Lenguaje de moda
Cada cierto tiempo se ponen de moda términos y palabras que la gente introduce en su argot para estar en la onda o a la moda, y les dan y les dan hasta que quedan rezagados porque además de volverse un lugar común terminan por aburrir a quienes los escuchan.
Cada cierto tiempo se ponen de moda términos y palabras que la gente introduce en su argot para estar en la onda o a la moda, y les dan y les dan hasta que quedan rezagados porque además de volverse un lugar común terminan por aburrir a quienes los escuchan.
Eso sucedió con la palabreja esa ‘mediático(a)’ a la que le dieron uso y abuso tirios y troyanos en todo y para todo, pero sobre todo los políticos mediáticos, que trinan para hacerse los nuevos en el gallinero y por ende libres de toda culpa, inmaculados y transparentes.
Odio que me digan “te voy a agendar”, para cuadrar una cita y sacan el portátil o el celular, lo revisan y si hay espacio queda uno “agendado” o sino lo “agendan” para otro día y otra hora.
Lo propio está sucediendo con el verbo ‘wasapear’, que ya va en ‘guasapiar’, y que de los muchachos llegó hasta los más viejos, haciendo estos últimos un verdadero ridículo con sus derivaciones ‘guasapiame’, ‘guasapiando’ y ‘guasapié’ como cualquier Millenium (otra palabra de moda).
De la misma cochada es el término ‘viral’ del que se jactan los usuarios de Internet para ostentar que sus mensajes y correos se les tornan universales y ahí toma cuerpo la tal viralización, verbo que como otros no demora en obtener la bendición por parte de la Irreal Academia de la Lengua.
Una frase detestable, que creo es de origen dominicano, ya llegó a nuestra diaria conversación. Se trata de “ahí vamos viendo” que significa una mezcla de “hay que darle tiempo al tiempo” y que “mamera de vaina” y de acuerdo a como vayan dándose las cosas se cumplirían en un futuro incierto los deseos y/o las órdenes. Es decir ahí vamos viendo cómo pintan las circunstancias para hacer o no hacer, lo que la postre se convertirá en una disculpa más de la ineptitud.
Persona que le responda a usted con un “ahí vamos viendo”, le garantizo que no hará nada más que dejar que el tiempo pase y que nada pase.
Sin embargo, la tapa de la olla es la expresión “deje así” que hartos problemas ha causado. Su significado no es otro que la versión criolla del “dejad hacer, dejad pasar” tan celebre en la historia universal y que en filosofía barata quiere decir que cuando se presenta alguna situación crítica que hay que resolver o cuando hay que tomar decisiones respecto a algo, lo mejor es dejar las cosas como están y que el tiempo o el olvido se encarguen de engavetarlas.
Aquí vivimos en un eterno “deje así” en la vida diaria, en la actividad laboral y en la política, parafraseando esa estupidez que dice que hay que cambiarlo todo para no cambiar nada.
Finalmente y como corolario a esta lánguida e insulsa columna que bien podría haber sido mejorada por su perpetrador, este me acaba de soplar al oído “deje así” y así se fue.