El Observatorio de Seguridad de Cali dio a conocer que entre el 1 de enero y el 30 de junio del 2023 se han emitido en la ciudad un total de 21.422 órdenes de comparendo a individuos por hechos de desacato a la autoridad.
Esta cifra es mucho más alta que la del mismo periodo de tiempo en 2022 (5429) y 2021 (15.034), y es una muestra del deterioro que ha sufrido el respeto por la institucionalidad.
A nivel nacional las cifras también son desalentadoras. La Policía reveló que se han capturado 1886 personas por el delito de ataque al servidor público en el acumulado del 2023, hechos que pueden llevar a los agresores a pagar penas que van desde los cuatro hasta los ocho años de prisión.
Luis Felipe Barrera, político y analista en seguridad, contó que la confianza y el respeto a las autoridades, cualquiera que estas sean, se han venido degradando producto del desprestigio a las instituciones y de hechos como el Paro Nacional del 2021.
“Estos comportamientos merecen todo el repudio y la sanción penal y social. La violencia contra un servidor público es una forma grave de ruptura social entre quien la ejerce y el principio de autoridad, no hay acatamiento a las reglas de juego básicas para convivir en un sistema democrático y libre”, recalcó Barrera.
Por su parte, el sociólogo y director del doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, comentó que una de las razones que explican las agresiones es que la comunidad percibe que la fuerza pública no está haciendo lo suficiente por garantizar la seguridad en las ciudades.
Esto se vería reflejado en varios indicadores que, por lo menos en Cali, han incrementado en 2023 con respecto al año pasado, como lo son los de homicidios, el secuestro, la extorsión y el hurto a motocicletas, residencias y personas.
Sin embargo, el secretario de Paz y Cultura Ciudadana de Cali, Fabio Ariel Cardozo, sostuvo que los motivos principales que explican estas conductas están mucho más arraigados en la sociedad de lo que se piensa.
“Esto tiene que ver con nuestra costumbre cultural de irrespeto, de transgresión, también con las dificultades que tenemos los colombianos de construir acuerdos, de pensarnos colectivamente; tenemos una visión de nuestras vidas supremamente egoísta”, manifestó el funcionario.
Aun así, hay algunos ingredientes de actualidad que también aportan al incremento de estos casos, de acuerdo con Cardozo. Estos son los constantes hechos de corrupción difundidos y que generan más ruptura entra la sociedad y el Estado, los excesos que en varias ocasiones cometen las autoridades y que les restan respeto de las personas y la “promoción de la beligerancia y la transgresión a los referentes institucionales y a la autoridad que se vienen gestando desde espacios como las redes sociales”.
Pero la autoridad no solo está representada por los uniformados de la Policía, los agentes de tránsito también sufren constantes ataques e irrespetos. De hecho, estos funcionarios sí están impedidos para usar la fuerza, por lo que son vulnerados con más vehemencia por los ciudadanos.
Solo en Cali, en lo corrido de este año, se han registrado 20 agresiones contra los guardas de tránsito, cifra que podría estar superando a la totalizada en el 2022, cuando hubo 31 hechos de este tipo.
Juan Carlos Valencia, comandante del grupo de Agentes de Tránsito de Cali, opinó que “es preocupante la situación que se está presentando a nivel nacional con las agresiones de la ciudadanía contra los agentes de tránsito y la autoridad. Esto es la muestra de cómo está dándose en el país el rechazo y la no aceptación de la institucionalidad, de no acatar las normas; no respetar al funcionario es totalmente reprochable”.
Pese a esto, cuestionó los casos en los que los agentes de tránsito pierden los estribos y también golpean a las personas. “Desde todo punto de vista, que cualquier ciudadano o funcionario agreda, bien sea verbalmente o físicamente o por cualquier situación, es inaceptable”, expresó.