La frase de cajón que siempre se escucha cada que un equipo está de romance con el arco contrario, 'goles son amores', en esta ocasión no encaja en la situación que vive el América en la Liga.

Por el contrario, a los rojos de Cali les viene bien otra de las máximas del fútbol, 'sin goles no hay paraíso', porque precisamente esa carencia los tiene al borde el precipicio, poniendo en riesgo la clasificación a la siguiente fase del certamen.

Y como si fuera una rueda de prensa repetida, el técnico Alexandre Guimaraes volvió a lamentarse por las opciones de gol perdidas en el clásico del domingo ante el Deportivo Cali, que perdió 1-0.

Ya lo había dicho una semana atrás cuando empató 0-0 con Nacional en el Pascual Guerrero.

“Tenemos que insistir en el tema de la definición porque perdimos varias opciones claras, y esa situación nos puede complicar si no tenemos tranquilidad a la hora de encarar el arco rival”, señaló Guimaraes el pasado 2 de octubre.

El domingo se repitió la historia después del juego ante el Cali: “En este partido llegamos muchísimas veces, con mucha claridad, y las dejamos ir; si queremos clasificar no podemos dejar ir eso, no podemos”, señaló altamente preocupado el timonel de los escarlatas.

Los números dicen claramente que América atraviesa un difícil momento en cuanto al gol: en 16 partidos solo ha hecho 14 anotaciones, es decir, ni siquiera un gol por partido.

Y en ese ítem lo superan clubes modestos como Equidad, con 21 goles anotados; Unión Magdalena 19; Envigado, Patriotas y Petrolera con 17 y Bucaramanga 16.

Deportivo Cali, que es penúltimo, también lo supera con 18 anotaciones convertidas.

¿Qué está pasando?

Antes del clásico, precisamente un goleador de los rojos, Adrián Ramos, reclamaba tranquilidad en el momento de encarar el arco contrario.

“No hay que desesperarse, hay que tener cabeza fría y mucha tranquilidad porque los goles van a llegar”, dijo el delantero centro de los escarlatas.

Curiosamente, tranquilidad, fue lo que no tuvieron en el clásico hombres como Juan David Pérez, Gianfranco Peña y el mismo Ramos, quienes perdieron opciones claras, especialmente en el primer tiempo.

“Vamos a hablar con los muchachos para ver esta situación”, dijo Guimaraes.

Carlos Sierra, volante mixto y curiosamente el goleador del América en la Liga con tres anotaciones, también se mostró inquieto por las opciones perdidas.

“Ante el Cali salimos contrariados porque dejamos escapar la posibilidad de ganar el partido; no estuvimos claros con el gol, perdimos varias opciones y, como dice el dicho, si no los haces los ves hacer y eso fue lo que nos pasó”, manifestó el volante escarlata.

Otros motivos

Además de la tranquilidad, a los delanteros rojos los está absorbiendo la ansiedad por marcar.

Se vio en el duelo ante Nacional de hace una semana en el Pascual, y se manifestó una vez más el domingo contra el Cali en Palmaseca.

En esos dos encuentros, Juan David Pérez lució ansioso por querer convertir y eso lo llevó a cometer errores en la definición; lo mismo pasó con Gianfranco Peña, y en algunos momentos con Adrián Ramos, quien incluso ha ensayado una fórmula poco usual en él para volver al gol, la media distancia, sin suerte hasta el momento.

Le tocará al técnico Guimaraes y a sus artilleros afinar puntería para volver a romper las redes contrarias y poner de moda una vez más aquella frase de que 'goles son amores', lo que le aseguraría al equipo la clasificación para la siguiente ronda de la Liga colombiana.