Un total de 18 establecimientos de comercio dedicados al almacenamiento y la gestión de material reciclable, al igual que a la venta de autopartes nuevas y usadas, ubicados en el barrio Sucre, en pleno centro de Cali, fueron visitados por personal del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, Dagma; la Policía, Sijín y la Secretaría de Seguridad y Justicia Distrital.
El operativo especial de control, dejó como resultado tres actas de visita técnica inicial a dos bodegas de reciclaje y a un establecimiento de recuperación de autopartes.
Durante las intervenciones, personal de los grupos operativos de Gestión Integral de Residuos Sólidos y Recurso Hídrico, explicaron las afectaciones ambientales que se podrían estar generando.
Además entregaron una serie de recomendaciones a los posibles infractores, las cuales serán verificadas en las visitas de seguimiento que se realicen próximamente. La autoridad ha sido clara y de no acatarse, darán inicio a un proceso sancionatorio.
En Cali existen, a la fecha, alrededor de 3400 recicladores de oficio y 54 Estaciones de Clasificación y Aprovechamiento (ECA), avaladas en el marco del servicio de aseo, según lo mencionó la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp).
Controles en las comunas
El año anterior, 602 vistas de Inspección, Vigilancia y Control Sanitario, IVC, permitieron identificar posibles infractores e iniciar 25 procesos sancionatorios por temas relacionados con el manejo inadecuado de residuos.
En este caso, el Dagma, como autoridad ambiental, verifica específicamente el tema de los impactos ambientales y es allí donde ha logrado identificar que hay un buen número que no cumplen con la forma en la que deben desarrollar su trabajo.
Un ejemplo de esto son aquellas que hacen almacenamiento, selección en el espacio público o las que almacenan residuos peligrosos o de aparatos eléctricos y no tienen una licencia ambiental otorgada por la respectiva autoridad.
Cabe mencionar que hay algunas que no cumplen con el tema de la documentación legal, pues es la Policía Nacional la que se encarga de dicha revisión, ya que es la única autoridad que puede verificar este tipo de cumplimiento normativo.
Hasta el momento, los operativos en los que participan varias entidades, las cuales buscan realizar una revisión más integral, se han ejecutado en las comunas 3, 5, 9, 18, 20, entre otras.
“Nos hemos desplazado por la ciudad verificando el funcionamiento de estas bodegas que hacen aprovechamiento para verificar que cumplan, pero también identificar cuáles son esos impactos que ellos le están generando a la comunidad y poder, de cierta manera, ponerlos en regla explicándoles las diferentes opciones sobre qué deben hacer para poder cumplir”, explicó Diana Lorena Palta Morales, líder del grupo de residuos sólidos del Dagma.
Ayuda de la comunidad
Camilo Murcia, director técnico de la Uaesp, hace un llamado a la ciudadanía para que separe la basura el día correspondiente y utilicen las empresas de aseo para tirar los residuos.
Y es que el mal manejo de los desechos no solo se ha evidenciado con los problemas de inundaciones en la ciudad, sino también con la falta de reciclaje.
Precisamente, para Palta Morales es necesario que también los ciudadanos asuman su responsabilidad en esa cadena de factores que al final terminan en un fuerte impacto en el espacio público.
La funcionaria cuenta que hay bodegas en las que encuentran que están desarmando neveras, cuyo icopor impacta las calles.
“En primer lugar una nevera nunca debe ir a parar a la bodega de reciclaje. Cuando la persona la desecha, tiene que entregarla a un gestor autorizado y estos no son los habitantes en condición de calle, ni las carretas de mano que pasan por la calle recolectando material aprovechable, sino que son residuos de aparatos eléctricos y electrónicos que deben tener una gestión adecuada”, aseguró.
Para la funcionaria, es importante que los ciudadanos asuman la responsabilidad de gestionar los residuos de forma separada, es decir, en bolsa negra y en bolsa blanca.
“La idea es que tanto el operador como el reciclador de oficio puedan identificar fácilmente qué es lo que está destinado a la disposición final, que va en la bolsa negra y qué es lo que en realidad se puede aprovechar, que debe ir en la bolsa blanca”, puntualizó Palta Morales.