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Durante las prácticas laborales las universidades brindan acompañamiento a través de un asesor académico, quien orienta al estudiante en la realización del plan de trabajo y en la solución de situaciones que se puedan presentar en el centro de práctica. | Foto: Archivo El País

CALI

Consejos para que su práctica laboral sea la mejor

Expertos brindan consejos para que los estudiantes lleven a cabo un buen proceso de pasantía o práctica laboral.

23 de diciembre de 2018 Por: Redacción El País

Las prácticas o las pasantías son el primer vínculo formal entre el estudiante y el mundo empresarial o laboral. De hecho, es su oportunidad para aplicar todo lo aprendido en las aulas de clase.

Para Jesús Hermes Gamboa Latorre, director del Centro de Prácticas y Pasantías Profesionales de la Universidad Autónoma de Occidente, las prácticas laborales permiten fortalecer la relación Universidad – Empresa – Estado, con el objetivo de beneficiar a la comunidad y el entorno.

“Las pasantías le permiten al estudiante adquirir su primera experiencia laboral; esta le posibilita relacionarse, aportar con su iniciativa y conocimientos teórico - prácticos en la consecución de los objetivos organizacionales, a la vez, que hace escuela para su desarrollo profesional”, expone Gamboa.

Un ejemplo de ello es Aura Elena Vivas Parra, egresada de biología de la Universidad del Valle, quien realizó una pasantía durante seis meses, ya que en su programa no tenía como requisito realizar práctica laboral.

“Cuando yo estaba haciendo la tesis, en un laboratorio de la universidad una de las profesoras encargadas me postuló para hacer la pasantía en una empresa del sector agrícola. La idea era ir y realizar una pasantía por seis meses, pagaban un salario mínimo y aceptaban estudiantes. No fue como tal una práctica legal ante biología, pero siempre lo consideré como algo de campo y extracurricular que quise hacer para mi crecimiento profesional”, cuenta Vivas.

El énfasis en la empresa fue microbiología, tuvo solo una semana de inducción y el trabajo era muy diferente a lo que alguna vez había hecho en la universidad.

“Esta práctica fue mi escuela, me enseñó muchas bases, cosas que manejo mucho mejor ahora que estoy estudiando microbiología en la Universidad Santiago de Cali. La transición fue muy difícil, la frecuencia de muestras era alta, con un tiempo específico, tocaba aprender sobre la marcha, el horario era de 7:30 a.m. a 5:30 p.m., me quedaba muy lejos, no había ruta, ni casino, como en otras empresas que sí tienen estas facilidades. Llegué a trabajar los sábado y hasta tarde, me trataban como una trabajadora más, no como estudiante. Fue difícil y siempre lo recordaré como algo extenuante, pero muy gratificante, porque aprendí muchísimo. Luego de terminar los seis meses, me contrataron por seis meses más, fui analista profesional, ya que me gradué haciendo la pasantía. Ese año de experiencia laboral me sirvió mucho para aplicar a otros trabajos posteriormente”, comenta la profesional.

Por su parte, la comunicadora social y periodista Catalina Restrepo, quien realizó sus prácticas en una constructora, cuenta que “fue un momento de mucha presión, porque fue un cambio totalmente de rutina, además, porque se pone a prueba lo que la universidad te enseña”.

Aunque los cambios fueron un poco abruptos, no fue tan difícil, dice, sobre su práctica “amena”. “Mis jefes eran muy comprensivos, fue una experiencia bastante enriquecedora, uno tiene que estar atento siempre ante las sugerencias que te hagan y ser una persona proactiva”, recomienda Restrepo.

Como practicante, la comunicadora estuvo a cargo de un proyecto como asesora comercial, luego la ascendieron a community manager, posteriormente fue diseñadora y por último, asistente de asesora comercial.

“Este proceso me permitió descubrir efectivamente si lo mío era la comunicación o el diseño, mis jefes me ayudaron a proyectar mi visión y a encaminarme y resulté siendo estratega en marketing digital”.

Más ventajas

María Elena Martínez Quintero, coordinadora de Desarrollo Profesional y Prácticas Estudiantiles de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Javeriana Cali, expresa que una de las ventajas de realizar una práctica laboral es que esta se enfoca en dos líneas:

una, poner en contexto totalmente real todos los conocimientos que adquieren los alumnos durante todos los años de formación en la academia, y segundo, desarrollar unas competencias laborales, que aunque tienen unos insumos importantes desde lo académico, en el contexto laboral se desarrollan muchas más para finalizar la formación de ese perfil profesional que trae cada uno de los estudiantes.

También, la profesional MBA, máster en Administración de Empresas de la Universidad de Puerto Rico, expresa que se fortalecen algunas competencias que se traen propias de los perfiles de egreso de cada una de las carreras, “se ponen en ejercicio en el terreno y se terminan de fortalecer y de tener un poco más de fuerza en un ambiente laboral”.

Hay ciertos aspectos que deben tener los estudiantes que están a punto de iniciar sus prácticas laborales o pasantías, entre ellos, está explorar y demostrar sus habilidades y capacidades, la presentación personal y cómo relacionarse con jefes y colegas.

Competencias

“Todo lo aprendido se ejerce en el terreno. Se desarrollan y fortalecen las competencias y habilidades haciendo, es decir, se ponen en práctica todas las cosas que se aprendieron en la vida académica, en las aulas, y que finalmente terminan fortaleciéndose en el ejercicio profesional. Una persona que no haya tenido ningún acercamiento a la vida profesional va a estar en los libros y cuadernos, no ha probado nada de estas cosas que se requieren, cuando realmente una competencia laboral se necesita para que cualquier profesión se evidencie”, precisa María Elena Martínez.

De otra parte, Alejandra Mejía Saavedra, profesional de Prácticas de la Universidad de San Buenaventura Cali dice: “La práctica laboral es un escenario que pone a prueba su propósito de vida personal, profesional, laboral y social; desde cómo se perciben a sí mismos, el cómo perciben su relación con los demás y con el entorno, en el cómo contribuyen a los cambios en la producción, en la resolución de problemas propios del ámbito laboral, en el poner a prueba valores, actitudes que se reflejan a través de la cooperación, la responsabilidad, el compromiso, y la ética profesional; siendo aspectos que humanizan la labor y generan sensibilidad frente al deber en la construcción del tejido humano y social”.

Presentación personal

La profesional de Prácticas de la Universidad de San Buenaventura Cali, Alejandra Mejía, recomienda tener una presentación personal impecable. “La impresión física es muy importante, ya que expresa rasgos de personalidad siendo una gran ventana que genera pautas acerca de la marca personal. Tener en cuenta que el vestuario debe ser coherente al área, cargo, clima y sobre todo, a la cultura organizacional que aplique o en la cual esté realizando la práctica.

Por ejemplo: un diseñador gráfico puede presentarse en jeans, sin accesorios, con camiseta manga corta, todo depende de la exigencia de cada empresa. Por lo anterior, es necesario conocer la compañía, y si es el primer acercamiento del practicante, se sugiere prudencia en su presentación personal con tips básicos: limpieza corporal, cabello organizado, uñas maquilladas con tonos claros, zapatos cerrados, evitar los escotes y los colores llamativos, maquillaje tenue y accesorios pequeños”.

También, “es importante que estén al tanto del código de vestir de la empresa. Sin embargo, para un primer momento es mejor pecar por exceso que por defecto. Vale la pena que se vayan bien presentados y formalmente vestidos, para causar una buena impresión deben ser asertivos respecto a dónde está ubicada la empresa y el tipo de la misma”, anota Quintero.

Relaciones laborales

Para María Elena Martínez, la relación con jefes y demás compañeros debe ser como con cualquier individuo, somos ciudadanos, tenemos relaciones interpersonales con muchas personas y estas deben ser de básico respeto. No podemos extralimitarnos, cada espacio tiene unas conductas y unos comportamientos que van a ser evaluados y observados.

“En el ámbito laboral la conducta es de servicio, es poner en juego mi profesión, lo que aprendí al servicio de una organización y todos sus grupos de interés. Hay muchas empresas que dentro de sus políticas institucionales no permiten relaciones sentimentales entre empleados y hay otras que sí, es importante tener en cuenta esto, porque podrían despedir a alguien. Sin embargo, las relaciones preferiblemente no deben pasar a lo emocional, deben ser racionales y profesionales, no vale la pena generar este tipo de situaciones para arriesgar el trabajo”, aconseja Martínez.

Según Mejía Saavedra, “somos conscientes de que las relaciones humanas en el ámbito laboral suelen ser complejas, debido a que está sujeta a directrices, lineamientos, formalismos, procedimientos, requerimientos, exigencias y demandas propias del contexto. Aún así, las relaciones entre compañeros o líderes de trabajo deben ser cordiales, respetuosas, basándose en principios de confianza y camaradería sin perder de vista los límites organizacionales”.

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