VÍA AL MAR
Estas son las posibles soluciones a la crisis de la Vía al Mar
Un derrumbe volvió a poner en jaque el tráfico de comercio exterior por Buenaventura. ¿Un viaducto solucionará la crisis de la carretera?
En agosto del 2006 un derrumbe en el sector de La Balastrera (km 66 de la vía Medicanoa-Loboguerrero) impidió por varios días el paso de la carga de comercio exterior. En ese momento no se habían iniciado las obras de la doble calzada al puerto de Buenaventura y los gremios y empresarios del Valle reclamaban la ejecución de ese proyecto.
Hoy, una década después, las noticias no son diferentes.
El recurrente deslizamiento de La Balastrera impidió esta semana el paso del tráfico de carga hacia el puerto, se generó caos en Cali -porque los camiones han tenido que cruzar la ciudad- y caos de nuevo en el comercio exterior que se mantiene en incertidumbre por los cierres intempestivos de la carretera por derrumbes.
Ahora los gremios y el gobierno local vuelven a reclamar soluciones definitivas a esta problemática para evitar que cada deslizamiento de tierra incomunique al principal puerto del Pacífico con el centro del país, con sus respectivos impactos a la economía.
Un camión parado en la vía pierde en 12 horas $885.000, según cálculos de Colfecar. Para una empresa, las pérdidas van desde ventas que no se hacen o clientes que se pueden perder porque su producto no llegó a tiempo.
Las salidas
Dimitri Zaninovich, viceministro de Infraestructura, quien ha estado al frente de la emergencia por el derrumbe, aseguró que la solución definitiva para el problema geológico que se presenta en La Balastrera ya está lista: terminar dos viaductos (puentes) que empezó a construir el concesionario de la vía (Unión Temporal Malla Vial), pero que quedaron a medias, luego de que un tribunal de arbitramento anuló el contrato de esta empresa.
Estos viaductos, que suman unos 800 metros incluídos puentes y calzada, crean una ruta que se aleja de la montaña erosionada que hoy genera constante caída de piedra y el cierre de la carretera. Esta obra estaría en 6 meses, según cálculos del Gobierno (ver fotografía).
Pero este remedio no deja totalmente satisfechos a gremios y empresarios de la región, la razón: La Balastrera no es la única zona de deslizamientos en esa ruta de la vía al mar.
Para el Observatorio de la Infraestructura del Valle, lo ideal sería que se construyera otro gran viaducto paralelo al que está planteado para conformar la doble calzada y dejar de usar la vía actual, pues consideran que esa zona seguirá siendo inestable. “Creemos que se debe evitar totalmente la montaña y eso sería con dos viaductos paralelos, porque si construimos uno se debe seguir usando la calzada actual que seguirá con problemas”, dijo Lourdes Salamanca, directora técnica del Observatorio.
La Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) va más allá de esto y dice que es necesario que se revise todo el trazado entre Altos de Calima y Loboguerrero porque tiene riesgos de derrumbes en varios puntos, entre ellos los kilómetros 66, 67, 72 y 74.
María Claudia Álvarez, directora de la CCI en el Suroccidente, destacó que para ello se ha propuesto a la Gobernación y al Gobierno Nacional una mesa de trabajo extraordinaria con expertos para evaluar las obras que se deben contemplar para superar la actual crisis, pero ante todo para anticiparse a otras.
Una propuesta que ha impulsado la CCI es que en esos puntos críticos se realicen túneles falsos (estructuras con techo para que las piedras pasen por encima de la vía). “El gremio ha insistido en mirar como ejemplo el tramo 4 (de la doble calzada), donde la combinación entre túneles y viaductos funciona bien. No sabemos por qué no se contempló esta posibilidad en la construcción de la vía en este sector, pero lo cierto es que el tiempo nos ha dado la razón frente a los llamados de urgencia que desde el gremio hemos hecho sobre darle un tratamiento adecuado a los taludes”, afirmó Álvarez.
El Viceministro de Infraestructura, comentó que esta posibilidad no se ha contemplado y cree que con los dos puentes que conforman un gran viaducto será suficiente, pues quedará esa ruta y el actual trazado, es decir, allí estarían las dos calzadas del corredor.
Al respecto, Gabriel Velasco, gerente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi) en el Valle, afirmó que el compromiso con el Gobierno es que sí se van a realizar unos estudios sobre soluciones técnicas en el sector de la carretera más problemático por los derrumbes, para lo cual se tomarán dos meses. “Después de esto se espera que continúen las obras de la doble calzada que faltan (kms 64 y 84 entre Mediacanoa y Loboguerrero) para que entren en operación y se unan a los tramos del corredor Buga-Buenaventura que ya están listos.
Juan Esteban Ángel, director del Comité Integremial del Valle, recordó que hubiera sido muy importante para la región que ya existieran alternativas de movilización como Mulaló-Loboguerrero, un proyecto de cuarta generación. “Por ejemplo, el acta de inicio de esta obra se firmó hace dos años y aún no arranca y en momentos como este se ve su gran importancia”, dijo.
Por ahora, lo que puede esperar el empresariado del Valle es que con suerte y con la estabilización que se le está haciendo a la montaña paren los derrumbes, mientras las obras que están en marcha culminan.