Esta es la 'receta' con la que buscan recuperar la economía del Valle

Los caleños gastan al año en alimentos, vivienda, vestuario, salud, educación y entretenimiento un promedio de $43 billones, recursos que son clave para mover la economía regional, que tal como la nacional, ha venido en desaceleración.

Precisamente, de estos recursos y la disponibilidad de un mayor gasto dependerá, en gran parte, que tan rápido será la reactivación de la economía del departamento en el 2018. Se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) del Valle crecería entre 1,1 % y 1,6 % en 2017, el resultado más bajo en los últimos siete años.

Ahora, el camino parece estar allanado para incrementar el consumo y darle un impulso a la economía (una inflación menor de 4 % y tasas de interés a la baja), pero es necesario que tanto empresarios como consumidores hagan su apuesta por la reactivación y, según analistas, las recetas están en manos de todos.

El economista Julio Escobar considera que el ingrediente principal debe estar alrededor de la ampliación de los mercados para las empresas del Valle.

Eso significa un mayor aprovechamiento de ferias y eventos internacionales, incrementar el personal de ventas para que las industrias aumenten su producción y generen más negocios externos.

“Tenemos todas las facilidades para hacerlo, puertos, vías en desarrollo, una tasa de cambio estable, calidad de productos y tratados comerciales. Se necesita más agresividad”, dijo.

Cálculos gremiales indican que menos del 30 % de las empresas del Valle exportan y el 70 % de las ventas externas están concentradas en unas pocas compañías. Es decir, se requiere de la decisión de las organizaciones.

El profesor de economía de la Universidad Javeriana Cali, Pavel Vidal, considera que un factor que podría impulsar el comercio exterior para 2018 es que los socios comerciales del Valle están  acelerando su crecimiento económico, “lo cual facilita las ventas a estos mercados y esto pudiera darle un nuevo impulso a las exportaciones y la industria”.

Hasta el mes de octubre, las ventas internacionales de la región sumaron US$1487 millones (bajaron 1,7 %), de acuerdo con cifras del Dane.

Un segundo ingrediente para la reactivación de la economía, según analistas, tiene que ver con el consumo de los hogares, es decir, que se necesita un mayor gasto.

En este punto juegan un papel preponderante las remesas que llegan al Valle. Al año las familias reciben por giros una cifra cercana a las exportaciones de la región, dinero que invierten en vivienda, educación, alimentación y gastos generales.

“Es fundamental que los hogares del Valle y de Colombia tomen conciencia de que si quieren ver más empleo deben consumir más productos hechos en la región. Hay que apoyar a la industria nacional”, comentó el economista Julio Escobar.

Las cifras de la firma Raddar indican que el gasto en Cali se viene reactivando con un crecimiento al mes de octubre de 5,5 % ($3,70 billones), tendencia con la que se espera termine el año.

El tercer ingrediente en la receta de la reactivación, plantea Lya Paola Sierra, profesora de economía de la Javeriana Cali, es el gasto de los gobiernos regional y local, el cual si se acelera puede significar un impulso al crecimiento. “Asimismo es clave la ejecución de los 15 proyectos aprobados en 2017 por el Sistema General de Regalías”, dijo.

Al respecto, María Victoria Machado, secretaria de Hacienda del Valle, aseguró que para el 2018 se prevé una importante inversión en obras de infraestructura que jalonarán los encadenamientos productivos y el empleo, por ejemplo, la construcción del proyecto Cali-Candelaria con una inversión de $50.000 millones, el plan Hortofrutícola ($30.000 millones), la recuperación de vías terciarias, entre otras. “Creemos que con esta inyección de recursos del Estado se podrá mover la economía”, afirmó Machado.

Además, en Cali y municipios vecinos hay 25 proyectos de infraestructura entre grandes y pequeños que se ejecutarán en 2018 y que implican inversiones cercanas a los $400.000 millones, recursos que serán clave en la generación de empleo, uno de los puntos débiles de la economía local.

Según la encuesta de Fedesarrollo, la confianza de los caleños en la economía se ha venido recuperando y octubre mostró uno de los puntos más altos del año.

Para Lya Paola Sierra, esta mejoría en la percepción más el impulso del sector financiero (con créditos más baratos), puede tener un efecto multiplicador en el consumo, en el sector de la construcción y en el empleo para 2018.

El año pasado la construcción creció 15,3 % en su aporte a la economía del Valle, siendo el sector más importante. Para Alexandra Cañas, gerente de Camacol Valle, hay dos condiciones para que el sector constructor mantenga o mejore sus indicadores en 2018.

Por un lado, que siga la política de estímulo a la vivienda del Gobierno con subsidios a la tasa de interés. El 30 % de las ventas de la región dependen de estas ayudas.

Por otra parte, dijo que Cali y los municipios vecinos tienen que avanzar hacia una planificación del territorio tipo metropolitano o regional, de manera que los constructores puedan contar con áreas urbanizables.

Este año se situaron en Cali y zonas vecinas alrededor de 20 proyectos nuevos de inversión que generaron 1500 empleos. Para el profesor de economía Pavel Vidal, seguir trabajando en la promoción será clave para la dinámica económica.

“Los proyectos de inversión extranjera que se han anunciado también son un buena noticia. Este flujo debe seguir creciendo por el efecto que los acuerdos de paz tienen en las expectativas de los inversionistas externos”.

Según cálculos de la agencia Invest Pacific, el próximo año podrían aterrizar en la región proyectos empresariales con una inversión de US$200 millones.