El primer título de Liga Femenina que llega a las vitrinas del América es una cuestión de equipo, pero es indudable que en ese colectivo hubo individualidades que se destacaron.
Catalina Usme, figura rutilante del equipo y ejemplo para sus compañeras, fue la encargada de comandar los hilos del ataque escarlata, asistiendo a sus compañeras y añadiéndole una pegada exquisita que quedarán en la retina por muchos años.
Lea también: Así quedaron los grupos de la Copa Libertadores femenina, ¿con quién jugará América?
Los hinchas del ‘Diablo’ no olvidarán los dos goles ante Nacional —uno en cada partido de la serie—, el golazo de tiro libre para definir el duelo ante Millonarios por las semifinales, ni el tanto que abrió la cuenta en la final.
Ya tenía el corazón de los fanáticos rojos desde hace rato, pero con un acto maravilloso de profesionalismo conquistó el de los incrédulos.
Menos de 24 horas después de conseguir la medalla de oro panamericana con la Selección Colombia en Lima (Perú), estuvo en Cali para disputar el segundo clásico vallecaucano.
Jugó unos minutos que le permitieron a las dirigidas por su hermano definir el juego contra el Cali.
Junto a Catalina, hay otra futbolista que genera respeto y transmite confianza a las demás jugadoras. Se trata de Carolina Pineda, férrea volante, siempre con la fuerza necesaria para trabar el balón y dar salida a las suyas. Eso, con el añadido de su valiosa pegada, que puso a delirar a los hinchas en el Pascual en la primera jugada.
Si hubo una capitana ‘sin banda’, esa fue Carolina Pineda, que no faltó a ninguna cita para defender a sus compañeros cuando se presentaron altercados con futbolistas rivales.
Carolina, además de jugadora, es profesora y fundadora del Club Atlético Atlas, de donde salieron talentos como Nathalia Giraldo y la misma Linda Caicedo, revelación de la tercera edición de la Liga.
Linda, una de las cinco jugadoras que componen la legión de las ‘Caicedo’ en el América, se cansó de marcar goles con las rojas para catapultarlas al título.
En el debut ante Cortuluá, Linda se dio a conocer con un golazo en el que dio muestra de su habilidad para “mandar a estudiar”, como dijo el narrador Carlos Armando Gómez, a las defensoras tulueñas.
La tarde de ensueño para la delantera llegó, nada más y nada menos, que el sábado 10 de agosto, en el clásico ante el Cali en el Pascual Guerrero.
Fueron tres goles de Linda, el último de ellos para deshacer el empate que a las verdiblancas tanto les había costado obtener.
Las arrancadas en velocidad, los ‘slaloms’ y la fiereza para mantener el balón junto a sus pies son características de Linda, que seguramente ya reconozcan todos quienes apoyaron al América en el camino a un sueño.
Otras ‘guerreras’ consagradas
Si hay un punto por mejorar en el fútbol femenino es el rendimiento de las arqueras. Sin embargo, Nathalia Giraldo, a sus 16 años, brindó plena seguridad al arco escarlata durante el torneo.
En defensa, Rossy Caicedo, a sus 31 años, fue garantía en el juego aéreo, en defensa y ataque. Estuvo bien acompañada por Kelly Caicedo.
En ataque, la segunda goleadora Farlyn Caicedo carga consigo el haber sido un factor diferencial en las semifinales ante Millonarios, con un doblete.
Mención especial para la paisa Daniela Henao, la guacariceña Gisella Robledo y las laterales Kelly Ibargüen y Alejandra Ararat, de incansable trabajo por las bandas.