condiciones coyunturales y críticas que tiene el país no solo por el desarrollo del proceso de paz, sino por las metas que hay de justicia y desarrollo de las comunidades, agrega Núñez Montes.

Las otras visitas a Europa han tenido un objeto de tipo mercantil, en el que Duque va como promotor de las relaciones para el comercio, ya que Europa sigue siendo la tercera economía del planeta, después de China y Estados Unidos, todas importantes para Colombia.

La reciente visita que hizo a la República China, “es eminentemente técnica, para el intercambio comercial”, dice Núñez.

“Todo esto denota que Colombia trata de mantener una autonomía con distintos actores de la economía global, así que nos interesa tanto China, como Estados Unidos y Europa con sus organizaciones, y obviamente las relaciones con la ONU”, comenta.

Incluso, sugiere que Duque se puede separar en muchos aspectos de lo que fueron las iniciativas del partido que le dio su apoyo para llegar a la Presidencia de la República, el Centro Democrático (CD).

“Por ejemplo, hoy está buscando mercados en China, una potencia eminentemente comercial, de inversión de capital, con una economía muy desarrollada y sería inaudito que no estuviera buscando más acercamientos con China o con las potencias de Asia; es de esperarse que se sigan buscando más acercamientos con Corea y Japón, que hacen parte de la agenda del Oriente”, justifica Núñez.

Y se está a la expectativa de que se fortalezca la agenda del Pacífico, en lo que no se ha avanzado mucho, en visibilidad y en recuperar la presencia de Colombia en la cuenca del Pacífico. “La tarea que se hizo en la administración anterior merece ser evaluada y sopesada”, dice.

No obstante, para Giraldo Paredes, los lunares han sido las relaciones con los países garantes del proceso de paz entre el gobierno colombiano y las Farc, Cuba y Venezuela, que hoy no están tan bien.

Por ejemplo, con Cuba, dice el docente investigador, se debía tener una muy buena relación porque participó activamente en este proceso de paz. Pero hoy las relaciones son muy tensas porque el gobierno que lidera Iván Duque, exige que el jefe del ELN, alias Gabino, sea entregado a la Interpol, y que Cuba debe decir si Gabino está o no en la Isla.

“Esta presión no es la más adecuada, pues genera tensiones muy fuertes en las relaciones Colombia-Cuba, las que en la administración anterior (Juan Manuel Santos) fueron muy buenas. Y pone a Cuba en una situación muy difícil, porque ante el mundo queda como un país que, según el Presidente colombiano, acoge terroristas”, asevera Giraldo Paredes.

Núñez Montes acota que las relaciones colombovenezolanas no han sido buenas históricamente en las últimas décadas, sino permanentemente tensas desde los gobiernos Uribe-Chávez; Santos-Maduro y ahora Duque-Maduro.

“La tendencia normal es que en Colombia los mandatarios han estado a favor del derrocamiento del régimen venezolano; se ha cuestionado mucho el apoyo de éste a miembros de las Farc, y en el caso del Gobierno de Iván Duque, las relaciones se han hecho aún más tensas, porque en un intento por ganar simpatías con el gobierno de Trump, Duque participó activamente en un intento de desestabilizar el régimen venezolano. Entonces, las relaciones Colombia- Venezuela, de sus gobiernos, están en crisis y no parece que vaya a resolverse”, concluye Giraldo Paredes.

Núñez Montes reconoce que lo más estratégico que ha hecho Duque para marcar una política eminentemente centrodemocrática, fue el retiro de Colombia de Unasur: “Sabemos el perfil que tomó esta organización, con un sesgo totalmente ideológico y ese retiro, dos días después de posesionarse, fue proyección para proponer otros escenarios de conservación de la democracia en América Latina y de lucha contra posturas o ideologías que abogan por otros modelos políticos”.

Y añade que “el retiro de Unasur fue una promesa de campaña que se está cumpliendo, de desmarcarnos de la vinculación de ese foro para poder tener mayor autonomía en la búsqueda de la defensa de relaciones internacionales sin sesgos ideológicos regionales”.

Giraldo aconseja al gobierno colombiano asumir tareas en política internacional: “Lo más importante para el país y para el gobierno de Colombia es mantener el apoyo internacional al proceso de paz. En ese sentido, el Gobierno de Juan Manuel Santos logró avanzar bastante, y es un capital que no podemos perder”.

“A la comunidad internacional le interesa que en Colombia haya procesos de construcción de paz, tema de interés internacional por lo que el presidente Duque debe seguir trabajando en ello.

Y mejorar las relaciones con Venezuela y trabajar en un proyecto en América Latina, que permita construir propuestas de atención a la población migrante venezolana y buscarle soluciones consensuadas a este conflicto que vive ese país vecino, puntaliza Giraldo.

Cinco momentos clave

1. Iván Duque logró el apoyo de la Unión Europea para presionar una solución a la crisis de Venezuela y de paso financiar la paz, en su visita de octubre de 2018.

2. En enero Duque asistió al Foro Económico de Davos, Suiza y Colombia será el primer país de América Latina, que tendrá centro para la Cuarta Revolución Industrial.

3. El Grupo de Lima, liderado por Iván Duque, con 14 países del continente, rechazaron el 4 de enero la posesión de Maduro para un segundo mandato de Venezuela.

4. El Gobierno de Colombia anunció en febrero 4 que coordinaría desde Cúcuta la ayuda humanitaria a los venezolanos, pero Maduro bloqueó las vías de acceso.

5. Gira por Europa: se reunió con el presidente francés Emmanuel Macron; la primera ministra británica, Theresa May; el Príncipe Carlos y su homólogo suizo Ueli Maurer.

Análisis: sin eje temático

El balance en materia de Política Exterior se caracteriza por una falta de resultados estratégicos. Si bien seis días después de la posesión presidencial, el Canciller Carlos Holmes Trujillo presentó al cuerpo Diplomático acreditado en Colombia los lineamientos de la Política Exterior, su ejecución demuestra la carencia de una hoja de ruta, cuyas acciones son totalmente aisladas y sin un direccionamiento.

La posición frente a la crisis de Venezuela y su aporte para hallar una salida, significa un rotundo fracaso para la diplomacia colombiana; ¿en dónde quedó la declaración del Presidente Duque en la que aseguró que “Maduro se (enfrentaba) a sus últimos días”? Las relaciones con los Estados Unidos, asunto central para la Política Exterior del país, giran de nuevo en torno a la narcotización de la agenda, demostrando la incapacidad del Gobierno de diversificar los temas bilaterales.

Otro desacierto ha sido ProSur, el Foro para el Progreso de América del Sur que con bombos y platillos anunció el Gobierno de Colombia en marzo en contraposición a Unasur, que ha quedado como un organismo regional más sin relevancia política. Y para finalizar, está la propuesta de limitar el alcance del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, rechazada en la pasada Asamblea General de la OEA realizada en Medellín, significando una dura derrota para la Diplomacia colombiana.

*Juan Miguel Gómez Valencia, Director de Programa Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Buenaventura-Cali.

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