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MICROTRÁFICO

Así se infiltró un agente de la Sijín para recapturar a alias Chinga Harry

Desde su vivienda, haciendo uso de la casa por cárcel, el delincuente controlaba el expendio de drogas en los diferentes sectores de Petecuy.

21 de diciembre de 2017 Por: Redacción de El País 
Los nacionales fueron condenados por tráfico de drogas y deberán terminar de cumplir sus condenas en La Picota de Bogotá. | Foto: Colprensa

Durante cuatro meses un investigador de la Sijín de la Policía de Cali, utilizando cámaras espías y haciéndose pasar como consumidor de drogas, se infiltró en las calles del barrio Petecuy II para seguirle los pasos a alias Chinga Harry, un hombre de 21 años sindicado en su momento de cometer 50 homicidios en la ciudad.

Desde su vivienda, haciendo uso de la casa por cárcel, el delincuente controlaba el expendio de drogas en los diferentes sectores de Petecuy, oriente de la capital del Valle.

El delincuente, junto a otras seis personas, fue detenido esta semana por unidades de la Sijín tras la investigación adelantada por la Fiscalía Seccional Especializada Antinarcóticos por los delitos de concierto para delinquir en concurso con fabricación, tráfico, y porte de estupefacientes.

En los videos, grabados por el agente encubierto y que ahora son parte del material probatorio contra la banda, habría quedado la forma en la que la organización distribuía la droga en parques y calles de este sector, así como el rol que jugaba 'Chinga Harry' al controlar el negocio desde la vivienda de su abuela, donde cumplía la medida de casa por cárcel por un proceso judicial anterior.

El investigador de la Sijín que hizo el trabajo cuenta que tuvo que cambiar su apariencia, que incluyó un tatuaje temporal en el cuerpo, para caracterizar a un consumidor de drogas. 

"En dos momentos, durante la investigación, tuve de cerca a 'Chinga Harry' porque salió a la puerta de la vivienda, pero en uno de estos él estaba inquieto por mi presencia porque como yo no era del sector", relata el funcionario.

El investigador expresa que el pasado 12 de noviembre sucedió el episodio con el peligroso delincuente, quien regresó esta semana a prisión luego de que un juez le dictara medida de aseguramiento intramural a él y otras seis personas.

"Como se dice en el mundo delincuencial: 'Chinga Harry' no daba cara porque él sabía que no se podía 'boletear'. Ese día me quedó mirando mientras regañaba a uno de los vendedores de la droga y le decía que no le vendieran a todo el mundo porque yo no era del sector y estaba inquieto con mi presencia. En medio de un descuido de ellos me alejé y decidí comprarle a otro expendedor para que vieran que yo era uno más que consumía", expresa el investigador.

Durante el trabajo se estableció, cuenta el funcionario, las rutinas del peligroso delincuente, quien vivía con su abuela en un predio donde funciona una tienda y que sería el lugar donde la organización almacenaba los estupefacientes.

"Para poder capturarlo tuve que caracterizarme como un bandido y pensar como un bandido, el caso era de complejidad. Esta persona permanecía siempre dentro de la casa, pero, todos los días a las 11:00 p.m., y luego de que integrantes de la banda hicieran un barrido en la zona para ver que no hubiera policías o enemigos, el hombre salía junto a otra persona en una motocicleta RX-115 o una Yamaha Crypton y solo volvía por las mañanas. ¿Para dónde iba? Nunca lo pudimos saber", dice el investigador de la Sijín.

Durante el trabajo de campo, el oficial estableció que cada cierto tiempo los vendedores de drogas entraban a la casa para sacar marihuana, cocaína y otras drogas para vender.

"Desde hace cinco meses estaba en esa casa y, mediante la alianza que había hecho con alias Capotín, de Petecuy I, buscaba tomar el control de todo el microtráfico en el barrio y la Comuna 6. Pudimos establecer que esta persona, al parecer, luego de que salió de la cárcel hace unos meses y regresó al barrio empezó a rearmarse diciendo que le trabajaran a él y que tenían garantizada la protección", afirma el investigador de la Sijín.

Otro investigador de la Sijín indica que la indagación del caso duró un año y se abrió por la denuncia de un residente del sector. "Desde hace más o menos dos años esta persona manejaba la banda 'Los Vampiros', la cual movía entre $60 y $70 millones", afirma la fuente.

Durante el operativo de captura, alias Chinga Harry intentó huir por el techo de la vivienda, pero alcanzó a ser detenido en una vivienda vecina.

"Versiones de vecinos indican que el detenido intimidaba a las personas para que nadie dijera nada de las actividades ilícitas a las que estaba dedicado", cuenta el funcionario. 

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