Los conductores caleños tendrán que quitarle el pie al acelerador desde este mes, en cinco puntos de la ciudad donde se instalarán intersecciones semaforizadas para dar paso a nivel a los peatones que requieren cruzar avenidas.

Uno de ellos es en la Calle 5 con Carrera 6, que ya está siendo habilitado con un cruce peatonal, y que ha levantado una polvareda de inconformidad entre quienes se movilizan en vehículos particulares, especialmente hacia el Norte. Ahora, carros y motos tendrán que hacer una espera respetuosa para dar vía a los peatones que cruzan de San Antonio al centro y viceversa o a quienes llegan al Centro Médico Comfenalco.

“Cómo se les ocurre que van a mejorar la movilidad poniendo un semáforo allí; si así nada más hay trancón, cómo será cuando haya que parar aquí”, reclama un conductor energúmeno.

Y no es el único. Las personas que toman esa vía a diario para ir del Sur al Centro o al Norte a trabajar, en especial en las mañanas, han activado el acelerador de las críticas a la Secretaría de Movilidad por la decisión. “No es necesario”, “esta vía ya está muy congestionada”, “va a ser peor”, es el voz a voz que ronda la ciudad.

¿Qué piensan los peatones caleños del nuevo semáforo que funcionará en la Calle 5?

Voces en contra que ya ha escuchado Henry Martin, subsecretario de Movilidad de Cali, “que son de los que se movilizan en auto”, admitió, “pero tenemos que aprender: cuando se instaló el paso pompeyano de la Avenida 2 Norte, frente al CAM, pasó lo mismo; pero cuando la gente ve los beneficios, se adapta y ahora todos respetan ese paso, eso es un cambio cultural”, anota, sin dejar de resaltar cómo embelleció el paisaje el quitar el puente peatonal.

“Nunca se ha tenido en cuenta al peatón y con esta medida estamos haciendo prevalecer el tiempo para el peatón, darle su importancia, sobre todo, a los adultos mayores, por ejemplo, los que viven al otro lado, en el barrio San Antonio”, afirma Martin.

El funcionario anunció que también se instalarán intersecciones semaforizadas en la Calle 10 con Carrera 20, barrio Bretaña; Calle 62 con Carrera 5, barrio Calima; Calle 85 con Carrera 25, en Vallegrande, y Calle 123 con Carrera 26J, en Remansos de Comfandi, estas dos últimas, en el Distrito de Aguablanca.

Estos cinco sitios fueron priorizados por el Comité de Movilidad del Municipio, entre 50 puntos críticos con altos índices de siniestralidad en Cali. La Alcaldía espera instalar cinco más al final de 2019. Ya cuentan con los diseños, pero están a la espera del presupuesto.

Video: ¿son necesarios los nuevos semáforos de la Calle 5?

Janeth Mosquera Becerra, integrante del Observatorio del Ciclista y el Peatón, celebró la decisión de la Administración de instalar los nuevos puntos semaforizados para darles mayor espacio y seguridad a los peatones.

“Estos puntos buscan agilizar la movilidad de los peatones, en especial, de las personas que tienen limitaciones en su movilidad o de los adultos mayores; en otras ciudades del mundo no hay puentes peatonales, porque lo que estos hacen es agilizar el tráfico motorizado, no el de los peatones o el de los adultos mayores”, argumentó Janeth Mosquera, docente de la Escuela de Salud Pública de la Universidad del Valle. Ella ha sido crítica permanente de la alta accidentalidad y morbimortalidad de peatones y ciclistas en Cali y de la antifuncionalidad de los puentes peatonales.

Igual celebró Alejandro Sánchez, un adulto mayor residente en San Antonio, “porque evita la subida de ese puente”, una construcción inverosímil ya que tiene rampa en el sentido Norte-Sur –aunque para acceder a ella, hay que subir gradas– pero no la hay al otro lado, en el sentido Sur-Norte, donde queda la capilla.
“Es que este era otro puente milagroso, como el de la Universidad Santiago de Cali”, explica Martin. Pero Nancy Vásquez, usuaria de la EPS de Comfenalco, se muestra a favor del puente, “porque aquí hay mucha congestión, la tranca empieza desde el Hospital Club Noel y uno llega más fácil a pie que en carro”, advierte.

La inversión para estos cinco puntos semaforizados fue de $998 millones, ya que son de alta tecnología porque pueden operar por internet o por fibra óptica, y se pueden monitorear y/o controlar en forma inalámbrica desde el Centro de Control de Tránsito.
Los semáforos para cruces peatonales constarán de islas de seguridad, demarcación, los respectivos contadores que marcan el tiempo por segundos y, lo más importante, rampas para personas de movilidad reducida.

En el de la Calle 5 con Carrera 6, ya están instalados los semáforos, pero falta demoler más muro y pintar la demarcación. Aunque ya se han hecho pruebas experimentales con agentes de tránsito reguladores, las pruebas definitivas se harán cuando esté la obra completa, para definir los tiempos de paso peatonal y vehicular, explicó Martin.

La Calle 10 es una vía rápida que comunica al Centro con la Autopista Sur, por lo cual los vehículos toman gran velocidad. En las casas esquineras del cruce con la Carrera 20, han tenido que poner postes y bolardos de contención para que los vehículos que se estrellan, no se entren a las viviendas. Si eso pasa con los carros, qué decir de los peatones que saltan matojos para cruzar. Allí, habrá un semáforo para pacificar el tráfico y favorecer a los peatones.

Blanca Franco, residente del sector, se mostró complacida de que pongan el cruce semaforizado, pues es difícil cruzar la calle cuando llevan los niños al colegio. “Sí es necesario que pongan un semáforo, porque los que vienen por la 20 no hacen el pare y me ha tocado ver mucho accidente”, complementa Adolfo Prado, residente de Bretaña, mirando los nuevos semáforos instalados, a la espera de que sean puestos en operación.

Al otro lado de la ciudad, en Remansos de Comfandi, la Calle 123 es una vía donde conviven en alto riesgo todo tipo de vehículos motorizados, en especial con peatones y ciclistas.

Luis Gerardo Lucio se muestra escéptico ante la medida de instalar el cruce semaforizado. “Eso no va a servir de nada, porque aquí falta cultura, aquí falta educación vial, los conductores se pasan los semáforos en rojo como si nada, aquí los únicos que respetan las señales son los conductores del MÍO”, denuncia el joven residente del barrio.

Para todos los vecinos es horrible ver todos los días circular motos, autos particulares y yipetos a gran velocidad. “Lo que hace falta aquí es una cámara de fotomultas, eso es lo único que los calma”, reclama Luis Hernando Chávez.

Los ‘yipetos’ son los más acelerados, dice Lucio, porque sus conductores marcan tarjeta y si llegan colgados de tiempo, los suspenden uno o dos días; entonces por no quedarse sin trabajar, circulan muy rápido.

Chávez observa que también hay mucha imprudencia de peatones, que cruzan por donde les da la gana, pero, sobre todo, los motociclistas. “Aquí andan hasta cinco en una moto, dos adultos y tres niños, y sin casco; si vinieran a hacer un operativo, era mucha la moto que se llevaban”, comenta otro de los vecinos.

Cerca de allí, en Vallegrande, en la Calle 85 con Carrera 25, residentes como Edith Montaño, reclaman “que lo pongan rapidito” (el semáforo), pues ella pasa esa avenida a diario desde Puertas del Sol, donde vive, al otro lado, para recargar la tarjeta del MÍO.

Igual opina Marcela Pinto, quien confiesa que “uno siente miedo porque no falta la moto que anda arrebatada”, luego de cruzar la calle con su pequeña hija.

Entre tanto, Javier García, vendedor de un almacén de repuestos ubicado en la esquina, dice que ese pase semaforizado se necesita con urgencia, porque es un cruce obligado para muchos niños que van a estudiar al Colegio Compartir, al Colegio Amor y Fe y otros. Todos vienen de barrios al otro lado de la avenida, como Puertas del Sol, Los Naranjos, La Casona, Invicali y Compartir, entre otros.

Frente a La 14 de Calima, en la Calle 70 con Carrera 1, José Isnel Idárraga, un adulto en situación de discapacidad, dice que si va a cruzar esa autopista, se va en su silla de ruedas hasta la cebra del semáforo, o sube la rampa del puente.

Lo mismo hacen Raúl Aguiño y Johanna Franco, una joven pareja, que con su bebé de brazos, no se arriesga a cruzar la autopista y toma el puente, pero porque es de día; de noche no se atreve porque es peligroso, dicen. Y ante la noticia de que habrá pasos semaforizados en sitios así, pregunta Raúl: ¿Si será que los van a respetar?

Más al respecto

- La demolición del puente peatonal de la Calle 5 con Carrera 6, que data de agosto de 1978 y que estuvo en servicio durante 40 años, le corresponde a la Secretaría de Infraestructura, pero no se ha definido la fecha.

- En la Calle 62 con Carrera 5, barrio Calima, ya funciona el semáforo, pero lo van a modernizar, y las cebras están señalizadas, pero como dice un vendedor de jugos, “le hace falta una pintadita”, porque la pintura ya está desteñida”.

- Yamilé Galeano vive en la unidad Oasis de Comfandi y después de cruzar la Calle 70, sin usar la cebra ni el puente, cuenta que hace muchos años había un paso  a nivel demarcado, pero desapareció con el puente peatonal. “Ese puente de noche es peligroso, a veces hay dos patrulleros en cada extremo, pero no siempre, y el semáforo con la cebra está lejos y subir ese puente tan largo con este solazo; yo admito que uno está de infractor, pero hay que tener precaución al pasar”, admite la mujer.
Sin embargo, aclara que lo cruzó porque eran las 10:40 de la mañana, pero no lo haría nunca en una hora pico. “A las 7:00 de la mañana voy a dejar a mi hija a la buseta que la lleva al colegio, pero ahí sí subimos el puente”, explica Yamile.