Hace varias semanas, en el barrio El Guabal de Cali se originó un incendio que cobró la vida de cuatro adultos y dejó lesionada a una menor de cuatro años.
Cuando el Cuerpo de Bomberos llegó hasta el lugar, en uno de los cuartos se encontró a una mascota que había sido alcanzada por las llamas, se trata de un perro, que presentaba también dificultades para respirar y quemaduras, sin embargo, fue posible su rescate.
El animal tuvo que ser atendido también por el personal de los Bomberos de Cali, en el momento, pero en cuanto se logró estabilizar la mascota fue llevada a las instalaciones del Centro de Bienestar Animal, ubicado en el sur de la ciudad donde fue sometido a una serie de exámenes clínicos de laboratorio.
El animal tuvo que ser dejado en observación y sometido a estudios de imágenes diagnósticas para evaluar el impacto en su salud por la inhalación de humo, que le había ocasionado una alteración respiratoria.
Desde el 7 de septiembre, el perro estuvo adscrito a los servicios del centro, estuvo hospitalizado por más de 10 días debido a complicaciones graves tras la inhalación de humo.
Desde entonces se le ha administrado terapia de sueño, medicina homeopática y terapia respiratoria para su recuperación, una labor en la que ha sido fundamental el apoyo de la familia, y que permitió que haya sido dado de alta.
“Mateo luchó valientemente por su vida después de haber sufrido complicaciones graves debido a la inhalación de humo”, manifestaron desde el CBA.
Así fue la recuperación de Mateo
En los primeros días, luego del rescate, Mateo presentó convulsiones causadas por la intoxicación con monóxido de carbono (CO2), su condición crítica fue abordada mediante terapia de sueño y medicina homeopática especializada.
Entre las enfermedades que presentó el perro se encuentra que desarrolló una bronquitis, que fue tratada con antibióticos, y también enfrentó problemas en su tracto respiratorio, que se solventaron gracias a un tratamiento intensivo, lo que finalmente le permitió respirar nuevamente sin dificultad.
Además de los cuidados y la asistencia recibida, Mateo contó con el apoyo y amor incondicional de su familia, quienes lo visitaban regularmente durante su hospitalización, jugaron un papel fundamental en su recuperación. La compañía y cariño que le brindaron fueron parte esencial para que Mateo recuperara sus fuerzas y su alegría.