Una gran incertidumbre arropa a los caleños ante la posibilidad de que las tarifas de energía aumenten en todo el país hasta en un 30 %, según alertó la Asociación Colombiana de Grandes Consumidores de Energía Industriales y Comerciales (Asoenergía).
Este medio preguntó a Empresas Municipales de Cali si ya analizan la posibilidad del incremento, y aunque no ha recibido respuesta oficial, conocedores del tema ya temen que esto pueda ocurrir en la ciudad.
“Emcali es solamente un distribuidor de energía, compra para revender, está sometido al mercado, y son justamente los distribuidores los primeros que llevarían el traslado (del aumento) a todos los usuarios”, sostuvo el exconcejal Roberto Rodríguez, quien lleva muchos años haciendo seguimiento a lo que ocurre en Emcali.
Asimismo, desde la Liga de Usuarios de los Servicios Públicos señalaron que Cali podría ser una de las ciudades más golpeadas, considerando el argumento ya expuesto por Rodríguez, que Emcali es vulnerable ante los “vaivenes del mercado eléctrico y, aun más, a la posición dominante de los generadores”, explicó Marcel López, presidente en Cali de la Liga de Usuarios.
Según explicó Asoenergía, todo este asunto aparece como resultado de un proyecto de resolución con el que la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) buscaría poner topes a las tarifas de energía en la bolsa previendo el panorama complejo que puede llegar a presentarse por la sequía en el país durante los próximos meses.
“En el período de sequía (actual), la restricción en la oferta muestra que la oferta y la demanda están muy próximas, dado que la demanda ha crecido más de lo esperado. (...) La situación de precios en la bolsa publicados por el operador de mercado ha mostrado una tendencia al alza, como se evidenció en los meses de septiembre y octubre de 2023, cuando los precios en bolsa bordearon el precio de escasez”, argumenta el proyecto de resolución, que estaría listo para la firma por parte de la Creg.
Asoenergía indicó que la intervención al precio de la energía en la bolsa establecería un tope de $ 532 pesos por kilovatio/hora (kWh), pero también provocaría una segmentación en el mercado que, a su vez, llevaría a la falta de competencia, crucial para mantener a raya por sí solo el precio con el que se comercializa la energía.
Sandra Fonseca, directora ejecutiva de la agremiación, alertó que el impacto en la demanda haría necesario cubrir gastos de alrededor de $ 2,4 billones, lo que se transferiría a los colombianos en cobros adicionales en sus facturas entre enero y abril si se concreta la resolución.
“Se impactaría negativamente al consumidor final al querer compensar esta acción con incrementos en el componente de las restricciones de la tarifa final de energía, entre $ 60 y $ 120 pesos (más) por kWh, cálculos realizados por la misma Creg”, precisó.
En lo que concierne a Cali, Roberto Rodríguez insistió en que actualmente la ciudad cuenta con una tarifa favorable, por lo que “sería terrible” si se llega a materializar el aumento.
Por su parte, Marcel López sostuvo que ya es hora de que Emcali deje de ser un simple comprador en el mercado energético. “La empresa debe decidirse de una vez por todas por uno o varios proyectos serios de generación eléctrica que redunden en mejoras del servicio y, por supuesto, en tarifas menos agresivas para los caleños”, concluyó.