Las ojeras son un problema común que puede afectar a cualquier persona, sin importar la edad o el tipo de piel, ya que estas pueden ser causadas por diversos factores como la falta de sueño, el estrés, la genética o la deshidratación.
Aunque suelen ser una molestia en el día a día, estas se pueden tapar fácilmente con el maquillaje adecuado y así lucir una mirada fresca y descansada.
El primer paso es preparar bien la piel. En principio se debe limpiar el rostro con un limpiador suave y aplicar una crema hidratante ligera. Para el área de los ojos, se recomienda utilizar un contorno de ojos hidratante que ayude a suavizar la piel y reducir la apariencia de las ojeras.
Es de recordar que estos productos se deben dejar absorber correctamente sobre el rostro para garantizar que el maquillaje luzca bien.
Posteriormente, se debe aplicar un corrector de alta cobertura que se acerque a su tono de piel. Se recomienda elegir un corrector líquido o en crema que sea un tono más claro que el de la base de su maquillaje.
Aplique el corrector en tres puntos estratégicos debajo del ojo y difumine bien con una esponja o una brocha para obtener una cobertura uniforme y natural. Asegúrese de no arrastrar el corrector, sino de difuminarlo con toques suaves para una mayor cobertura.
Para fijar el corrector y evitar que se acumule en las líneas finas, aplique una pequeña cantidad de polvo traslúcido con una brocha suave. El polvo traslúcido ayuda a mantener el corrector en su lugar durante todo el día y a mantener un acabado mate.
Como toque final, aplique un iluminador en el lagrimal y debajo del arco de la ceja para dar un toque de luminosidad adicional a la mirada. Esto no solo ayuda a desviar la atención de las ojeras, sino que también da un aspecto más despierto y radiante.