TUMACO
Ya funciona la Unidad de Desmantelamiento de Organizaciones Criminales de la Fiscalía
El fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, aseguró que un primer grupo se quedará en Chocó para identificar e investigar a los integrantes de los grupos armados ilegales.
Ya empezó a funcionar formalmente la Unidad de Desmantelamiento de Organizaciones Criminales de la Fiscalía General de la Nación.
Esta tiene el fin de dar con los responsables de los asesinatos y amenazas contra los defensores de derechos humanos y la población civil, entre otras situaciones de violencia que han afectado a Chocó.
Según la Fiscalía, en las regiones del Darién y el Bajo Atrato se ha registrado un incremento del 271 % en los índices de criminalidad en lo corrido del año.
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Esto, pues hasta la fecha se han perpetrado 38 homicidios dolosos, frente a 14 registrados en 2016, solo en los municipios de Riosucio, Carmen del Darién, Acandí y Unguía. Adicionalmente, la Fiscalía ha recibido más de 25 denuncias por intimidaciones contra defensores de derechos y reclamantes de tierras.
Los recientes hechos de violencias están relacionados con los crímenes de los reclamantes de tierras, Mario Castaño Bravo y Luis Hernán Bedoya, ocurridos entre el corregimiento de Belén de Bajirá y el casco urbano de Riosucio (Chocó), el 26 de noviembre y el 8 de diciembre de 2017, respectivamente.
El fiscal Néstor Humberto Martínez Neira visitó este jueves la región y anunció que un primer grupo itinerante de la Unidad de Desmantelamiento de Organizaciones Criminales de la entidad se quedará en la zona para identificar e investigar a los integrantes de los grupos armados ilegales del departamento.
El equipo especializado está conformado por dos fiscales, analistas e investigadores, y tiene apoyo de policía judicial del CTI de la Fiscalía y de la Dijín.
Por otro lado, la Fiscalía señaló que el origen de la mayoría de hechos violentos en Darién y el Bajo Atrato chocoano estaría ligado a problemas relacionados con la titulación de tierras y el desplazamiento de familias, "que a finales de la década de los noventa salieron de estas dos regiones por presión de los grupos paramilitares y sus redes de apoyo".
Para esclarecer estos hechos, la Fiscalía analiza más de 85 expedientes sobre terceros civiles y agentes estatales que presuntamente habrían apoyado a grupos de autodefensas entre 1994 y 2006.
Asimismo, han sido identificadas 88 noticias criminales sobre eventos ocurridos en los últimos años, que tendrían relación con los reclamos por las tierras de los consejos comunitarios y las comunidades indígenas y mestizas en la zona.