El uso de perfume es una práctica común para muchas personas, que disfrutan de la fragancia a lo largo del día. Sin embargo, hay lugares del cuerpo donde no es recomendable aplicar estos productos, y uno de ellos es el cuello. En este artículo, se explora por qué no se debería poner perfume en el cuello y los riesgos asociados.
La piel del cuello: Delicada y sensible
La piel del cuello es especialmente fina y sensible en comparación con otras áreas del cuerpo. Esta característica la hace más susceptible a irritaciones y reacciones adversas. Los perfumes contienen alcohol y otros compuestos químicos que pueden ser agresivos para la piel sensible del cuello.
Al aplicarlo en esta zona, existe el riesgo de desarrollar enrojecimiento, picazón, y en casos más graves, dermatitis de contacto, sin olvidar el punto que detalla Michelle Peiret, especialista en nutrición y bienestar, el cual alerta sobre los riesgos de aplicar estos productos en el cuello.
La glándula tiroidea y su sensibilidad a los tóxicos
Michelle Peiret ha señalado en sus redes sociales la necesidad de tener precaución con el uso de perfume en el cuello. Aunque el perfume puede tener un efecto positivo en el estado de ánimo, Peiret advierte que también puede ser tóxico. El cuello es una zona cercana a la glándula tiroidea, que es particularmente sensible a las sustancias químicas.
La glándula tiroidea desempeña un papel crucial en la regulación hormonal del cuerpo. Alteraciones en su funcionamiento pueden tener consecuencias significativas para la salud. Según Peiret, los perfumes contienen una mezcla de fragancias que, en realidad, son una etiqueta para numerosos tóxicos. Estos componentes pueden penetrar la piel y afectar la glándula tiroidea, lo que podría llevar a disfunciones y otros problemas de salud.
Disruptores endocrinos en los perfumes
Dentro de la composición de los perfumes se encuentran sustancias conocidas como disruptores endocrinos. Michelle Peiret explica que estos químicos pueden desequilibrar las hormonas del cuerpo. “Algunos de los componentes del perfume actúan como un disruptor endocrino, desequilibrando las hormonas y causando una mayor disfunción tiroidea, entre otros efectos adversos”, señala.
Los disruptores endocrinos interfieren con el sistema hormonal, afectando la reproducción, el desarrollo y el metabolismo. La exposición continua a estos químicos, especialmente en una zona tan sensible como el cuello, puede aumentar el riesgo de problemas de salud a largo plazo. Además de la disfunción tiroidea, estos efectos adversos pueden incluir trastornos metabólicos y problemas reproductivos.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.