La Organización Mundial de Salud, OMS, ha dado a conocer que 9,2 muertes, por cada 100.000 habitantes en Colombia, se dan por el cáncer de pulmón.
Lo preocupante de la situación es que el 74,16 % de esos diagnósticos se dan en estadio IV, es decir, cuando la enfermedad ya ha hecho metástasis.
Las cifras para la Secretaría de Salud de Cali indican que el cáncer de pulmón es la quinta causa de cáncer en Cali y es la segunda de muerte por cáncer, después del cáncer de colon y de recto.
En la capital del Valle, esta es la cuarta enfermedad que más afecta a los hombres, mientras que en las mujeres se encuentra en el séptimo lugar.
En Cali ya se prepara una intervención
Carlos Eduardo Pinzón Flórez, subsecretario de Promoción, Prevención y Producción Social de la secretaria de Salud de Cali indicó que la entidad se preparar para actuar en instituciones educativas y trabajar también con los padres de familia.
Aunque desde hace algunos años se viene trabajando en el diagnóstico efectivo y temprano del cáncer en la ciudad, según lo contó el funcionario, esto a través de la construcción de una ruta administrativa de cero barreras de acceso a diagnóstico y tratamiento.
“Nosotros como nueva administración queremos fortalecerla fuertemente el ingreso a estrategias de tamización para cáncer de mama, cuello uterino, próstata”, detalló.
Agregando que también buscan poder ingresar tempranamente a estrategias de diagnóstico para los casos de cáncer de colon, recto, cáncer de pulmón y cáncer gástrico .
Pinzón Flórez señaló que esto va alineado de igual forma a las estrategias de promoción, prevención, y gestión de factores de riesgo asociados al cáncer de pulmón.
Adicional a la estrategia de prevención, promoción y protección frente al consumo de tabaco, lo que incluye el uso de los cigarrillo y sobre todo de los vapeadores.
En cuanto al tema de vapeadores, el funcionario detalló que arrancarán a trabajar con el grupo de infantes y adolescentes, para sacar un lineamiento técnico sobre la prohibición del consumo del uso de estos artículos en colegios y en los espacios públicos escolares.
Y aunque aclara que no existe evidencia concluyente sobre la incidencia de los vapeadores en el cáncer de pulmón, sí se empieza a evidenciar que los compuestos de estos dispositivo electrónico pueden ser bastante peligrosos, sobre todo porque pueden contener sustancias adictivas.
Por ello una de las estrategias de la Secretaría de Salud de Cali irá dirigida a los jóvenes que son los que más están consumiendo este tipo de productos.
“Tenemos una gran intencionalidad de llegar con la Secretaría de Salud, y con la Secretaría de Educación, a las instituciones educativas para poder prevenir el inicio temprano de los vapeadores”, dijo.
Además buscarán promover el uso de estilos de vida saludables y “para poder detener al adolescente que ya consume, para que no lo haga en espacios escolares ni en espacios públicos donde los demás se convierten en consumidores pasivos”, explicó.
Además en esta administración también realizarán una campaña que estará dirigida a los padres de familia para poder identificar el vapeador como un hábito de riesgo para enfermedades de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Una solución que se convirtió en problema
Para renunciar al tabaco, algunas personas utilizan los vapeadores y cigarros electrónicos, pero por el contrario las cifras demuestran que estos dispositivos pueden convertirse en una vía de entrada al consumo de tabaco.
Lo cierto es que para la población juvenil, esta alternativa que buscaba ayudar a los fumadores adultos a dejar el cigarrillo, se desvió de su propósito original y se convirtió en una verdadera amenaza.
Esto debido a que el uso de vapeadores en adolescentes y niños puede causar daños significativos en los pulmones, afectar negativamente el desarrollo cerebral y aumentar el riesgo de adicción a la nicotina.
El Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana analizó los datos del Estudio Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas en Ambientes Escolares de 2022, que realiza el Observatorio de Drogas de Colombia (ODC) del Ministerio de Justicia.
En dicho estudio participan los estudiantes de 7º a 11º a nivel nacional.
Casi el 25 % de los estudiantes, es decir 1 de cada 4 confirmó haber probado alguna vez cigarrillo electrónico o vaporizador con nicotina.
El 12 %, indicó consumir tabaco o cigarrillo tradicional.
Al analizar a los estudiantes por grado, las cifras dan cuenta que el 41 % y el 37 % de estudiantes que manifestaron haber probado cigarrillo tradicional y cigarrillo electrónico son de grado 11.
Los analistas afirman que “en los grados séptimo, octavo y noveno la proporción de estudiantes que ha probado cigarrillo electrónico o vapeador alguna vez en su vida es mayor que la de aquellos que han probado cigarrillo tradicional.”
Sobre el consumo de otras sustancias, el 95% y 45% de los estudiantes que afirmaron haber consumido cigarrillo tradicional en el último año, ya han consumido alguna vez alcohol y marihuana respectivamente.
Los investigadores del LEE también analizaron la relación del consumo de estas sustancias con la convivencia escolar y el desempeño académico.
Este punto logró mostrar que los inconvenientes de convivencia o académicos se suelen asociar en mayor medida a estudiantes que presentan algún tipo de consumo de sustancias.
En este caso, más de la mitad de los estudiantes que ha probado alguna vez el tabaco o el cigarrillo electrónico manifiesta haber tenido problemas de rendimiento académico en el último año.
Y más del 30 % en ambos casos aseveró haber tenido problemas disciplinarios.
Ante esto, el LEE de la Javeriana recomienda en su informe “Consumo tabaco y cigarrillo electrónico en bachillerato 2022″ implementar programas de educación y concientización según el grado que esté cursando el estudiante.
Además que las instituciones educativas como entorno protector deben informar sobre los riesgos del consumo de tabaco y cigarrillos electrónicos.