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MERCADO

¿Qué esperar de la 'pelea' por el mercado aéreo colombiano?

Varias aerolíneas extranjeras buscan aterrizar en el país. El sector aún enfrenta algunas turbulencias, pero sigue creciendo.

9 de abril de 2017 Por: Alfredo García Sierra/ Reportero de El País
Pese al lento desempeño económico que se presentará leste año en Colombia, se estima que el movimiento de pasajeros por vía aérea crecerá un 4%. | Foto: El País.com.co

Aunque todavía hay turbulencias en el mercado aéreo causadas por altos costos operativos, un dólar elevado y el peso de cargas tributarias, los colombianos siguen utilizando cada vez más el avión para viajar a destinos nacionales e internacionales.

Los tiquetes promocionales, la acumulación de millas por parte de los usuarios cuando hacen compras con dinero plástico, el auge de las aerolíneas de bajo costo, más el aterrizaje de empresas extranjeras aprovechando la política de cielos abiertos, caracterizan hoy esa oferta y demanda.

De allí, que en 2016 un total de 35,7 millones de personas usaran ese medio de transporte por negocios, vacaciones o asuntos de trabajo, lo que significó un crecimiento del 4,8%, el cual fue sin embargo menor frente a los registros de dos dígitos en 2015 y 2014.

El auge del transporte aéreo ha atraído a varias aerolíneas internacionales que piden pista en el país, en especial las de bajo costo, que ofrecen tarifas económicas a cambio de eliminar servicios que sí prestan a los pasajeros las compañías tradicionales.

El próximo jugador en este mercado es Transat Airlines, una empresa canadiense y a la cual Aerocivil le aprobó las rutas Montreal-San Andrés-Montreal, Montreal-Cartagena-Montreal; y Toronto-Cartagena-Toronto. Transat realizaba vuelos chárters al país, pero ahora se enfocará en operaciones comerciales. Sus competidores son VivaColombia y Wingo.

Otra que proyecta volar desde los países árabes y europeos hacia Colombia es Qatar Airlines, una de las más poderosas y exclusivas del mundo. Pero Avianca vetó su ingreso al país tras alegar que llegaría en condiciones que afectarían la competencia, pues atendería rutas que están cubiertas por las aerolíneas locales sin ninguna contraprestación para el país. El asunto está en manos de la Aerocivil.

Avianca adicionalmente busca fortalecer su expansión hacia Estados Unidos de la mano de United Airlines. Sin embargo, todo se enredó por un pleito que deberá resolver un tribunal de Nueva York, ya que Robert Kriete, un viejo socio de la aerolínea colombiana, demandó esa alianza.
Pese a lo anterior, Gilberto Salcedo, presidente de la Asociación del Transporte Aéreo de Colombia, Atac, considera que “el mercado aéreo colombiano ya está maduro y robusto y se viene adaptando a las nuevas condiciones y a las dificultades del entorno económico”.

0,5
vuelos por persona promedio al año registra Colombia hoy. En Estados Unidos, Japón, Inglaterra y Alemania se estima que son entre 5 y 10 vuelos.

Lo que viene

Sin duda, el segmento de los operadores de bajo costo será clave durante el 2017, para atraer en especial a unos 700.000 colombianos que —según la Atac— no tienen acceso a este servicio.

El mercado del bajo costo ha venido creciendo con fuerza desde el 2012 cuando despegó VivaColombia. En diciembre del 2016 empezó a operar Wingo, filial de Copa y desde entonces ha transportado a 200.000 viajeros y este mes estrenará la ruta Bogotá-Caracas. En febrero abrió su vuelo Cartagena-Panamá.

“Colombia sigue teniendo mucho potencial. Se acabaron los paradigmas de que viajar en avión era un lujo y llegó la era del bajo costo que le ha permitido a millones de personas realizar sus sueños: de conocer un nuevo destino, visitar con más frecuencia a sus familiares y hasta realizar negocios”, señala William Shaw, presidente de la VivaColombia.
Desde su despegue, la empresa ha transportado 11,6 millones de usuarios en unos 80.000 vuelos.

La estadounidense JetBlue compite a las empresas locales en ese segmento en vuelos internacionales. VivaColombia irá más allá ya que volará este año en Perú bajo la marca VivaAir Perú a seis destinos de ese país.

Al respecto, Catalina Bretón, líder de Wingo señala que “el negocio de las aerolíneas de bajo costo continúa en crecimiento y terminó 2016 con un 13% de la porción del mercado nacional”.

Y como una forma de adaptarse a este desafío, aerolíneas tradicionales como Latam tienen en marcha estrategias similares de bajo costo, como que el pasajero, si lo desea, puede comprar la comida durante el vuelo a cambio de un tiquete más barato. O escoger cuánto equipaje quiere llevar, con el mismo objetivo.

Fernando Poitevín, director ejecutivo de Latam Airlines Colombia, dice que estos cambios empezarán en el primer semestre del año.

Y como una forma de acelerar esa competencia en enero pasado, la Aerocivil autorizó 14 nuevas rutas aéreas que serán operadas por Avianca, Easyfly, Air Transat, OceanAir, Air Panamá, Lacsa OceanAir.

11,8
millones de pasajeros se han subido al avión de una aerolínea de bajo costo en Colombia en los últimos cinco años. En el país operan dos a la fecha.

Al respecto el director de la Aerocivil, Alfredo Bocanegra, ha reiterado que el mercado colombiano tiene aún mucho espacio para competir por su dinámica. De allí la importancia de ofrecer nuevas alternativas a los usuarios en itinerarios, rutas y empresas.

La competitividad tarifaria

Colombia posee la fortaleza de contar con una oferta de tres grandes operadores tradicionales: Avianca, Latam y Copa, más dos empresas de bajo costo que son VivaColombia y Wingo. A ellas se añaden las regionales Satena, Ada y Easyfly. En total, en los cielos del país vuelan unas 25 aerolíneas entre locales y extranjeras.

Y así no parezca, el país tiene tarifas más competitivas en la región latinoamericana frente a las que se cobran en Argentina, Chile, Perú, Panamá y Ecuador.

Pero las tarifas nacionales están por encima de las brasileras. Al respecto Gilberto Salcedo, presidente de Atac, explica que “hoy por kilómetro recorrido en Brasil el costo es de unos 5 centavos de dólar, mientras en Colombia llega a 7 centavos”.

El aspecto no tan competitivo es la carga de impuestos que se le aplica a cada pasaje. Por ejemplo, salir de Bogotá hacia el exterior, recalca el dirigente, vale US$135 (unos $400.000) cuando esa tarifa es menor en otros países. (Ver recuadro)

Por ello, el beneficio de boletos más baratos no lo perciben los usuarios debido a los sobrecostos tributarios. En el caso de un tiquete promocional Bogotá-Medellín —un de las rutas más competidas— que se puede conseguir en $50.000, lastimosamente $40.000 son impuestos, anota el dirigente.

Pese a ese golpe al bolsillo, los colombianos están viajando más por vía aérea, ‘cazando’ la mayoría de las veces las ofertas de tiquetes económicos a través de internet.

Para este año no se espera un crecimiento espectacular en número de viajeros este año (apenas un 4%) debido a la desaceleración económica, el menor consumo y la evolución de la tasa de cambio, factores ligados al desempeño de la industria aeronáutica.

Aún así, muchos colombianos están empacando maletas, pues su sueño es viajar en avión a sus destinos soñados.

Urge rebajar impuestos a los tiquetes

Muchos de los colombianos que viajan o desean hacerlo podrían beneficiarse de los tiquetes baratos que ofrecen las aerolíneas de no ser porque el 50% de su valor son impuestos y sobretasas que afectan su valor final.

Según Gilberto Salcedo, presidente de Atac, “esta carga tributaria no deja percibir al usuario las ofertas más económicas que hoy ofrecen las aerolíneas”.

“El Gobierno debería aplicar un alivio en esos tributos, tal como lo hizo Austria cuando los redujo en un 50%, lo que llevó al sector a ser más competitivo”, señaló.

O hacer lo que se adoptó en Cartagena donde la tasa de salida era
de US$90 y se bajó a US$38. El tráfico creció 40%, recordó Salcedo.

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