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Hablar sobre el tema con familiares, consultar un especialista, realizar terapias, dar un paseo con el bebé y hablar con otras madres que han vivido una experiencia similar, son algunos de los consejos que da la Organización Mundial de la Salud, OMS. | Foto: iStock/El País

La depresión posparto: un trauma más común de lo que se cree

Este trastorno afectó a una de cada seis mujeres en 2017, según la OMS. Especialistas advierten que hay varios tipos y que se le debe prestar bastante atención a los síntomas para lograr un tratamiento a tiempo y adecuado.

12 de mayo de 2019 Por: Danna Doncel, del Semillero de Periodismo UAO-El País

La depresión posparto es un trastorno que puede manifestarse de manera leve, por el que solo se requiere acompañamiento familiar para una mejoría rápida de la paciente, o también se puede presentar de forma severa, por lo que la mujer puede experimentar psicosis o conductas agresivas y, en ese sentido, necesitar de medicamentos.
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, en el año 2017 la depresión posparto afectó a 1 de cada 6 mujeres.

La psicóloga de la Universidad Javeriana de Cali Carel Mir Cárdenas, define esta patología como “un trastorno común del ánimo que sufren las madres, y que está asociado imperativamente al nacimiento de su bebé. Este trastorno se caracteriza por la experimentación de una extrema tristeza y puede estar vinculado al deterioro físico y social de la paciente”.

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Carine Gómez, directora del Programa Virtual de Psicología de la Fundación Universitaria del Área Andina, asegura que en Colombia el 12 % de las mujeres puede verse afectadas por este trastorno psíquico que trae complicaciones, principalmente personales, afectivas, que pueden perjudicar las relaciones sociales y las emociones no solo de la madre, sino también del hijo.

¿Cómo identificarla?

Sentimiento de pérdida, irritabilidad, cambios de humor drásticos, ansiedad, falta de energía e incluso, incapacidad de relacionarse con el bebé, pueden llegar a ser síntomas de la depresión posparto, un trastorno del estado de ánimo que puede alojarse silenciosamente en el sentir de quienes recientemente han sido madres.

A Jennifer Vélez, docente de química y madre de tres hijos, le diagnosticaron depresión posparto cuando nació su primer retoño, hace 5 años y aunque el tiempo ha pasado, actualmente continúa padeciendo esta condición emocional. Esta madre asegura que “es difícil reconocer una depresión, sobre todo porque siempre queremos vernos y mostrarnos bien. Y a veces pensamos que es algo que a nosotras no nos va a pasar. Además, porque dentro del mismo círculo familiar se critica mucho el hecho de llorar y exponer los sentimientos, porque eso se los transmitimos a nuestros hijos”.

Aunque la depresión se mantenga oculta dentro del sentir de cada persona, se debe tener en cuenta que hay tres categorías principales: la depresión biológica, que es aquella que requiere de medicación, pues se refiere a aspectos químicos, hormonales, de herencia o tendencia general hacia la depresión sin causa aparente; la depresión reactiva, la cual se relaciona a una pérdida, duelo o a la falta de aceptación a un proceso de cambio, como lo es el parto; y la depresión psicótica, que es aquella que requiere diferentes tipos de medicación, porque la paciente no solo necesita regular sus estados de ánimo sino también sus pensamientos melancólicos o agresivos que pueden afectar, inclusive, su propia integridad.

Los especialistas exponen que esta afectación es común y que hay diversos factores por los cuales puede llegar a generarse. Según María Cecilia Salcedo Ariza, directora del Programa de Psicología de la Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium, “diversos estudios mencionan que la depresión posparto se puede generar por la combinación de diferentes factores que pueden ser biológicos (en el caso de los niveles hormonales), genéticos o también por causa de los problemas sociales, familiares y laborales”.

Por otra parte, la psicóloga Carine Gómez Angulo concuerda en que la depresión posparto tiene un origen multifactorial: “No es posible identificar una sola causa de ocurrencia, debido a que la mujer experimenta cambios determinantes a nivel bioquímico, los cuales se van ajustando paulatinamente durante el puerperio (período de tiempo posterior al parto en el que el aparato reproductor se recupera completamente), pero también en la etapa de lactancia”.

Con base en su experiencia profesional, la psicóloga clínica María Cecilia Salcedo, comenta que “la depresión posparto es uno de los trastornos más frecuentes en la salud materna”. En su concepto el factor más complejo a resolver sobre este trastorno es la inseguridad: “las mujeres deben consultar a los especialistas. Existen temores, mitos o sentimientos de autoeficacia que ponen una barrera y que impiden la eficacia de los tratamientos”.

Diagnóstico y tratamiento

El psiquiatra Lucio David González enfatiza que las depresiones biológicas, aquellas que se generan sin causa clara y están ligadas a la herencia o tendencia, son las que suelen tratarse desde la psiquiatría.
Se manejan con ciertos medicamentos, agrega el psiquiatra, que permiten que se regule la ausencia de serotonina (sustancia presente en las neuronas) cuando esta no se produce naturalmente, “pues la serotonina es la encargada de prevenir la depresión y mantener calmada, concentrada y alerta a la paciente”.

Sin embargo, desde el área de la psicología se recomienda el fortalecimiento de una red de apoyo para la madre y el contacto constante con un especialista.

María Cecilia Salcedo, psicóloga especialista en salud y magíster en familia, le recomienda a las madres “consultar con su médico y mencionar todo lo que piensa y siente que la está afectando”, para, de esta manera, ser diagnosticada de manera temprana y, así, evitar complicaciones”.

Asimismo, Salcedo expone que este trastorno debe ser tratado por un equipo interdisciplinario de psiquiatras, psicólogos, ginecólogos, trabajadores sociales, entre otros.

La importancia de la terapia en el tratamiento puede verse reflejada, por ejemplo, en el caso de la paciente Jennifer Vélez, quien considera que ha sido la base de su evolución: “Me ayudó muchísimo hablar con la psicóloga. Pude desahogarme, contarle a mi esposo lo que me pasaba. También le dijimos a mi mamá, ella me ha ayudado mucho: a veces lleva al niño para su casa los fines de semana y puedo tener más tiempo con mi esposo para hacer actividades juntos”.

En este tipo de casos es necesario que el paciente encuentre una red de apoyo y se mantenga en un ambiente sano. Sin embargo, en relación con el sistema de salud colombiano la psicóloga María del Pilar Molano Vallecilla, considera que “falta más educación sobre el tema y, sobre todo, más campañas que ayuden a desestigmatizar la salud mental, para que se pueda hablar desde la maternidad real y no de la ideal”.

Molano asegura que “desde los controles prenatales se debe ayudar a identificar a aquellas madres en riesgo de presentar depresión posparto. Se puede realizar, por ejemplo, una prueba como la ‘Escala de depresión posparto de Edimburgo’, la cual consiste en un cuestionario que evalúa el estado anímico a través de las preguntas rápidas".

Tipos de depresión posparto:

Son varias las clasificaciones que pueden otorgarse a las causas por las que este trastorno se presenta. Lucio David González, psiquiatra de la Universidad Javeriana de Bogotá y magíster en psicoanálisis de la Universidad de León, asegura que la depresión posparto es de tres
tipos:

1. Baby blue: es casi normal que se presente, explica González. “Se manifiesta con un estado de decaimiento, pérdida de interés y tristeza. Suele ser leve y su extensión no supera las dos semanas, ya que no son necesarios medicamentos de ningún tipo”.

2. Depresión posparto: el galeno sostiene que puede presentarse durante los tres meses siguientes al nacimiento del bebé y puede ser desencadenada por causas biológicas, las cuales “se ligan a la genética como lo son el desbalance de hormonas y antecedentes
de la madre relacionados a la depresión o por causas reactivas,
que son provocadas por un proceso de duelo, el sentimiento de pérdida o de abandono durante el embarazo”.

3. Psicosis posparto: González afirma que se produce en uno por cada mil partos y suele evidenciarse “únicamente en madres primerizas con antecedentes como el trastorno bipolar o episodios de depresión severa en el pasado. Este tipo de depresión se manifiesta por medio de la ansiedad, la tristeza, el llanto, los estados de delirios y las conductas autolesivas”.

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