Una veladora prendida, un rosario y una nota con el objetivo del partido, son los elementos que no pueden faltar en la casa de los Usme antes de cada encuentro que disputan Catalina y Andrés, la capitana y el técnico del América de Cali femenino.
Mañana, la casa de sus padres, en Medellín, será testigo una vez más del ritual que hace su mamá, esta vez antes del encuentro más importante de todos: la final de la Liga Femenina.
Vea el gesto del equipo masculino del América de Cali con las jugadoras al final del partido ante el DIM
El País habló con la capitana y referente del conjunto americano antes de la final que jugarán este lunes ante el DIM desde las 8:00 p.m en el Atanasio Girardot. El equipo llega con ventaja de dos goles, pero se ha preparado para ampliarla y ser campeón en Medellín, la tierra de Catalina.
El ánimo de la gente, el ánimo del Pascual, el resultado del martes, ¿se soñaban así esta primera final?
Desde un principio queríamos llegar a la final, el equipo tenía muy claro que no podíamos defraudar a toda la hinchada que fue a acompañarnos. Teníamos que hacer un partido inteligente y gracias a Dios cada una cumplió su rol de la mejor manera y pudimos sacar el resultado.
¿Cómo vive el momento en el que la central pita una falta para América y el equipo tiene posibilidad de gol suyo?
Siempre que hay una pelota quieta me paro con la convicción de que va para adentro, yo creo que ese ha sido el éxito de mis cobros. Yo sé también que cada que voy a cobrar las arqueras dicen “bueno, y aquí qué”, la energía también juega a favor. Cuando uno duda, las cosas no salen bien y en mi cabeza nunca ha habido duda cuando me paro al frente de un balón.
¿Cómo maneja Catalina Usme la convicción y seguridad que tiene en la cancha?
Ha sido un proceso de toda la vida. Yo vi entrenamiento mental 7 años y eso me cambió la perspectiva de muchas cosas. Procuro concentrarme mucho y no escuchar alrededor.
¿Cómo le comparte eso a las jugadoras más jóvenes?
Es algo que ellas tienen que vivir para aprenderlo. La mejor forma de liderar es a través del ejemplo y así lo hago yo. Cuando los partidos están muy calientes procuro no salirme de la ropa, manejar un genio parejo y que ellas vean que sí se puede, independiente de cómo se presenten los partidos.
El ambiente familiar del grupo, ¿cómo se ha formado?
Lo hemos construido a base de confianza. Aquí todos podemos dar nuestro punto de vista y se va a entender de la mejor manera. Tenemos momento de recocha y momentos de trabajo, este grupo tiene una alegría única y es lo que reflejamos.
¿Cómo vive jugar la final con el América de Cali?
Muy feliz, no tengo palabras para expresar el momento que estoy viviendo y ha sido un gran año para mí en todo el sentido de la palabra.
Un sueño de familia, con su hermano, un proceso que han construido los dos ...
Total, nosotros hemos pasado por muchas etapas, pero no habíamos tenido la oportunidad de vivirlo de esta manera, es la primera vez que tenemos un torneo tan importante juntos y estamos en la final. Lo más importante es el amor que le hemos puesto a este trabajo.
¿Qué habla con Andrés en la casa, cuando terminan los entrenos?
En la casa solo se habla de fútbol, todo el día es fútbol. Si yo tengo alguna sugerencia que hacerle o si le puedo aportar algo de lo que está pasando en el grupo a nivel interno, le digo; o si él percibe algo desde afuera que le falte al grupo, me lo dice. Es un buen complemento porque hay confianza.
¿Cómo inició el amor al fútbol en su casa?
Desde muy pequeños en casa el fútbol lo era todo para todos, para mi papá y nosotros, para mi mamá no tanto, pero le tocó y ella toda la vida me ha dicho “desde que sea deporte, haz lo que tú quieras; si eso te hace feliz, no tengo problema”.
Usted es la menor de la casa y Andrés el mayor, ¿su hermano del medio también juega fútbol?
Él siempre jugó, muy bien, mejor que nosotros, pero nunca quiso más. Se dedicó a otras cosas, hoy es delineante de arquitectura, no tiene nada que ver, pero nos tiene a Andrés y a mí llenos de fútbol.
¿Dónde están sus papás, y cómo viven con ustedes este proceso?
Mis papás vinieron y pasaron toda la temporada de la Liga acá, por un inconveniente ahora están en Medellín y van a estar este lunes con nosotros en el estadio. No podría perder la oportunidad de tenerlos en un momento tan importante.
¿Quién le da fuerza y la recarga para cada partido?
Mi mamá y mis sobrinos son el motor de mi vida. Yo amo mucho a mi familia y ellos cuatro lo son todo.
¿Qué piensa Catalina antes de salir a la cancha?
Le pido a Dios que ponga lo que tenga que poner para que las cosas salgan de la mejor manera, y si es su voluntad, que ganemos, maravilloso; y si no, de cualquier forma lo voy a aceptar.
¿Cómo afronta una derrota?
La afronto con tranquilidad. Uno debe estar listo para todo, se debe entrar con la convicción de ganar, si en el momento no se dio, es porque todavía hay algo por aprender, todavía la vida no te tiene preparado para lo que vas a recibir.
Algo que no le pueda faltar el día que juega … ¿un amuleto, un ritual?
Lo único que no me puede faltar es hablar con mi mamá y decirle que ore y que prenda su veladora por el partido y por todos, tanto por nuestro equipo como por el contrario.
Andrés y usted están cerca de cumplir un sueño en casa, pero con otro equipo...
Cuando yo me fui de Medellín mi mamá me dijo: “váyase que nadie es profeta en su tierra”. Vine a Cali y he sido muy feliz acá, justo voy a disputar una final en mi tierra. Quiero celebrar allá con toda mi familia, con la gente que me conoce, con la que jugué fútbol toda la vida. Va a ser un momento muy especial.
¿Cómo está el equipo hoy?
Estamos tranquilas, pero seguras. No vamos a regalar nada, vamos por lo de nosotras y con la firme convicción de que lo vamos a lograr.