REDES SOCIALES
¿Quién está detrás de la 'epidemia' de noticias falsas que asusta a Cali?
El supuesto robo masivo frente a la Torre de Cali resultó ser otra pieza de la cadena de mentiras que circulan por redes sociales, creando pánico en la ciudad. ¿Qué buscan sus autores?
Un homicidio es suficiente para tomar conciencia sobre la gravedad de compartir noticias falsas que circulan por las cadenas de WhatsApp.
Maikel Eduardo Mabello, un obrero de construcción de solo 23 años, fue asesinado en Ciudad Bolívar, en Bogotá, a manos de una turba indignada porque “se les pareció” a la foto de un hombre que circuló por WhatsApp como presunto ‘robaniños’.
Además de su homicidio, sus dos pequeños hijos quedaron huérfanos.
En Cali, la cadena que hablaba de un supuesto robo masivo frente al Hotel Torre de Cali el pasado fin de semana, hizo que muchos ‘pusieran el trino en el cielo’. Pronto las autoridades desmintieron la versión, luego de revisar cámaras de video, hablar con los vecinos y verificar con la Policía que no había denuncias por el hecho. Todo era mentira. O por lo menos, una confusión.
Nazly Borrero, ingeniera informática especialista es Seguridad Informática y CEO IT Service and Beratung, dice que en el video no se ve ningún robo masivo, pero muchas personas se dedicaron a decir que sí. “¿Por qué no descargan el video que mostró el Secretario de Seguridad, quien dijo ‘yo vi los videos y no vi robos masivos? Además, no hay una demanda por ello’”, cuestiona Nazly.
Al parecer, sí hubo una carrera ilegal de motos, “pero logran indisponer a la ciudadanía y que se arremeta contra el Alcalde y contra el Secretario de Seguridad y el Secretario de Movilidad, porque Cali está pasando por una situación delicada en esos campos, entonces les cuadra perfecto a quienes quienes generar ruido”, comenta Nazly.
Al cierre de esta edición, el viernes circuló un audio que evidenció intereses políticos. Un hombre habla de que Armitage ha tramitado con un funcionario de Migración Colombia, 11.000 cédulas de extranjería para venezolanos, y en 2019, para 20.000 más, a cambio de que voten por (Alejandro) Eder y de puestos en la Administración municipal. Eder rechazó el audio por usar la “xenofobia contra los venezolanos” y porque “es una mentira, es imposible que una persona extranjera pueda votar en nuestro país si no ha residido aquí al menos cinco años”.
Estos son ejemplos de un flagelo que crece como una epidemia: las noticias falsas, que solo, en el 2018, se han triplicado. Lo que empezó como una diversión y tenía un componente lúdico, desde 2017 empezó a aumentar y este año, mucho más. Ahora este tipo de noticias se crean con motivos muy precisos de generar daño a un objetivo específico. Por ejemplo, para afectar la competencia o a un rival corporativo.
Así lo plantea el ingeniero electrónico John Édinson Martínez, CEO de Password Consulting Services, una empresa de seguridad informática que calcula que este año ha atendido diez clientes afectados por este fenómeno en los que la intención era causar daño.
Son empresas afectadas por noticias falsas que dañan su marca, desprestigian sus productos o atacan a ejecutivos de la firma, al punto de generar pánico colectivo entre sus empleados, dice el forense informático. Aunque no todas las empresas informan de estos ataques, porque no quieren poner más en riesgo la reputación de la compañía.
Pero Martínez también se ha ocupado de las ‘fake news’ sobre insegu- ridad en Cali, como aquellas que hablan de atracos masivos donde realmente no ocurrieron. Y dice que casi todas se difunden no tanto por redes sociales, sino por comunidades o grupos de WhatsApp, por dos características que lo hacen el medio ideal para ello.
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Uno, la inmediatez, porque entre más rápida, la gente tiene menos tiempo de validar la fuente y la veracidad de la información. Y dos, por la gran proliferación de grupos de WhatsApp con muchos usuarios, no todos confiables.
“Si usted analiza un chat empresarial, por ejemplo, de allí salen noticias como ‘aviso de fotomulta’, ‘aviso de retenes’, etc. En esos grupos de gremios, todos no se conocen y la gente se agrega asumiendo que todos son confiables”, explica. Entonces, inmediatez y contactos no confiables, es la combinación perfecta para difundir las noticias falsas que afectan la seguridad ciudadana.
“Esa información es tan delicada que tiene consecuencias terribles como matar a una persona en Bogotá. O si las usan para divulgar injurias o calumnias, no verifican, sino que las comparten a personas confiables, entonces se sigue la cadena”, comenta Nazly.
Para Daniel Vivas Barandica, comunicador social y CEO de la agencia proveedora de Influencers #BrandMen, las noticias falsas como las de hechos de inseguridad en Cali, buscan crear una inestabilidad en la ciudad. “Desde que tengo uso de razón, Cali está caliente, parece del Oeste, con los medios se están revelando casos que antes no se revelaban, pero también hay muchos casos que son como para afectar al alcalde (Maurice Armitage)”, dice.
En su opinión, esas noticias falsas obedecen “a intereses oscuros de gente que se está empezando a aprovechar de la alta percepción de inseguridad que hay en Cali para exagerar o atacar a los políticos locales; fue una estrategia de la gente que está en contra de la Administración o de ciertos concejales. Es cierto que están pasando cosas, pero hay otras que se las están inventando.
El influencer comenta que al principio había gente que lo hacía por ocio, por el simple placer de molestar. “Pero ahora lo hacen para tender cortinas de humo y para distraer a la opinión pública se crean contenidos virales por redes sociales y por WhatsApp, para llamar la atención de la gente y que no se fijen en situaciones más dramáticas”.
Para Nazly Borrero, quienes están detrás de las ‘fake news’ son ciberdelincuentes que buscan generar pánico para distraer la atención y ejecutar acciones delictivas.
Ejemplo: “en octubre hubo una ola de noticias de robos de niños, que en realidad no estaba sucediendo. La intención era levantar una cortina de humo para desviar la atención de las autoridades y ejecutar otros delitos en la ‘deep web’, como tráfico de órganos, microtráfico, drogas digitales, pedofilia, y prostitución”, denuncia.
Además, hacen que las autoridades no se enfoquen en combatir el delito real, sino en el delito falso, subraya.
Por ejemplo, hace poco se difundió la noticia falsa del asesinato de un líder estudiantil de la Universidad Nacional en Bogotá, quien lideraba la mesa de conversaciones con el Ministerio de Educación Nacional. El ingeniero Martínez comenta que se pudo haber creado para hacer daño, bien al movimiento estudiantil, o a la negociación misma.
Nazly Borrero denuncia que hay gente a la que le pagan por esto y que se dedican a crear perfiles falsos y a hacer terrorismo digital. Son personas que necesitan dinero, les pagan el internet o una cabina, les mandan las fotografías, el video y les dicen, ‘haga un perfil falso y monte esto’ y lo hacen. “Así empiezan a generar ciberterrorismo”, afirma.
Los ciberdelincuentes se apoyan en este tipo de personas. Los eligen por ingeniería social, metodología para detectar en redes sociales personas que se la pasan publicando que están tristes, que tienen problemas económicos, que pasan dificultades. “Los contactan y les ofrecen: ‘ganá plata por ventas por redes sociales’ o ‘hacé publicaciones y te pagamos’. Es cuando acceden a estas acciones, pero no saben que son delitos informáticos”, explica Nazly Borrero.
Para los expertos, el homicidio de Mabello en Bogotá es un caso extremo. Ahí hay intenciones oscuras hacia esas personas, porque atentar contra la honra de alguien tiene más de delito que de burla. El problema es que WhatsApp no se puede controlar, admiten.
En la epidemia de noticias falsas “sí hay un oscuro deseo, como una intención oscura. Puede ser gente que está en contra del alcalde y hace viral esa noticia, por un motivo político o personal quieren darle palo a la gestión de los gobernantes”, dice Vivas.
¿Dónde se rompe la delgada línea entre la crítica ácida y el delito informático? “Para ello están los roles de la ética y de la ley, dice Vivas, pero indica que a muchos políticos les toca entrar en el juego de las redes sociales o los acaban. “Por ejemplo, Fajardo fue de los que no entró en ello y quedó de tercero en las elecciones. Ellos saben que si no entran en el juego, se pueden quemar ”, concluye el influencer.
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¿Cómo identificar las noticias falsas o 'fake news'?, En este video le explicamos:
Sea más responsable
Verifique si realmente sale de una fuente de noticias como un periódico, un noticiero de televisión o de radio reconocidos, que la esté escribiendo él, que el perfil sea verdadero. Todas las noticias falsas salen de perfiles falsos, con fotografías que no son de la persona que dice ser.
Replican información de que una niña o niño desapareció, pero la gente no llama a ese número que aparece allí para ver si es verdad.
Cada que usted vea una cadena o mensaje de robo de niños, solicite la demanda o denuncia ante la Policía o la Fiscalía. Y cuando aparezca, entonces sí publique lo que tenga que publicar.
Esas cadenas en que piden dinero u oración para un niño, averigüe si está en la clínica donde dicen que está, si el teléfono es verdadero.
Medios se blindan ante las ‘fake news’
La preocupación por el auge de las noticias falsas no es solo local ni nacional, sino de orden mundial. Tanto que fue necesario crear un método para verificar la información, conocido como el Fact Cheking, para los medios de comunicación.
En Colombia, hay dos portales de verificación de noticias, uno de ellos es el portal Colombiacheck, que en menos de seis meses ya desmintió más de 160 noticias falsas, dice Ana María Saavedra, periodista de ese portal.
“Hay portales que se han dedicado a difundir noticias falsas por grupos de WhatsApp y de Facebook, son grupos con un perfil establecido, que fueron creados para apoyar o para atacar a alguien”, explica Ana María.
O también viralizan estas ‘fake news’ por redes sociales como Twitter o Facebook.
Es más, hay portales que difunden solo noticias falsas y lo pregonan en su ‘home’, con micrositios que dicen ‘fake’. La razón es que les da mucho tráfico, cantidades de likes, compartidos y reproducciones y de eso dependen sus ingresos por publicidad. El problema es que más medios o usuarios las difunden como ciertas, dice Ana María.
Otras noticias falsas han llevado a ColombiaCheck a comprobar que también el portal que las divulga es falso, como ocurrió con una página apócrifa del Sena, similar a la original de esta institución, que ofrecía cursos piratas. El objetivo de estas páginas es captar datos de usuarios para venderlos, ponerles trampas o enviarles virus.
Igualmente se ha detectado la existencia de comunidades de ‘haters’ (enemigos) que se dedican a replicar contenidos de odio en redes sociales.
“Los indicios para detectar una noticia falsa es que tiene títulos muy atractivos, invita a acciones como comparte, haz algo por tal causa, esta es tu oportunidad; o también cuando anuncia que ‘esto no te lo dirán nunca medios como Caracol, RCN y demás, o son engañosos”, explica la periodista, quien se dedica a verificar la veracidad de las noticias que circulan por la red.
Es tal la preocupación de redes como Facebook por la ola de noticias falsas, que creó una plataforma para que los usuarios las reporten, de tal forma que cuando otro vaya a compartir una información de ese tipo, recibe una advertencia.
Las noticias falsas están tipificadas en los artículos 269, de los numerales A a la H, de la Ley 1273 de 2012, de delitos informáticos, cuyo autor es el exjuez Alexánder Díaz García.
"Tenemos personas identificadas": Villamizar
Señor Secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Andrés Villamizar: ¿a qué atribuye el auge de noticias falsas y más sobre la seguridad en la ciudad?
Estas cadenas siempre han existido, pero las redes sociales dan mayor facilidad para su propagación. Así, los audios enviados por WhatsApp, los trinos o videos en Twitter y Facebook son un mecanismo de contagio que permite la difusión y viralización de noticias falsas. Y Colombia está entrando en época preelectoral y hay intereses políticos en difundir ciertas noticias, como de seguridad, porque es un tema álgido que le interesa a todos, toca la fibra íntima y por ello las personas se ven motivadas a compartirlas.
¿Quién está detrás de noticias falsas?
Hay ciudadanos bien intencionados que comparten información, otros se equivocan al reportar un hecho como si hubiese ocurrido, pero también hay personas, estructuras y organizaciones que sistemáticamente comparten y magnifican estos hechos con intereses políticos. Es fácil identificarlos porque en sus redes sociales comparten sistemáticamente las noticias negativas, sean verdad o mentira, y nunca comparten ninguna noticia positiva por la ciudad. Otros canales hacen eco de problemas de inseguridad, pero también replican las noticias positivas. Cuando uno ve ese interés de replicar únicamente lo negativo, ve que son personas con un interés de afectar la administración y así favorecer sus intereses políticos con miras a las elecciones 2019.
¿Y puede dar nombres?
He identificado algunos en mi cuenta de Twitter, pero mis asesores me dicen que no lo haga más porque es darles eco, lo que ellos buscan, entrar en controversias para ganar audiencia, son personajes con escaso respaldo político e influencia. Los caleños son inteligentes, entienden quiénes tienen el interés de favorecer la ciudad y quiénes quieren generar una percepción de caos y de pesimismo para favorecer sus intereses políticos de manera mezquina.
Dicen que las noticias falsas buscan tumbar al Secretario de Seguridad...
A mí me tiene sin cuidado. El importante no soy yo, sino el bienestar de la ciudad. No me importa que hablen mal de mí, esas mismas personas se han dedicado a calumniarme y no les he dado importan- cia para no darle alcance a sus bellaquerías. Pero cuando se ponen en el plan de afectar el bienestar de la ciudadanía, tomamos medidas drásticas desmintiéndolos. Con los asesores jurídicos, analizamos caminos para denunciarlos. Así como la conducta de generar pánico está sancionada, hay herramientas en la normatividad de delitos informáticos, para poner control y evitar hechos como el de Bogotá, donde una persona perdió la vida por una cadena que resultó ser falsa.
Sancionar a los autores de ‘fakes’, un lío
El forense en informática John Édinson Martínez asegura que en ciertos casos se logra llegar al origen de la ‘fake news’ en redes sociales. Pero cuando es por WhatsApp pocas veces se consigue identificar al que hizo el primer envío, porque generalmente lo hacen de números celulares prepago, que no están registrados, entonces no hay cómo establecer quién es y rara vez se llega a la judicialización.
“Si se llega a la fuente, no es tan fácil asociar el delito a un nombre, a un número de cédula, a una persona. Es lo más complicado en el mundo informático; por eso hay tal grado de impunidad en este tipo de delitos”, sentencia Martínez.
El experto explica que a veces al cliente solo le interesa conocer la fuente para aplicar una sanción interna, como despedir al empleado, por ejemplo. En otros, sí se pone la denuncia ante la Fiscalía.
Esa decisión de instaurar acciones judicales depende de la equivalencia económica al daño causado, como el perjuicio al buen nombre o la marca. “Cuando el cliente lo tasa en un costo significativo, generalmente inicia acciones legales. Tuve un caso en el que el dueño de una firma tasó su daño reputacional a la marca y a la pérdida de clientes, en más de $600 millones”, relata Martínez.
Tuvo otro cliente cuya empresa fue objeto de noticias falsas alrededor del clima laboral, de que había acoso laboral, acoso sexual y muchas mentiras más. Al punto de que el Ministerio del Trabajo hizo una investigación y encontró que no se presentaba nada de eso, sino que era una campaña de difamación concebida por algunos empleados.
“La empresa tomó la decisión de despedir de manera preventiva a esos empleados que habían iniciado la difusión de esas noticias falsas por temas personales, pero no se pudo instaurar denuncia porque no se logró tener pruebas contundentes para iniciar un proceso judicial”, cuenta John Édinson Martínez.
Nazly Borrero recuerda el caso de una fundación que cada vez que publicaba sus logros en redes sociales, les tumbaban esos contenidos y al contrario, hablaban mal de la entidad, posteaban que robaban a los clientes y alcanzaron a contactar a muchos para hacerles mala fama.
Ella narra que, tras identificar de dónde venía la información, acudieron a la Fiscalía a poner el denuncio, bloquearon unos contactos por medio del proveedor de internet para que no pudieran sabotear más la página web, contactaron a los clientes y les contaron la verdad para resarcir el daño. “El autor de esa información falsa fue una persona que despidieron de la entidad y la Fiscalía ya abrió proceso por acceso abusivo a página y daño al buen nombre, lo que le puede dar de 18 a 20 años de cárcel”, informa Nazly.
“En Colombia, crear pánico económico es un delito; atentar contra el buen nombre de una firma o persona también y de hallar el responsable de esas acciones, debe caerle todo el peso de la ley, pero como hay un alto índice de impunidad, se continúa generando mucha información falsa”, denuncia Martínez.
Los expertos consultados coinciden en que muchas veces la gente no tiene intención de hacer daño y lo que sucede es que algunos usuarios le dan ‘like’ a un mensaje o lo retuitean sin validar la información. “La falta de conciencia, de conocimiento y de cultura de los ciudadanos es lo que afecta; por eso, lo aconsejable es no reenviar” ningún contenido sin antes corroborarlo con fuentes creíbles, advierte John Édinson Martínez.
La recomendación es verificar la fuente y la fecha. “Por ejemplo, la cadena que alerta sobre un virus informático. El virus sí fue dañino, pero pasó hace cinco años. Hoy ya está corregida esa vulnerabilidad, pero como no se valida, termina por causar problemas a las empresas, que se desgastan solucionando problemas que no existen”, señala el ingeniero Martínez.
No validar las fuentes primarias de lo que se divulga en las redes puede generar un pánico colectivo e, incluso, llevar a desenlaces trágicos como el ocurrido en Bogotá con Maikel Eduardo Mabello.