Más de 70 buses del MÍO han sido víctimas de robo de cables eléctricos este año, así lo denunciaron operadores del sistema quienes agregaron que la afectación al servicio del masivo es muy alta y las pérdidas son millonarias.
Estos datos corresponden a sólo dos de las empresas de transporte, por un lado, GIT Masivo que a la fecha y con los casos de esta semana registra 30 buses afectados y por otro, Blanco y Negro Masivo, que alcanza ya 41 vehículos averiados.
“En la noche del lunes se robaron los cables de tres buses, 2 de ellos debieron salir de servicio por afectación del sistema de luces y el otro por afectación del aire acondicionado. Los vehículos atacados fueron el MC12090, el MC12104 y el MC12134″, se reporta desde las empresas concesionarias de transporte del MIO.
Aseguran que estos hechos reiterados de vandalismo y robos generan una grave afectación al servicio de los usuarios del MIO y ocasiona millonarias pérdidas a las empresas operadoras del Masivo Integrado de Occidente.
“Cada reparación de un cable que se hurtan tiene un costo aproximado de $1.500.000, esto incluyendo la mano de obra y la reacomodación del cableado, tendiente a que no se lo vuelvan a hurtar; pero, además, estas reparaciones dejan el bus fuera de servicio por lo menos durante 24 horas, afectando gravemente el transporte de los caleños”, señaló, Gonzalo Cucalón, vocero de la empresa GIT.
Lo que dicen los operadores
El directivo agregó que hay una preocupación adicional por que al momento de halar el cable que se van a hurtar, lo cual ejecutan por encima de la tapa motor, se corre un riesgo más grande y es que puedan dañar un componente mayor del bus, toda vez que el cable viene conectado a un módulo que es el cerebro del motor y cuyo costo supera los $10.000.000.
Se cree que este tipo de vandalismo y robos son cometidos por habitantes de calle, quienes hurtarían el cable para vender el cobre; sin embargo, no se descarta la hipótesis de que se trate de una acción orquestada por algún sector interesado en afectar el sistema, como cuando se descubrió que se les pagaba a personas para que rompieran los vidrios de los buses.
“Por eso hoy el pedimos a Metro Cali, el ente gestor del MIO, y a la Policía, acciones concretas para combatir este delito que afecta en gran medida el transporte público. De nada sirve hacer llamados al buen comportamiento, toda vez que los vándalos tienen otros intereses. Se necesita inteligencia para dar con los autores de estos hechos y cortar de raíz el problema”, reclaman las empresas operadoras de trasporte del Masivo.