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BUENAVENTURA

¿Cómo logró un hijo de Buenaventura ser una estrella del ballet mundial? Fernando Montaño cuenta su historia

Primera figura de la compañía inglesa y bailarín favorito del príncipe Carlos de Inglaterra, el vallecaucano lanzará este mes su libro autobiográfico. Una productora llevará su vida al cine.

17 de marzo de 2019 Por: Meryt Montiel Lugo / Editora del equipo de Domingo<br>

Está en su año sabático desde octubre pasado. Por eso Fernando Montaño, el primer colombiano en hacer parte del Royal Ballet de Londres y quien es hoy solista, es decir, figura principal dentro de esta compañía que cuenta con 112 bailarines, quiere aprovechar el tiempo al máximo porque tiene muchos proyectos por concretar.

Uno de ellos era estar esta semana en Expo Región, evento organizado por la Gobernación del Valle, donde fue uno de los invitados especiales, para compartir sus experiencias de vida.

El 20 de marzo presentará su autobiografía en Bogotá, titulada ‘Una buena ventura’ y posteriormente lo hará en Cali, Medellín y en su tierra natal: el principal puerto del Pacífico colombiano, donde sus ojos vieron la luz el 6 de marzo de 1985. El prólogo de su libro lo escribió su amiga Lady Gabriella Windsor, sobrina de la reina Isabel II, la misma soberana que se ha puesto de pie después de verlo danzar.

Lady Gabriella, quien ya lo invitó a su matrimonio en mayo próximo, hará también la traducción de ‘Una buena ventura’ al inglés.

Además, Montaño está estudiando locución y actuación con el fin de sentirse mejor preparado para actuar, porque una importante productora internacional hará una película o una serie sobre su vida.
Este año también estará impulsando un gran proyecto que desea para Buenaventura: un centro de arte en el que se enseñe danza, música, pintura y diseño de escenografía.

Desde hace doce años este exalumno de Incolballet y de la Escuela Nacional de Ballet de La Habana, integra el Royal Ballet, compañía donde ha sido admirado no solo por miembros de la familia real inglesa, sino por celebridades como David Beckham, Naomi Campbell, Madonna y presidentes de varias naciones.

Con esa sencillez que no lo abandona desde cuando era un niño, Montaño recibió a El País en el hogar de Alberto Arroyo Castro, un bonaverense amigo de su padre. Es en esa residencia, en un barrio del sur de la ciudad, donde se hospeda cada vez que viene a Cali, porque allí, como dice su anfitrión, “se siente en familia”.

¿Cómo sobresalir en una compañía de ballet tan importante?


Ha sido un largo proceso. Cuando eres bailarín de ballet debes iniciar en el cuerpo de baile, en el grupo, y debes sobresalir por tus cualidades tanto físicas como técnicas, y en mi caso fue bastante difícil porque no hablaba inglés, era bastante complicado entender lo que me decían, las correcciones, entonces ha sido un arduo trabajo de muchos años, pero que ha valido la pena y espero seguir en este mundo.

¿Recuerda quién lo llamó por primera vez el ‘Billy Elliot colombiano’?

Si no estoy mal fue la BBC de Londres. El verdadero Billy Elliot (Philip Mosley, el bailarín que inspiró el exitoso filme) pertenece al Royal Ballet y ahora trabajamos juntos. Es algo lindísimo, que adoro, pero, personalmente, trato de escabullirme un poco de estos parangones porque, aunque tenemos algo en común que es el ballet, pienso que las historias son completamente diferentes. Y además, siempre me gusta que me reconozcan por mí mismo, y no que sea por un tipo de comparación, porque cada persona tiene algo único que contar y aportar a este mundo.

Muchos bailarines de todo el mundo quieren pertenecer a esta compañía, pero pocos lo logran… 

Las posibilidades de entrar a este ballet son muy escasas porque no se hace una audición general, son audiciones privadas. Además, por la tradición e historia de este ballet hay unos prototipos, una búsqueda de unos cuerpos, unos looks, para que encajen dentro de la compañía, que lo hace muchísimo más difícil. Es un círculo muy cerrado donde, infortunadamente, pocos logramos entrar. Todo es por recomendaciones (de profesores).

Lea también: 'Detrás del escenario: así es la vida del bailarín bonaverense Fernando Montaño'.

¿Es cierto que le escondían su ropa cuando se hacían las rondas de competencias?

Es verdad. El mundo del ballet es precioso, pero hay muchísimas envidias, egos, porque la mayoría quiere ser el centro de atención y hacer el papel principal, cosa que es imposible, eso crea celos y un ambiente bastante difícil. Y sí, en mi caso tuve ese bullying: me escondían la ropa, luego aparecía a la semana, es algo que te desbalancea un poco mentalmente.

Que es el bailarín favorito de la Reina Isabel. ¿Eso es cierto?

(Risas). No sé si soy el de la Reina. Yo sí sé que del príncipe Carlos, del futuro Rey de Inglaterra, soy el favorito. He tenido la oportunidad de compartir con ellos en varias ocasiones, pero además, con algunos miembros de la familia real tengo una estrecha relación, como con Lady Gabriella Windsor o Ella Windsor, como la llamamos los amigos. Quienes vienen más al teatro son el príncipe Carlos y Camila. Últimamente también Kate de Cambridge, que está interesada en descubrir qué hay detrás del teatro, de la ópera y del ballet.

¿Cómo mantener esa plasticidad y nunca mostrar cansancio en el escenario?

Los bailarines de ballet todos los días debemos hacer nuestra clase de ballet, que es una hora y media u hora y cuarto diaria, solo tenemos los domingos libres y algunos fines de semana completos. Luego, tenemos los ensayos de repertorio diariamente.

Individualmente también hacemos ejercicios de pilates o de gimnasio. Yo no levanto muchas pesas porque se forma un músculo mucho más grueso y menos estético y no se ve muy bien, y como soy de raza negra, el músculo puede tender a desarrollarse más rápido que en otras razas. Todo debe ser muy moderado para no perder esa línea clásica.

Por eso me cuido también en la comida, ahora quiero perder un kilo y medio para estar mucho más ligero en mis piernas, especialmente cuando vaya a dar los grandes saltos.

¿Qué recuerda de la gran bailarina cubana Alicia Alonso, su exdirectora?

Cuando era alumno en la escuela en Cuba me acuerdo que ella decía: “no importa dónde estés en el escenario, porque tú nunca sabes quién te está viendo. Aunque estuvieras en la parte de atrás si estás haciendo tu papel bien, brillarás”. Eso siempre lo tengo presente porque es verdad.
Desde antes, a mis papeles pequeños les metía corazón y eso lo notan los profesores y el público.

Háblenos del libro autobiográfico…

Es un libro muy inspirador, con muchas reflexiones. Abordo varios temas, no solo mi vida como bailarín sino como emigrante, porque desde los 14 años he sido un emigrante en diferentes países; cómo he tenido que aprender diversas lenguas, diferentes formas de adaptación, cómo poco a poco uno logra ir derribando muchas barreras, el tema de la familia, el amor, el sacrificio, es una mezcla de ‘una buena ventura’, como es el nombre del libro. Siempre juego con eso de que nací en Buenaventura y creo que mi vida ha sido una buena aventura, gracias a Dios.

¿Y la película?

El libro no ha salido y ya hay muchas personas interesadas en comprar los derechos para convertirlo en una película o en una serie. Es algo que no esperaba, pero que me da mucha alegría. Ya estamos trabajando en el desarrollo de esta película inspirada en mi libro. En estos días estoy ya finalizando contratos, pero hay que esperar que todo esté firmado para poder anunciar cuál será la productora, pero es un proyecto muy grande y con un director reconocido. Yo actuaré, seré Fernando, el de ahora. Me estoy entrenando como actor, estoy en mis clases de locución. Siempre les digo a los jóvenes que es bueno ser muy abierto en la vida y no quedarse en la zona de confort, uno puede descubrir cosas que ni siquiera sabe que puede hacer. Nunca quedarse dormido a que las cosas le lleguen, sino uno mismo ir creando oportunidades.

¿Se le han presentado obstáculos más por el hecho de ser colombiano o por ser negro?

Por ser colombiano no, por negro, sí. Por ejemplo, para darte un papel de príncipe, siempre se toman mucho más tiempo, ‘¿sí será?’, se preguntan. Y yo no digo que es porque son racistas, sino porque el ballet viene del Siglo XVI, es muy elitista, de la corte, entonces todavía hay gente que no ve bien un negro de príncipe (risas). Entonces, sí te dan las oportunidades, pero tú tienes que ser diez veces mejor. Y a veces eres diez veces mejor que otro y todavía te cuesta más.

¿Cuando está en el país sí puede ser disciplinado con la dieta?

Sí, sí, aunque es difícil, porque todo el mundo te ofrece, además, que cuando eres bailarín de ballet muchos dicen: tienes que comer porque estás muy flaquito y te embuten de comida (risas).

¿Qué pasó con la participación que haría en uno de los filmes de Harry Potter?

Por mis ensayos no logré hacerlo. Pero todavía está abierta la invitación porque faltan tres películas más. Falta ver si logro combinar, que no coincida el rodaje con mis ensayos y mis shows.

¿Bebe? ¿Cada cuánto rumbea?

No bebo, a menos que sea una celebración muy especial me tomo una copita de champaña, algo así. Voy a muchas cenas. A veces voy a bailar al bar Salsa, en Londres, una o dos veces cada dos meses. Pero no voy mucho a ese tipo de fiestas donde es baile, baile, no. Veo a mis amigos, me encanta ir a los museos, además que en Londres son gratis, así que hay que aprovechar (risas). Leo, ahora he descubierto la escritura, es un arte muy lindo de expresión, por ejemplo, escribir una autobiografía libera de muchas tensiones o conflictos que uno puede tener con uno mismo. Es una forma bonita de limpiar tu alma.

¿Se va a mantener soltero?


Por ahora estoy casado con mis zapatillas. Tengo mucho más tiempo para invertir en todos mis proyectos, más, si estoy enamorado, voy a estar pensando en esa otra persona, en otros planes, que son importantes, pero para mí, ahora, no son prioritarios.

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