El maquillaje de ojos es una de las técnicas más poderosas para realzar la belleza natural y definir la mirada. No obstante, para conseguir el mejor resultado, es esencial adaptar las técnicas de maquillaje a la forma y color específicos de los ojos. Esto no solo garantiza que los ojos se vean más grandes y expresivos, sino que también ayuda a destacar su color natural, creando un look armonioso y equilibrado.
Maquillaje según la forma del ojo
La forma juega un papel crucial en la elección de las técnicas y productos. Por ejemplo, en los ojos almendrados, que se consideran los más equilibrados, se puede experimentar con diferentes estilos. Un delineado clásico o un ojo ahumado (smokey eye) son opciones que resaltan su simetría natural.
En el caso de los ojos redondos, la clave está en alargar la forma visualmente. Para esto, es recomendable aplicar una sombra más oscura en la esquina exterior del ojo, extendiéndola hacia afuera, y un delineado más grueso en la parte superior del párpado que se adelgace a medida que se acerca al lagrimal. Esto crea un efecto de ojos más alargados y rasgados.
Para los ojos encapotados, en los que el pliegue del párpado superior es menos visible, es importante evitar sombras demasiado oscuras en todo el párpado. En su lugar, se recomienda aplicar una sombra más clara en el párpado móvil y una más oscura justo por encima del pliegue, difuminándola hacia arriba para crear la ilusión de mayor profundidad. Delinear el borde inferior de las pestañas también puede ayudar a definir la mirada sin sobrecargar los párpados.
Técnicas según el color de los ojos
El color de los ojos también es determinante al elegir las tonalidades del maquillaje. Los ojos marrones, por ejemplo, son versátiles y pueden lucir bien con una amplia gama de colores. Para un efecto dramático, las sombras en tonos morados, dorados y verdes resaltan el cálido tono marrón. Por otro lado, los delineados en negro o marrón oscuro son ideales para definir y profundizar la mirada.
Los ojos azules, en cambio, se benefician de tonos cálidos que contrasten con su color natural. Las sombras en tonos anaranjados, cobre y terracota son perfectas para resaltar el azul de los ojos. Un delineado en tonos marrones o gris oscuro puede suavizar el contorno y evitar que los ojos se vean demasiado fríos.
Para los ojos verdes, los tonos rojizos y morados son la elección perfecta, ya que estos colores complementan el verde en el círculo cromático, haciendo que los ojos destaquen. Además, el uso de sombras en tonos tierra, como el marrón y el bronce, puede intensificar el color verde de los ojos. Un delineado en color negro o marrón puede acentuar aún más esta característica.
Además de adaptar el maquillaje a la forma y color de los ojos, existen otros consejos que pueden ayudar a conseguir un acabado profesional. El uso de una prueba de sombras es esencial para garantizar que el maquillaje se mantenga en su lugar durante todo el día. Esto es especialmente importante para quienes tienen párpados grasos, ya que probarlo evitará que las sombras se acumulen en el pliegue del ojo.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.