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Tan pronto Juan Gauidó asumió la Presidencia interina de Venezuela, la cúpula militar de ese país juró obediencia a Nicolás Maduro, el heredero político del fallecido Hugo Chávez. Pese a que les han hecho ofrecimientos de beneficios jurídicos para que se aparten del poder, estos se niegan. | Foto: EFE / El País

POLÍTICA

Por estas razones los militares siguen rodeando a Nicolás Maduro

Acceso al poder, redes de corrupción y temor a las torturas serían las razones para que no emprendan un golpe de Estado.

10 de febrero de 2019 Por: Redacción de El País

Propuestas bajo la mesa, pero también mensajes directos han recibido los militares venezolanos para que se aparten de Nicolás Maduro y permitan la transición política en el vecino país. Sin embargo, la cúpula, dirigida por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, se mantiene firme con el Gobierno chavista.

Ahora, hasta el pulso por dejar entrar alimentos y medicamentos al país, se mide en órdenes: Maduro exigiendo lealtad y ordenando el cierre de la frontera del lado colombiano, y Guaidó presionando a los militares para que muestren su lado más humano.
Hasta ahora, el triunfo es para el heredero político del comandante Hugo Chávez.

¿Por qué pese a la caótica situación económica y social que vive Venezuela, si medio país pide la salida del poder de Nicolás Maduro y si la comunidad internacional mayoritariamente respalda la Presidencia interina de Juan Guaidó, la cúpula militar se mantiene al lado del hombre al que dentro y fuera de su país llaman dictador?


La oferta más tentadora para los militares provino de Estados Unidos, que a través de John Bolton, asesor en Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo que su Gobierno considerará retirar las sanciones contra cualquier alto cargo militar que apoye la democracia y reconozca el mandato constitucional de Guaidó.

Pero este viernes, Padrino aseguró que “los Estados Unidos subestiman la dignidad de los soldados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), al pretender con sus ofrecimientos que desarrollemos acciones ilegítimas en contra de la Constitución, de nuestras autoridades y de la patria”.

Agregó que “hay quienes desde la mengua ética pretenden desacreditar a la FANB, pero esta es una institución de valores, determinante y fundamental para la existencia de la República”.

Lea también: Análisis: ¿inició con Guaidó un proceso de transformación en Venezuela?

Ante esa tajante negativa, el politólogo y sociólogo Juan Manuel Track tiene un análisis claro: “La cúpula militar, ante la incertidumbre y miedo a perder sus privilegios, estará siempre al lado de la dictadura, más si tienen negocios que puedan exponerlos como corruptos u otro tipo de cuentas con la Justicia”.

Y es que según el Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional, en 2017 Venezuela se ubicó como el primer país más corrupto de América.

Diego Sánchez Díaz, de 19 años y con nacionalidad hispanovenezolana, permanece detenido desde el 23 de enero por la Guardia Nacional Bolivariana.

El documento indica que las Fuerzas Armadas tienen un importante rol económico y político, controlan el presupuesto de la Nación y han llegado a tener poder de decisión en doce de los diecisiete ministerios que conforman el Ejecutivo, incluyendo los de mayor relevancia:

Energías y Petróleo, Alimentación y Defensa. Y la empresa petrolera estatal, PDVSA, es dirigida por el general Manuel Salvador Quevedo Fernández, quien ostenta el cargo de ministro presidente.
A eso le suman denuncias de narcotráfico. El primer implicado es Diosdado Cabello, que además de diputado, fue militar. Se le señala de hacer parte del ‘Cartel de los Soles’.

El diario Las Américas, en uno de sus editoriales de diciembre de 2017, escribió que ninguno de los altos mandos “se salva”. Mencionaba al mayor general Hugo Carvajal, diputado de la Asamblea Nacional por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quien habría tenido vínculos con la extinta guerrilla de las Farc.

En la lista sigue el capitán Yazenky Antonio Lamas Rondón, arrestado en Colombia y extraditado a EE. UU., por ser el coordinador de la salida de aviones cargados de droga con destino a varios países de Centroamérica.

Y el caso más conocido, el del general Néstor Luis Reverol Torres, actual ministro de Interior y Justicia y exjefe de la Oficina Nacional Antidrogas, acusado de tráfico de cocaína.

Pero además de las dádivas que les impiden alejarse del poder, también está el miedo, agrega el periodista especializado en temas castrenses Javier Mayorca, quien en un reciente artículo del Diario El Comercio, de Perú, dice que la persecución al interior de las Fuerzas Militares generó 300 detenciones solo en 2018.

“Hay algunas denuncias muy fundadas de tortura a los militares y sus familiares. Esto ha mandado el mensaje interno a la Fuerza Armada Nacional (FAN) de que ahora lo importante es la lealtad por encima de cualquier otro de los valores que caracterizan a los ejércitos, y esto está incidiendo en que no se manifiesten como lo espera una parte de la población”, precisa Mayorca.

Por ejemplo, familiares de los 27 uniformados de la Guardia Nacional Bolivariana que asaltaron un puesto militar en Petare, sacaron armas de guerra y se atrincheraron en el cuartel del barrio Cotiza -donde fueron detenidos- denunciaron tortura.

Lo mismo señaló el teniente José Alejandro Méndez, quien en 2017 salió de su país huyendo de la persecución, pues él y siete militares intentaron sublevarse al Gobierno de Maduro.

Organizaciones como Control Ciudadano y Justicia Venezuela reportaron que durante 2018 decenas de militares de distintos rangos fueron detenidos tras ser señalados de estar involucrados en complots contra el Ejecutivo.

“Muchas de esas aprehensiones se habrían producido gracias a las labores de agentes de la inteligencia cubana infiltrados en las unidades militares venezolanas, de acuerdo con distintas fuentes”, señala El Comercio.

Por su parte, Rocío San Miguel, experta venezolana en Seguridad y Defensa, advierte que, pese a todo el clima de presión que se vive en su país desde distintos sectores políticos nacionales e internacionales, los militares no van a dejar el poder.

Aunque hay menos uniformados dentro del gabinete presidencial, explica que están en puestos de gran interés. “Ellos podrían acordar una transición ordenada, con garantías para ellos y sus intereses, pero no creo que todavía las vean claras”.

¿Quién es quién?

- General Vladimir Padrino López, ministro de Defensa. Fue uno de los hombres más cercanos a Hugo Chávez, durante su mandato fue jefe del Estado Mayor del Ejército.

- Mayor general Jesús Suárez Chourio,
es el comandante del Ejército. Participó en el golpe de Estado de 1992, liderado por Chávez.
Mayor general Richard López, comandante de la Guardia Nacional Bolivariana.

- Mayor general Carlos Leal, cabeza de la Milicia. En 2013 fue ponente en la Sesión Especial de la Asamblea Nacional por los 200 años de la Campaña Admirable, según consta en la Memoria y Cuenta del diputado Adel El Zabayar.

- Almirante Remigio Ceballos, jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (CEO-FANB). Ha dicho que de ser derrocado Maduro, se iría a la guerrilla. Ha ocupado diferentes cargos dentro del Estado, entre ellos director de Investigación, Entrenamiento y Doctrina del Segundo Comando y Jefe del Estado Mayor del Comando General de la Milicia Bolivariana.

- Mayor general José Adelino Ornella continuará como jefe del Estado Mayor del CEO-FANB. Hombre de confianza de Hugo Chávez, participó en la toma de la Base Aérea La Carlota, en el golpe de Estado del 4 de febrero de 1992.

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