Así fue como Óscar de la Renta se convirtió en un ícono de la moda
En el 2009, antes de que se realizará el Cali Exposhow, El País habló con el fallecido diseñador Óscar de la Renta. Él y sus más allegados colaboradores contaron detalles de su historia de vida, infidencias y grandes logros.
En el 2009, antes de que se realizará el Cali Exposhow, El País habló con el fallecido diseñador Óscar de la Renta. Él y sus más allegados colaboradores contaron detalles de su historia de vida, infidencias y grandes logros.
A Óscar de la Renta, el primer diseñador latinoamericano que tuvo nombre propio en el competido mundo de la moda internacional, fue desahuciado en sus inicios por el símbolo de la costura en España, el creador Manolo Pertegaz. Cuando apenas empezaba, De la Renta llamó a Pertegaz, de quien había oído hablar mucho y visto sus trabajos en fotos, para decirle que quería trabajar con él, quien lo rechazó con el argumento de que no era suficientemente bueno.Aún con esa sentencia, de la Renta no declinó y se volvió tan bueno que superó a Pertegaz y muchos más. 44 años después, es reconocido en el mundo entero como el diseñador que hizo del glamour, la elegancia, la belleza y el buen gusto su sello distintivo. Después de 28 años de trabajo continuo, hizo historia en 1993 al ser el primer diseñador latinoamericano contratado por una firma francesa, en este caso la prestigiosa casa Pierre Balmain. Balmain llevaba dos años sin vender sus creaciones y, en nueve años, Óscar la revitalizó hasta convertirla en una de las de mayores ventas hasta hoy.La pasión por el color vibrante propio de un latinoamericano, junto al ojo europeo entrenado para las telas lujosas y los adornos, y su comprensión única del mundo femenino, lo hicieron único.Sé quién soy y de dónde vengo, mi isla, dijo el diseñador que desde 1965, cuando creó su propia firma, inyectó el color del trópico a todas sus colecciones.Mi sentido del color o mi idea de la luz pueden tener mucho qué ver con venir de un país tropical donde los colores alegres y fuertes siempre han sido una marca de identidad. Pero tengo que divorciarme de todo lo folclórico y de lo local autóctono para diseñar una moda con proyección internacional, admitió.Jack Alexander, su productor y diseñador, quien vino a elegir las modelos que lucirán sus vestidos en el Cali Exposhow 2009, dijo que De la Renta diseñaba para mujeres reales. Hace ropa que se puede usar, no sólo en una alfombra roja sino en la vida diaria. Es ropa que se puede comprar, usar y colgar en el clóset.Él aseguró que la clave de su éxito está en pensar en la mujer como un ser internacional: Mi papel como diseñador debe ser hacer lo mejor que yo pueda para que una mujer merezca ser mirada. De la Renta confesó que le gustaba rodearse de jóvenes y aprender de ellos. El día que no aprenda algo nuevo, ese día lo dejo y me retiro. Me gusta seguir sorprendiéndome a pesar de que llevo más de 40 años trabajando en la moda. De La Renta fue exigente y perfeccionista. Hasta para seleccionar las modelos para sus desfiles. Cuando presentó su colección en Colombiamoda, en Medellín, el 26 de agosto de 1999, su productor y diseñador Jack Alexander dejó claro que no quería niñas con cirugía de senos o clonadas. Y diez años después, así lo corroboró su enviado al casting que hizo en Cali el pasado 18 de junio para el desfile del Cali Exposhow 2009.Mujeres naturales, altas y delgadas, sin voluptuosidades artificiales, eran las que buscaba para lucir las prendas de alta calidad y extrema feminidad que se convierten en el objeto de deseo de mujeres de todo el mundo. Gran parte del encanto de esas piezas es el buen gusto en el diseño, la técnica en el corte, y sobre todo el arte en la confección, que es casi todo a mano, lo que le permite pulirse hasta en los más ínfimos detalles. Fue tan obsesivo en ello, que hasta sus accesorios y sus gafas de sol con su marca son elaboradas a mano en gran parte.Pero el sello del éxito no está sólo en sus manos de artista. Llamado el Óscar latino de la moda mundial, por ser el creativo hispano de mayor renombre a nivel mundial, de la Renta es un apellido que hace honor a las millonarias ventas de todo lo que lleva su firma.Quizás porque es un visionario que detecta cómo hacer rentable todo lo que toca. Todo lo que hice en París era aplicable a mi colección ready to wear, dijo refiriéndose a sus años con la casa Balmain. Lo que allá cosía a mano, en Nueva York lo hacía en máquinas de coser, así que podemos hacer esas fantasías soñadoras una realidad para muchas más mujeres.A él, que exigió traje de etiqueta a los asistentes a sus desfiles, siempre se le vio vestido de traje clásico. Preferiría vestir camisas tropicales y floridas, pero no lo hago para evitar que al llegar a alguna parte me digan: los músicos por la puerta de atrás.El escaladorCuando salió de Santo Domingo rumbo a Madrid, el dominicano Óscar de la Renta era un joven escuálido y serio. Tenía 18 años e iba a estudiar pintura en la Academia de San Fernando, pero allí lo sedujo la cultura española, incluido el mundo de la moda, un campo que no contempló nunca antes. Así empezó a tejer su sueño: ser el más grande diseñador latinoamericano. Y él, que dijo en su momento que la clave de su éxito fue talento, trabajo y suerte, comenzó dibujando para casas de modas españolas, bocetos que llegaron a manos de Cristóbal Balenciaga, que lo contrató. Óscar se hizo su amigo y le aprendió todo hasta graduarse como el mejor alumno del maestro que en 1950 ya era icono de la moda.Nunca fui a una escuela, aprendí metiéndome en el trabajo, dijo el diseñador que en 1961 decide irse a París, donde Antonio Castillo lo contrató como asistente de costura en la prestigiosa firma de alta costura Lanvin, experiencia que marcarían su trabajo y estilo hasta hoy.Intuyendo que el futuro no estaría en la haute couture (alta costura) sino en la más informal tendencia ready to wear y consciente de la importancia de estar bien relacionado, se fue a Nueva York en 1963 como colaborador de Elizabeth Arden, firma de belleza que le pagaba US$ 600 semanales, buena suma para la época, además de promoverle muy bien su nombre en el mundo del glamour.Así fue como con Jane Derby creó en 1965 la compañía con su nombre, Óscar de la Renta, y presentó su primera colección de ropa, sueño de todo diseñador.Hechos que marcaron el principio de un imperio siempre vigente durante 44 años en los que se extendió a lujosas y sucesivas colecciones de accesorios, bolsos, cinturones y zapatos; líneas de cosméticos, gafas, pieles, joyería, bufandas y ropa para dormir. Y en especial, sus fragancias, línea que lanzó en 1977 con su perfume Óscar, que hoy se huele en 70 países, junto con las que le siguieron como Volupt y So.No contento con satisfacer la vanidad femenina en todas sus expresiones, creó abrigos, trajes, pantalones y la línea de ropa deportiva para hombre y sus famosas fragancias masculinas como Lui (1980) y Oscar for men, de los 90. Y en 2002 creó su línea Óscar de la Renta Home que incluye desde muebles hasta fragancias de hogar, todo vendido en boutiques suyas en el mundo que facturan millones de dólares. Uno sólo es famoso cuando vende. No es famoso quien trabaja su creación solo en su taller para verla él, dijo cuando vino a Colombia hace quince años.En el mundo de la moda, críticos suspicaces dicen que de la Renta no da puntada sin dedal. Como casarse cuando apenas despuntaba su carrera, en 1967, con Françoise de Langlade (19311983), editora en jefe de la famosa revista de moda Vogue. Unión que le valió que se fijaran más en su trabajo como diseñador, considerando que ése ya era el tercer matrimonio para ella.La pareja se separó en los 80 y él se casó en 1989 con Anne France Engelhard, Annette, divorciada del editor de la revista American Heritage, Samuel Pryor Reed, e hija única del banquero alemán Fritz Mannheimer y Marie Annette Reiss.También le echan en cara que en 1971, cuando su carrera iba en ascenso, Óscar de la Renta renunciara a su ciudadanía dominicana para adoptar la de Estados Unidos cuando no se admitía la doble nacionalidad. Y hasta rechazó ser embajador de su país en EE. UU. para no perder su condición de ciudadano americano.Pero él, que se dice dominicano de corazón, vive parte del año en su refugio de Punta Cana, donde el sol le ha dado el seductor tono bronceado que a sus 77 años (nacido en 1932, los cumple el próximo 22 de julio) lo hacen ver rozagante y hasta más atractivo que el joven escuálido que llegó a Madrid en 1950.Sin retiro a la vistaCon su esposa Annette, De la Renta adoptó a un niño dominicano, Moisés de la Renta, hoy de 24 años. Moisés empezó estudiando pintura como su padre, pero con el maestro en casa, en 2005 se lanzó al mundo del diseño de moda con una colección de ropa urbana con sus iniciales como marca, MDLR. El padre de Moisés adviertió: No soy objetivo porque es mi hijo, se ha criado entre telas y las costureras del taller, pero creo que va bien encaminado. Y su futuro depende de él, no de mí. Aparte de este hijo único, el sentido de pertenencia con su país de origen llevó a Óscar a apoyar a más niños dominicanos. Hay algo de América Latina que lo hace diferente. Hay un sentido muy fuerte de la fraternidad. Sentimos una proximidad y la sensación de unidad. Mi país me ha dado un sentido muy fuerte de quién soy, dice al explicar porqué en 1982 construyó en La Romana, República Dominicana, La Casa del Niño, un orfelinato-escuela, donde atienden y educan 1.200 niños.Óscar fue hombre de palabra. Confirmada su asistencia a Colombiamoda 1999 en Medellín, su esposa trató de disuadirlo de venir dada la difícil situación de orden público que se vivía. Pero se empeñó argumentando que su presencia ayudaría a mejorar la imagen del país en el exterior.Cumplió y de qué manera: con 80 vestidos, diez de alta costura, que no salieron a pasarela sino que las modelos pasearon por entre el público. La colección encantó a la asistencia, que pudo admirar las prendas diseñadas por Óscar de la Renta a pocos centímetros de distancia.Quienes trabajaron a su lado, lo describen como un líder fácil de seguir. Así nos lo confirmó su mano derecha, Jack Alexander, quien visitó Cali para conocer la cultura de la ciudad, ver posibles locaciones para la pasarela del Cali Exposhow y elegir a las modelos que lucirán las creaciones de De la Renta. Él es lo que es, es siempre el mismo, no es de los que cambian de opinión a cada rato. Es consecuente siempre, tiene una visión tan clara de la moda que es fácil seguirlo. Para quienes trabajamos con él es sencillo comprender qué le gusta y qué no, dijo Alexander.A quienes hablan despectivamente de la moda como un tema light y alejado de la realidad, de la Renta les respondía: La moda es un reflejo del tiempo en que vivimos. Todo cambio social, político, económico influye en la moda y por eso es impredecible. Porque la paz, las guerras, el hambre, las crisis, todo influye en cómo nos vestimos, dice. Si algo molestaba a este genio de la moda era el tema del retiro una de las palabras que más envejecen es retirarse -dijo-. Pienso seguir haciendo lo que hago sin darme un límite mientras mantenga la pasión por lo que hago, puntualizó.Premios1967 y 1968. Premios Coty, el espaldarazo de los críticos americanos del estilo y la moda que lo convierten en el Oscar de la moda.1973. Su talento y éxito le dan un lugar distinguido en el Salón de la Fama de Coty. Desde ese año hasta 1976 presidió el Consejo de Diseñadores de Moda de América, CFDA, honor que repitió en los 80.Premio CFDA 1990 a toda una vida. Diseñador del Año CFDA 2000 y 2003. En el 2007 fue coganador del mismo.Premio Leyenda Viviente y el popular Aguja de Oro 2002, de España.Botón de Oro de la firma Mango, en reconocimiento a su trayectoria. Premio que valoró, por venir del país donde empezó. Fue jurado del concurso de jóvenes diseñadores de Mango.