¿Por qué algunos árboles pueden ser un riesgo para los caleños?

La caída de un árbol sobre un motociclista en la Avenida Roosevelt con Carrera 34, que ocasionó su muerte este lunes de manera inmediata, generó preocupación entre la ciudadanía debido al mal estado en el que se encuentra un alto porcentaje del patrimonio arbóreo de Cali.

A este fatal episodio se le suma otro caso ocurrido hace dos semanas, en el que una camioneta resultó gravemente afectada después de que la rama de una ceiba le cayera encima, mientras se encontraba parqueada en la Avenida Circunvalar, oeste de Cali.

Además se suman las múltiples denuncias ciudadanas que ha recibido El País en los últimos días relacionadas con especies arbóreas que están a punto de colapsar en diferentes zonas de la ciudad, o a las que ya se les han desprendido ramas, golpeando personas y provocando daños materiales en edificaciones.

De acuerdo con Carlos Valderrama, jefe del departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Icesi, estas situaciones se explican por el poco mantenimiento preventivo que el Dagma le está haciendo a los árboles de la capital del Valle.

“Desafortunadamente vemos con frecuencia que esta entidad se está concentrando en apagar incendios y solo actúa ante sucesos emergencia, es decir, cuando ya se cae el árbol o cuando está en muy mal estado. El Dagma necesita más gente y mayor presupuesto para poder hacer un mantenimiento regular y preventivo de las especies arbóreas que tenemos en la ciudad”, indicó Valderrama.

El experto añadió que las podas mal hechas también hacen que estas especies no cicatricen bien y así se vean infestados por escarabajos u hongos que los pudren desde adentro.

Video muestra el momento en que árbol se derrumba en la Roosevelt causando un muerto

“Esto explica porqué vemos un árbol aparentemente sano por fuera, pero que por dentro está hueco y muy débil. Entonces episodios como el de este lunes, en el que tuvimos una ventisca muy fuerte en la ciudad, terminan haciéndolos caer”, precisó el jefe del departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad Icesi.

Asimismo, aseguró que el estado de salud de los árboles también se ve afectado por los diferentes maltratos a los que se ven sometidos, tales como estar sembrados en sitios inadecuados que impiden que estos tengan el suficiente espacio para desarrollarse de manera normal.

“Les ponemos cemento, ladrillos y otro tipo de materiales que impiden que reciban los nutrientes que necesitan y que terminan afectándolos y provocándoles la muerte mucho antes de lo previsto” dijo.

En esto coincide el abogado Alberto Ramos Gárbiras, exprocurador ambiental del Valle, quien agregó que varios de estos individuos son ficus, especies rurales que no deberían de estar sembradas en Cali.

“Son árboles que tienen raíces abrasivas y expansivas, es decir, que dañan el cableado eléctrico, las tuberías de gas y que, al salirse del andén, también deterioran la infraestructura urbana. A estos árboles sí que hay que hacerles mantenimiento fitosanitario, pero vemos que no se les hace. Otras especies que también lo necesitan con periodicidad son los pinos, eucaliptos y acacias, las cuales son propensas al volcamiento debido a su gran tamaño”, explicó Ramos.

El exprocurador ambiental también denunció la falta de diligencia de la Administración Municipal para realizar los mantenimientos de tipo correctivos que requieren los individuos arbóreos que hay en Cali.
Según el último censo arbóreo de la ciudad, la Comuna 22 es la que más tiene árboles, con un promedio de 0,58 individuos por habitante.

Le sigue la Comuna 17, con un promedio de 0,34 árboles por habitante.
De acuerdo con el estándar internacional de la Organización Mundial de la Salud, OMS, por cada tres personas que habitan una urbe debe haber un árbol sembrado.

El Dagma evacuará más de 500 peticiones de árboles en mal estado
Claudia Buitrago, directora del Dagma, aseveró que cuando llegó a este cargo en el 2017, encontró cientos de peticiones ciudadanas alusivas a árboles que estaban represadas desde el año 2011 y que, paulatinamente, se han ido evacuando.

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“En total, había rezagadas 20.000 peticiones, de las cuales, la mitad del año pasado, ya solo teníamos 4500. En estos momentos estamos entre 500 y 600, que esperamos tener intervenidas en un par de meses”, indicó Buitrago.

La funcionaria aseguró que el Dagma actualmente está adelantando un censo arbóreo que permitirá conocer los lugares de la ciudad en los que están estas especies, el estado en que se encuentran y la atención que necesitan.

“Desde el año pasado nos encargamos de actualizar esa caracterización que data del 2015, en la que se le pusieron placas a los árboles que fueron censados. Pero nos hemos encontrado que a algunos de estas especies ya se les cayeron porque se las tumbó el viento, la lluvia o se las llevaron habitantes de calle. También notamos que el inventario no estaba completo y había comunas y áreas privadas, como las universidades, en las que no se hizo el registro”, dijo.

El País solicitó conocer los recursos invertidos por el Dagma en el 2018 para el mantenimiento arbóreo de Cali pero el dato no fue suministrado.

Según el Dagma, en la ciudad hay cerca de 296.000 árboles.
Sin embargo, la directora de la entidad, Claudia Buitrago, aseguró que pueden haber muchos más árboles, que no fueron caracterizados en el censo del 2015.

Ese estudio reveló que casi el 70 % de los individuos en esa época estaban enfermos.

Recuerde que usted puede realizar solicitudes de intervenciones arbóreas en el 3147304995 y 3503150834 y en la página de la Alcaldía de Cali: www.cali.gov.co