Palabra tomada

Avanza la Feria del Libro de Madrid, con la participación de más de 300 editoriales del mundo, en una fiesta que se repite cada año en ciudades como Frankfurt, Guadalajara, Buenos Aires, Bogotá.

En alza la editorial española Sial-Pigmalión, con rutilantes títulos en vitrina. Recientemente publicó una hermosa edición de ‘María’, al cuidado del escritor y profesor de la Universidad del Valle Fabio Martínez. Se exhibe hoy en Madrid junto a la novela que sobre Buenaventura acaba de publicar Martínez: ‘Marea de sombras’; también ‘El chachachá del diluvio’, mi novela premiada a finales del pasado año. Ambas obras se adquieren hoy en Amazon, y estarán en la Feria del Libro de Cali en este octubre.

Agradecí al editor de Pigmalión, Basilio Rodríguez Cañada, su invitación a Madrid y a la Gran Gala de las Letras Españolas -infortunadamente no pude estar ahí- la cual se dará a inicios de este junio en el Casino de Madrid. Los escritores colombianos estarán bien representados por Fabio Martínez.

Estaré sí el día 12 de este junio en Cartagena de Indias, en el evento ‘Palabra tomada’, que organizan la Biblioteca Nacional, el Ministerio de Cultura y el gobierno español. Me corresponderá la conferencia inaugural el día 13. Asisten entre otros escritores e investigadores, Yolanda Arroyo, de Puerto Rico, Elsa Barber, de Argentina, Darío Henao y Alfredo Vanín Romero. El lugar del encuentro será el Centro de Formación de la Cooperación Española.

La cultura se mueve también en Cali. Recientemente, la coordinadora de Relaciones Públicas de la Alcaldía, Sonia Gallego, me hizo llegar invitación al lanzamiento de los festivales anuales en los cuales está comprometida la Secretaría de Cultura. Sin duda, uno de los que despierta la mayor expectativa cada año es el Petronio, con audiencia creciente del mundo. Hoy, a su agenda musical y gastronómica, une la bibliográfica. La Fundación de Escritores del Pacífico, que tendrá su segunda jornada cultural entre el 5 y el 8 de junio en la Biblioteca Departamental, a las seis de la tarde, tendrá en el Petronio un stand especial con los títulos de sus más destacados autores. Todo ello, gracias a la tarea que desde esta fundación realizan sus directivos Baudilio Revelo Hurtado y Oscar Seidel, con el apoyo de la escritora Mónica Patricia Ossa Graín.

El Festival Internacional de Poesía de Cali, en buena hora creado con éxito por Pepe Zuleta, requiere una reingeniería. En el pasado año, a los bardos ‘locales’ nos tocó esperar por largo tiempo honorarios por participación. A los poetas ‘nacionales’ e internacionales se les pagó cumplidamente y a nosotros nos dejaron colgados de la brocha. Me tocó recordarles -asunto del que nunca hablo- que exhibo dos premios nacionales de Poesía, el de la Universidad de Antioquia y el Luis Carlos López de la Universidad de Cartagena, para que se dignaran girar mis magros denarios.

Creo que estas divisiones en la poesía, ‘local, nacional e internacional’, es odiosa. Entre las rapsodas ‘locales’ estaba Orietta Lozano, una poeta que trasciende fronteras.

El 9 de junio será el homenaje al poeta Fabio Arias Figueroa, Farías, en el auditorio de Comfenalco. La poesía de Farías crece después de su muerte. La reedición de su libro ‘Bulevar del sueño’ estuvo al cuidado de Julián Malatesta en la Universidad del Valle. En el prólogo Malatesta recuerda cómo Farías era uno de los más atinados herederos de la poesía del Cholo Vallejo: “Desesperadamente/ la naranja no encontró el agrio/ en la corteza del otro fruto herido…”.

Farías encuentra hoy el lugar que le corresponde en la literatura colombiana. Era adolescente cuando escribió en el claustro de Santa Librada un poema que lo defendió toda la vida: ‘Una lágrima edificó la lluvia’. Harold Kremer llevó estos versos a Israel y los leyó ahí. El viento de Oriente Medio supo lo que es “colocar las heridas aisladas de los nervios”.

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