Ante la ausencia de un veredicto sobre el futuro de la Carpa La 66, decenas de vecinos del barrio El Limonar salieron a las calles para manifestarse y exigir el cierre de establecimiento nocturno que estaría afectando la tranquilidad del sector.

La movilización se produjo durante horas de la mañana de este miércoles 18 de diciembre en la intersección de la Avenida Pasoancho con Carrera 66, donde los ciudadanos levantaron diferentes pancartas exigiendo una solución inmediata a la problemática que les estaría perjudicando.

Trabajadores de la Carpa de la 66 se habrían sumado a la manifestación de los vecinos para defender su derecho al trabajo. | Foto: El País

No más ruido, niños y adultos merecen descanso”, se lee en uno de los carteles sostenidos por uno de los manifestantes; mientras que otro menciona “la carpa nos trae inseguridad y desorden total”.

También repartieron algunos folletos a los vehículos que se encontraban esperando el cambio del semáforo en este punto del sur de la capital vallecaucana.

“Lo que estamos exigiendo es que se lea el fallo, porque en la última audiencia el personero delegado se levantó de la mesa y no permitió que se leyera. Nosotros exigimos que podamos tener una solución a nuestro problema”, dijo Amparo de la Hoz, habitante del sector.

Una de las principales quejas que tienen los habitantes del sector es que el ruido no los deja vivir en paz, más aún teniendo en cuenta que se realizan eventos con regularidad y que en la época de Feria siempre son más reiterativos estas presentaciones masivas.

“Somos 28 unidades afectadas por el ruido de la Carpa la 66, nos está afectando el derecho al descanso, alterando la salud física y emocional de las familias. Hay adultos mayores enfermos, además de niños. Solicitamos que la Carpa se vaya de este sector. Obstaculiza la Pasoancho. La comunidad no aguanta más”, indicó Patricia Bonilla, habitante del sector.

Cabe resaltar que durante la movilización de los residentes del barrio El Limonar, también se sumaron trabajadores de la Carpa La 66, quienes insistieron en que ellos tenían derecho al trabajo.

“Estamos hablando de unas 8 o 10 personas que se incomodan porque hay un supuesto ruido, el cual está dentro de los límites permitidos por el Dagma. Se habla de comunidad, pero acá hay otra comunidad que es la que come de los eventos que se realizan: meseros, sonidistas, barman, son 600 personas que también son caleños y que merecen vivir y sostenerse”, argumentó a El País Carlos Paz, promotor de la Carpa la 66, quien también hizo presencia en la manifestación.

De acuerdo con las declaraciones de Paz, debe existir un equilibrio entre las personas que desean trabajar y las personas que “presuntamente” se están afectando por el funcionamiento de la Carpa la 66.

“Les hago una pregunta: ¿Ese mesero que no puede trabajar cómo alimenta sus hijos? Tiene que hacer lo que sea, inclusive puede llegar a delinquir, ¿eso es lo que queremos en la ciudad? Aclaro, tengo todos los permisos, la protesta no es porque no los tenga y no pueda trabajar, sino porque esta gente (trabajadores de la Carpa) también han sido irrespetada, los han tratado de putas, de narcotraficantes, ¿eso qué es?”, aseveró Paz.

Un proceso demorado

Durante los últimos días se han realizado una serie de audiencias con el objetivo de determinar cuál sería el futuro de la Carpa La 66, todo esto a raíz de la afectación originada en los vecinos del barrio El Limonar.

Trabajadores argumentan que tienen derecho a laborar en la Carpa de la 66. | Foto: El País

Se estima que 3000 familias residentes en 28 unidades residenciales y viviendas cercanas se encontrarían damnificadas por la contaminación sónica ocasionada por este centro de eventos incrustado en el corazón de un sector habitacional.

Los ciudadanos han denunciado que este espacio no sería el más adecuado para la realización de eventos con grandes volúmenes de personas hasta altas horas de la noche. Por tal razón, instan a las autoridades a tomar una determinación al respecto.