¿Por qué los estudios de arqueología se convierten en un dolor de cabeza a la hora de desarrollar obras en Cali? La reciente polémica que generó la suspensión temporal de las obras de la Terminal Sur del MÍO por parte del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Icanh, por no contar con un programa de arqueología preventiva, reabre un debate que ya se había dado en la ejecución del hundimiento de la Avenida Colombia (2010 - 2013), donde se reportaron más de 15 sitios con evidencias arqueológicas.
Según Juan Manuel Díaz, coordinador de arqueología del Icanh, la ley establece que todo proyecto de infraestructura que requiera licencia o permisos ambientales, o que ocupe más de una hectárea y requiera una licencia de construcción, parcelación o urbanización, debe contar con un programa de arqueología preventiva previo al inicio de las obras. El funcionario recuerda que todo el territorio colombiano es un área potencial en materia de patrimonio arqueológico.
“Lo que pasa es que en algunos casos lo que hace falta es planeación, porque así como para un proyecto se hacen estudios de suelo, de impacto ambiental y se cumple otra serie de requisitos, debe existir también un estudio arqueológico que se debe hacer con suficiente anticipación al inicio de obras. Los proyectos que lo hacen así no tienen inconvenientes en sus cronogramas”, afirma Díaz.
El año pasado el Icanh recibió cerca de 3400 solicitudes para estudios de arqueología preventiva y se expidieron cerca de 900 autorizaciones en todo el país. Asimismo, en el 2016 hubo una suspensión preventiva de obra por no contar con el programa y este año van tres, incluyendo el caso de la Terminal Sur del MÍO.
Para Jorge Carlos Figueroa, director del Instituto para la Investigación y la Preservación del Patrimonio Cultural y Natural del Valle del Cauca, Inciva, en muchos casos hay desconocimiento de la norma y en otros “se la quieren pasar por encima”.
“Desafortunadamente por darle celeridad a las obras arrancan sin hacer la prospección arqueológica, cuando desde el punto de vista cultural y por Ley General de Cultura se tiene que contratar porque todo lo que existe en el subsuelo de un territorio pertenece a la Nación y nosotros estamos plagados de vestigios precolombinos”, afirma.
Por su parte, Sonia Blanco, antropóloga del Inciva y quien lideró los trabajos de investigación en el hundimiento de la Avenida Colombia, destaca que Cali es una de las pocas ciudades que cuenta con un mapa de zonificación arqueológica (ver gráfico) y esto le permite la protección de su patrimonio frente a las intervenciones que se tengan previstas. También señala que el componente arqueológico debe asumirse desde el diseño mismo del proyecto y de esta forma no generaría mayores retrasos en las obras.
“Este componente debe estar implícito tanto a nivel conceptual como presupuestal porque no negamos que los estudios de arqueología resultan onerosos por los expertos que a veces se necesitan, porque hay muestras que hay que mandar incluso al exterior para análisis o porque los tiempos en campo son amplios”, asegura Blanco.
La funcionaria resalta que uno de los inconvenientes que sí se está presentando con la arqueología que surge a partir del desarrollo de obras, es que por factores como falta de recursos no se está cumpliendo con los planes de manejo y divulgación de los vestigios hallados.
“Del trabajo de la Avenida Colombia tenemos toneladas de objetos pero hoy en día no sabemos qué hacer con ellos, no hay cómo ponerlos en valor social... entonces la arqueología se ve enfrentada a que sacamos del aprieto a la constructora, en el sentido que damos viabilidad al proyecto, pero los planes de manejo para divulgación no se están haciendo y la idea es que ese tipo de conocimiento llegue a la comunidad y no se quede en anaqueles”, dice Blanco.
El Icanh se toma 15 días hábiles para evaluar la solicitud de autorización de intervención arqueológica y otro tiempo igual para aprobar las medidas de manejo, teniendo en cuenta el estudio.
La subsecretaría de Patrimonio de Cali, creada este año tras la reforma administrativa, espera tener definido antes de finalizar el 2017, el respaldo que se hará a los temas de patrimonio arqueológico.
Buscan mejorar planificación
Marcial Quiñones, secretario de Infraestructura Vial y Valorización, asegura que algunas obras que encontró la actual administración a su llegada, como el parque lineal río Cali, han tenido dilaciones generadas, entre otras cosas, por las investigaciones arqueológicas.
“Lo que sucede es que no hay la coordinación adecuada y de pronto es una cuestión conceptual entre lo que mira uno como técnico de lo que deben ser las obras y lo que miran los arqueólogos de conservar unas cuestiones que para uno no justifican cancelar una obra que está programada y que es en beneficio de la comunidad”, indica Quiñones. Sin embargo, el ingeniero asegura que la normatividad se debe cumplir y lo que están haciendo para mejorar en este aspecto es que los estudios arqueológicos de las próximas obras a licitar (las del empréstito por $194.500 millones) se harán paralelos a los diseños.
Sandra Silva , directora técnica de la Cámara Colombiana de la Infraestructura seccional Occidente, coincide con los expertos en conservación del patrimonio que temas como el ambiental y de arqueología deben involucrarse de manera temprana en el desarrollo y la planeación de las obras para evitar contratiempos.
“No nos oponemos al desarrollo de una obra, pero tampoco a conservar el patrimonio cultural de una ciudad; no deberían reñir las dos situaciones, aquí hay que buscar también qué es lo que más beneficia al colectivo, yo no puedo, por el desarrollo de una obra, afectar o impactar negativamente a una comunidad”, dice.
A su vez, Víctor Raúl Martínez, miembro de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, manifiesta que la ley establece todo lo que requiere un proyecto y el planificador de la obra es quien debe garantizar que todo se cumpla en sus tiempos: “Nosotros ya tuvimos la experiencia del hundimiento de la Avenida Colombia, ¿cuánto tiempo estuvo parado eso? es rarísimo que eso (la investigación arqueológica) no esté resuelto a estas alturas”.
Proyectos en curso
-Según el Icanh, en lo corrido del 2017 de Cali se han recibido 7 solicitudes de autorización de intervención arqueológica, de las cuales se aprobaron 3; las otras deben hacer ajustes.
-Las tres intervenciones autorizadas tienen que ver con las obras de restauración de la Hacienda Cañasgordas; la construcción del nuevo puente de Juanchito; y la construcción de la segunda calzada y mantenimiento de la calzada existente de la vía Cali - Yumbo.
-El Inciva reportó que algunos de los estudios de arqueología preventiva que adelanta en Cali son en el parque lineal río Cali, Corredor Verde, puente de Juanchito y la megaobra de la vía a Pance. En el caso de la Terminal Sur del MÍO, la firma Arge de Colombia es la que asesora a Metrocali.
La norma
-Un programa de arqueología preventiva es un estudio científico que busca medir el potencial arqueológico de un área, es decir, la posibilidad de evidenciar hallazgos.
-El Icanh indicó que el patrimonio arqueológico se rige por lo previsto en la Ley General de Cultura, 397 de 1997.
-El decreto 763 de 2009, uno de los que reglamenta dicha ley, establece en su artículo 57 los tipos de intervención sobre el patrimonio arqueológico.
-Obras tanto públicas como privadas, que apliquen en las categorías que establece la norma, deben solicitar la autorización de intervención arqueológica.