Casi tres años después de la polémica Feria de Cali Virtual 2020, el balance derivado de los hallazgos de los entes de control es que fue un evento improvisado, sin estudios suficientes, con sobrecostos, contratos irregulares y un evento del que se beneficiaron personas cercanas al alcalde Jorge Iván Ospina.

La más reciente intervención la hizo la Procuraduría General de la Nación al llamar a juicio disciplinario al alcalde Ospina por haber invertido en esa feria, en medio de una pandemia y contra todas las voces que advertían que no era el momento para fiestas, $11.955 millones sin contar con estudios previos que justificaran semejante gasto.

La Feria de Cali Virtual tuvo como escenario principal el Coliseo El Pueblo, donde se llevó a cabo el evento central: el Salsódromo. Según Corfecali, el 70 % de los recursos se destinaron a los artistas.

Ya en abril del 2021 la Contraloría Distrital de Santiago de Cali había conceptuado también que al evento se le asignó un presupuesto que “no se ajustaba a la realidad social ni económica de la ciudad” y que luego de hacer una revisión de parte de los contratos se pudo establecer que con la Feria Virtual hubo un presunto detrimento patrimonial superior a $5.280 millones.

Pero lo grave no es que no se realizaran estudios, señala el concejal Juan Martín Bravo, “sino que se hicieron contratos sin cumplir con los requisitos que establece el manual de contratación de Corfecali. Como por ejemplo, tener estudios de mercado y las propuestas. Recuerde que ahí fue que contrataron con La Topa Tolondra el tema de los artistas internacionales y eso era una discoteca que ni siquiera tenía como objeto social traer artistas”.

“Además, el gerente de aquel entonces (Álex Zuluaga) hizo contratos por más de $900 millones sin contar con la autorización de la Junta Directiva de Corfecali; y él tiene facultad de contratar menos de $900 o $1000 millones y cuando excede ese valor tenía que pedirle permiso a la junta y él no le pidió permiso a nadie; todo eso hace parte de las anomalías e irregularidades que presentaron la Feria de Cali Virtual 2020″, recuerda el concejal Bravo.

Era la fórmula del fracaso

Si para la Procuraduría General de la Nación está claro que a la Feria de Cali Virtual 2020 se le desembolsaron recursos públicos sin ningún soporte o estudio técnico, para quienes conocen el trasfondo de la feria el asunto vas más allá. Saben que tampoco hubo ninguna rigurosidad de parte del gobierno de Jorge Iván Ospina para elegir al Gerente de Corfecali.

La Feria de Cali Virtual costó $11.955 millones. El monto supera el tope máximo avalado por la Junta Directiva de Corfecali para ser contratado por el Gerente de la entidad.

Como una cuota política más, aseguran las fuentes, le fue entregada la entidad a Jesús Darío González Bolaños, protagonista en el acercamiento de sectores sociales y religiosos durante las dos candidaturas de Ospina a la Alcaldía y quien inició en su segundo mandato como Secretario de Gobierno del Municipio y luego como Secretario de Bienestar Social.

“El resultado de la improvisación, la ambición y la politiquería con la que se ha manipulado Corfecali no podía ser peor de lo que hasta ahora hemos conocido a través de los entes de control”, aseguró uno de los exfuncionarios de la entidad que coordinó la feria.

El asunto no pintaba bien, han señalado desde el Concejo, desde que el alcalde Ospina impuso sus mayorías en la Junta Directiva de Corfecali para que se eligiera como gerente, sin importar las objeciones de otros miembros de junta, a Alexánder Zuluaga, un dirigente sindical encargado en campaña de llevar a los sectores de la rumba y las escuelas de salsa a votar por Ospina y cuya experiencia en administración era cero.

Eso, sumado a que Jesús Darío González, quien también fue gerente de Emcali, es el padrino de bautizo de su hija, fue la principal motivación para dejar a su compadre Alexánder Zuluaga al frente de la entidad.

“Álex le movió mucha gente a Jorge Iván en campaña, todo ese sector salsero, y le hizo reuniones muy grandes en lugares como la Caldera del Diablo y con gente como ‘El Mulato’. Corfecali de alguna manera fue su pago porque ahí además estaba ‘Chucho’ (González) y todo el mundo sabe que Chucho fue el que armó todo”, aseguró entonces una fuente cercana a Zuluaga.

Envalentonado por los respaldos, el nuevo gerente de Corfecali pasó, incluso, por encima de la Junta Directiva y desconoció muchas de las limitantes del manual de contratación, como que debía tener el permiso de ese órgano rector para hacer contratos por valores superiores a los $900 millones.

Ya en Corfecali, aseguran funcionarios de la entidad, se conoció la peor imagen Zuluaga, cuya única idea de eventos era la realización de un evento llamado Salsa al Parque, que además tomó su nombre de una marca registada en Bogotá.

Zuluaga despidió al personal más profesional y antiguo de la entidad y se rodeó de gente inexperta en contratación y sin la más mínima idea de preparar un evento de la magnitud de la Feria de Cali. Además, encargó tareas neurálgicas del mismo a algunos amigos de su círculo más cercano, entre ellos el reconocido promotor y locutor Andres Díaz, ‘Pachanga’.

Tal como lo evidenció El País dos años atrás, se nombró gente en las áreas administrativas, financieras y contables que no supieron siquiera organizar las cifras de Corfecali y que manejaban la contabilidad y la contratación de manera manual, en hojas de excel, y luego los entes de control no encontraron soportes de cómo se pagaron muchos contratos.

Polémica. Pese a que no hubo gente ni espectáculos en vivo, la Feria de Cali Virtual del 2020 fue, hasta entonces, la más costosa que se ha realizado en la capital del Valle.

Mientras enviaban desde la Alcaldía, aseguran exfuncionarios, listados de personas que tenían que contratar por acuerdos políticos, muchos de los contratos se pasaron sin pólizas de cumplimiento, sin firmas y algunos sin una supervisión.

En buena medida porque la Feria, que normalmente se prepara en un año, esta vez se montó en dos meses por la obsesión de la Administración de realizarla contra todo pronóstico. Solo el 12 de noviembre del 2020 fue citada la Junta Directiva de Corfecali para decidir si se firmaba o no el convenio con la Secretaría de Cultura para financiar la Feria.

“Solo dos miembros de la Junta Directiva nos mostramos en contra de la realización de una Feria Virtual porque no se compadecía con la situación económica de la ciudad y resultaba ser un gasto oneroso”, dijo entonces el miembro de junta Jorge Alberto Criales.