Cuatro técnicos colombianos, un uruguayo, un portugués, un brasileño y un argentino se han sentado en el banco del América desde que Tulio Gómez es propietario del equipo. Pero, sin duda, su más importante apuesta es la de Juan Carlos Osorio, el risaraldense de 59 años que desde el pasado miércoles dirige a los ‘Diablos’.
Osorio es el técnico de mayor perfume en los últimos años en el América. Se formó como entrenador en la Liga Premier con el Manchester City, dirigió en la MLS, también al Sao Paulo brasileño, ha ganado siete títulos con Once Caldas y Atlético Nacional en Colombia, comandó a la selección de México en el Mundial de Rusia 2018 (donde derrotó a la campeona Alemania) y estuvo también con el combinado absoluto de Paraguay. Indiscutible como estratega.
Tulio ha puesto en el banco rojo al técnico más costoso de la Liga. Pero, también, al más estudioso y ganador, quien ha advertido, más de una vez, que le gustaría ser campeón de la Copa Libertadores con América.
No en vano, el proyecto Osorio es, inicialmente, de dos años, y abarca mucho más que el manejo del equipo mayor. Sus ojos están puestos también en las bases. No ha sumado nombres rutilantes a la nómina. Sabrá él si el plantel sea suficiente.
Su estilo es controversial. Es un hombre lejano a la prensa. Dicen que deja abandonado un proyecto si aparece otro mejor. Algunos cuestionan inclusive su personalidad. En fin. Ojalá esto sea de lo que menos se hable en la era de Osorio en el América.
Concentrémonos en el fútbol, que es lo que realmente importa. Esta es una apuesta seria. La más seria de Tulio, si se quiere. Y un proceso es exitoso cuando se deja madurar. Algo que no sabemos entender en Colombia, donde importa más el negocio que la pelota.
Dejemos trabajar a Osorio. Todos.