El pasado 13 de junio se llevó a cabo el foro Juntos por Cali, un espacio que generó conversaciones valiosas entre instituciones públicas y privadas sobre la importancia de la integración entre la población migrante venezolana, retornada y la población local para el desarrollo económico de la ciudad y la región.
Esta iniciativa fue liderada por el periódico El País en alianza con el Proyecto Integra de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID.
Vicky Perea, directora del periódico El País, contó que la migración de personas venezolanas ha aportado una diversidad de conocimientos, talentos y perspectivas a la ciudad que pueden ser un motor de crecimiento y desarrollo para el país, no obstante, es un proceso de adaptación que requiere del apoyo de la creación de políticas que garanticen una integración efectiva y beneficiosas para todas las personas.
“Este foro tiene el objetivo de analizar y debatir el panorama económico de nuestra ciudad, de la mano de las personas migrantes provenientes de Venezuela y de los colombianos retornados. Cali se encuentra ante un desafío y una oportunidad única, la migración no sólo transforma las dinámicas del tejido social, sino que también impacta en nuestra economía, por eso, es fundamental que comprendamos estos cambios y trabajemos para aprovechar las oportunidades y enfrentar los retos juntos, como una sola nación”, explicó Vicky Perea.
A estas palabras se unió Mauricio López Posada, director del Proyecto Oportunidades sin Fronteras de USAID, quien explicó que la migración se debe ver como una oportunidad. Asimismo, este expresó su agradecimiento ante las acciones que organizaciones privadas y públicas hacen por la integración entre la población migrante venezolana, colombianos retornados y locales.
En el mundo hay más de 7 millones de migrantes provenientes de Venezuela, de los cuales, el 85% está en América Latina y el Caribe. Se estima que de esa cifra cerca de 3 millones han llegado a Colombia buscando mejores condiciones de vida. Este flujo migratorio está compuesto en su mayoría por población económicamente activa.
“La migración se puede ver enfocada al desarrollo local y a las bondades que ofrece. Sabemos que el bono demográfico que trae esta población, bien aprovechado y con una estrategia de regularización e integración, puede contribuir de manera muy importante en el desarrollo económico local”, aseguró Posada.
De acuerdo con la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia, Asobancaria, en el año 2023, la población migrante venezolana adquirió más de 800 mil productos del sector financiero, lo cual muestra la dinámica económica que se está generando en esta población.
‘Juntos por Cali’
El foro se desarrolló a través de dos paneles en los que participaron representantes de empresas del sector público y privado, estos dieron a conocer las acciones que se están haciendo en pro de la integración de esta población, al igual que las ventajas y los retos que hay para incorporar económicamente a la población migrante venezolana.
En el primer panel, llamado ‘El rol de la migración venezolana en el crecimiento económico y desarrollo social de Cali’ estuvo presente Laura Lozano, subdirectora de promoción en la Unidad del Servicio Público de Empleo, Mariana Caicedo, subdirectora ejecutiva de ProPacífico, Luis Fernando Pérez, presidente de la Cámara de comercio de Cali y Ossiel Villada, jefe de redacción del periódico El País como moderador.
Laura Lozano, subdirectora de promoción en la Unidad del Servicio Público de Empleo, recordó la importancia de que las personas accedan a la ruta de empleabilidad a través de las agencias de empleo.
“En el 2016 las personas migrantes venezolanas que se acercaban al servicio público de empleo eran muy pocas. En ese entonces, solo el 3% lograban una colocación efectiva, hoy en día esa cifra subió al 27%. Hemos avanzado, pero siguen los retos, de hecho, se tiene la constancia de que hay 270.000 personas migrantes registradas y aún seguimos con el desafío de contarles a esta población que existe esa oferta”, dijo.
Y añadió que se deben seguir insistiendo en los procesos, en la contratación inclusiva y en identificar los requerimientos de la población migrante venezolana para crear políticas públicas acorde a sus necesidades. “Unir esfuerzos es el camino”, aseguró Lozano.
A su turno, Mariana Caicedo, subdirectora ejecutiva de ProPacífico, compartió las acciones que se han llevado en garantía de la cohesión social, entendiendo que la integración es un proceso largo y Cali está caminando hacia ello.
“No podemos seguir construyendo paradigmas y estigmas, debemos trabajar por el bien común y por la integración entre las personas. Tenemos fundaciones trabajando con migrantes venezolanos y hemos logrado abrir una conversación sincera sobre las barreras ocultas que existen no solo para los migrantes, sino también para la población vulnerable que tenemos en la ciudad. Y hemos logrado firmar un pacto de inclusión con más de 150 empresas que están comprometidas”, contó Caicedo.
Ejemplo de esto es Compromiso Valle, en el que se trabaja de la mano con fundaciones como SIDOC. “Ahora las empresas están empezando a mirar en zonas donde antes no se hacía para involucrar a las personas y eso es ganancia. La Fundación Carvajal también ha logrado hacer una ruta inclusiva para la población migrante venezolana. Hay mucho por hacer, pero Cali hoy es una ciudad distinta, que estaba fragmentada, pero hoy está trabajando en una reconstrucción”, expresó Caicedo.
Por su parte, Luis Fernando Pérez, presidente de la Cámara de Comercio de Cali, aseguró que hay 630 empresas registradas de población venezolana y resaltó la importancia de las agencias y cooperantes que ponen en la agenda pública los temas migratorios.
“Nosotros como Cámara de Comercio somos orgullosamente parte de Compromiso Valle y uno entiende la lucha por incluir los temas de migración en la agencia pública en Colombia. Trabajamos en los diferentes programas como Prospera, Cámara a la calle, Cali vibrantes, nos ha permitido territorializar la oferta de la Cámara de Comercio y con esto, a medida que vamos llegando a los diferentes lugares de la jurisdicción nos hemos encontrado con población migrante económicamente activa, que vamos vinculando como empresarios y no como un enfoque diferencial. Ahí, en alianza con los actores que trabajan con enfoque diferencial, sean fundaciones o cooperantes, podemos hacer un mejor trabajo. Enamorémonos del impacto económico positivo de la migración”, finalizó.
Estrategias verdes
Por otra parte, la Agencia de Cooperación de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, tiene una estrategia climática, con una línea de tiempo hasta el 2030, que busca generar un trabajo articulado con actores públicos y privados de cada uno de los países y ciudades donde tiene intervención, esto con el fin de establecer su visión de un mundo resiliente, próspero y equitativo con emisiones netas cero de gases de efecto invernadero.
Para lograr dar cumplimiento a que todas las líneas de USAID estén direccionadas a fomentar acciones equitativas y ambiciosas para afrontar la crisis climática, el proyecto Oportunidades sin Fronteras, desarrolla una estrategia de empleos y negocios verdes, que busca generar nuevas oportunidades económicas para la población migrante, los colombianos retornados y las comunidades de acogida, a través de oportunidades de emprendimiento y de inclusión laboral formal.
Bajo esta premisa, en el segundo panel se explicaron las acciones que se hacen en pro del cuidado y la preservación del medio ambiente. Así como los principales retos y las oportunidades que involucran a la población migrante venezolana, retornada, colombiana.
Este panel estuvo bajo la moderación de Darlin Rodríguez, Líder de emprendimiento de Oportunidades Sin Fronteras de USAID y contó con la participación de Mauricio Mira Pontón, director del departamento Administrativo del Medio Ambiente, Dagma, Santiago Gómez, gerente de la incubadora TRULAB, Marcela Mejía, gerente de la Siderúrgica de Occidente, SIDOC y Hernando Uribe Castro, director del doctorado en Regiones Sostenibles, de la Universidad Autónoma de Occidente.
Fue así como el foro Juntos por Cali se posicionó como un espacio que abrió la conversación sobre el impacto positivo de la población migrante proveniente de Venezuela que contribuye al crecimiento económico y desarrollo social de Cali.