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Se trata de Jeyson Stiven Mendoza, un joven estudiante de gastronomía, de quien se desconoce su suerte desde el 30 de diciembre del 2015. | Foto: Especial para El País

Buscan en Tuluá a caleño que está desaparecido desde hace tres años

Se trata de Jeyson Stiven Mendoza, un joven estudiante de gastronomía, de quien se desconoce su suerte desde el 30 de diciembre del 2015.

1 de marzo de 2019 Por: Redacción de El País - Tuluá

Con la esperanza de encontrarlo con vida, María Angélica Rojas se encuentra en el municipio de Tuluá desde hace 15 días recorriendo sus calles en busca de Jeyson Stiven Mendoza, un joven estudiante de gastronomía, de quien se desconoce su suerte desde el 30 de diciembre del 2015.

Desde ese día se perdió el rastro de este hombre de 23 años quien salió de su casa en el barrio Alto Menga a entrevistarse con un presunto comprador de su moto que estaba ofreciendo a través de una página de Internet.

Según Angélica Rojas, se tiene información que a su sobrino lo han visto deambular por las calles de Tuluá en situación de habitante de calle porque a través de Facebook, dos señoras le comentaron que lo han visto en este municipio del centro del Valle del Cauca.

“El salió el 30 de diciembre y mi sobrina me dijo que una mujer lo llamó interesada en la motocicleta. El dejó los papeles y el celular en la cama, y de esa época para acá es poco lo que sabemos, su moto nunca apareció”, dijo su tía.

Sus familiares empezaron la búsqueda del joven en Cali, y en las cámaras de seguridad de la Terminal de Transportes encontraron el primer rastro.
“En las cámaras se vio que él pasó en la moto, tenía un jeans azul claro, camisa blanca y zapatillas negras, andaba en su Pulsar 200 amarilla”, dijo la familiar.

La búsqueda de Jeyson los llevó hasta el municipio de Yumbo donde los llamó una señora quien aseguró que el joven salió de un cañaduzal en Vijes sin un zapato, con un golpe en la cabeza y en el brazo. El muchacho fue socorrido por los vecinos, pero tres días después se le perdió el rastro.

“Llegamos al cañaduzal y durante varias horas de búsqueda encontramos la otra zapatilla, y corroboramos que era mi sobrino dijo”, dijo Angélica Rojas.

“Las personas que lo han visto sostienen que mi sobrino está bien vestido y siempre pide ayuda. Él les dice: “Ayúdenme a encontrar a mi familia, me han dicho que por mi acento soy de Cali, pero no recuerdo mi nombre ni de dónde soy, en mis sueños llegan vagos recuerdos de gente que conozco, pero no logro recordar más”, manifestó Angélica.

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