Las ojeras y las bolsas son algunos de los problemas más comunes en la piel del rostro. Su aparición puede estar relacionada con el estrés, la ansiedad, una mala alimentación, así como pocas horas de sueño o la exposición excesiva a la luz azul.

Uno de los ingredientes naturales popularmente usado para este fin es el aloe vera, un extracto vegetal que gracias a sus propiedades calmantes funciona como agente hidratante para la piel. Por sus características, es ideal para hidratar la zona de la ojera, pues la piel usualmente se reseca con facilidad.

El aloe vera es uno de los extractos naturales comúnmente utilizados en el rostro. | Foto: Getty Images

A su vez, la acción calmante que aporta el aloe reactiva la circulación sanguínea, por lo que la piel se descongestiona y poco a poco desaparece el tono morado, café o grisáceo que puede formarse en la zona de la ojera.

A diferencia de otros ingredientes cosméticos, el aloe vera no provoca algún tipo de irritación o hinchazón en la piel, siempre y cuando no exista una alergia relacionada con este extracto.

Hay que destacar que en el mercado existen diferentes productos con extracto de aloe vera, específicamente para el cuidado del contorno del ojo. No obstante, hay quienes prefieren utilizar tratamientos completamente naturales.

Para utilizar el aloe vera como tratamiento casero, debe cortar la hoja de la sábila y extraer únicamente el gel transparente que contiene. Este líquido puede ser llevado a la licuadora para conseguir una mezcla más homogénea.

Si lo desea, también puede añadir un aceite esencial que pueda utilizarse en el rostro. Y luego de tener la consistencia deseada, lleve la mezcla a un recipiente para hacer hielo y refrigere por algunas horas. De esa manera, podrá aplicar uno o dos cubos de aloe cuando sienta que su rostro necesite más hidratación.

El aloe vera es un extracto vegetal que gracias a sus propiedades calmantes. | Foto: Getty Images

La recomendación para utilizarlos es no aplicar directamente, teniendo en cuenta que el frío podría llegar a quemar la piel. Lo ideal es colocar los hielos en un paño y hacer un masaje circular suave por el rostro.