Especialistas en movilidad no vieron de forma positiva la propuesta del alcalde Jorge Iván Ospina de permitir que los taxistas que tengan toda su documentación al día presten un servicio colectivo en la ciudad, es decir, recoger y transportar a varios usuarios que no tengan ninguna vinculación.
“Me gustaría el taxi como un servicio colectivo; a muchos no les gusta, pero si el taxi como colectivo es formal, paga impuestos y tiene Soat, lo prefiero por encima de la informalidad, y en ese sentido todos podemos ganar”, manifestó el Mandatario.
Para sostener su idea, contó que es muy difícil decirles a los habitantes, por ejemplo, del barrio Puertas del Sol, en el oriente, que no usen los diferentes servicios informales que allí se prestan cuando es una zona con baja cobertura del sistema de transporte masivo MÍO.
Sin embargo, los expertos en movilidad aseguraron que esta alternativa afectaría justamente al MÍO. “Tenemos que enfocarnos en el mejoramiento de un solo transporte y no empezar a dispersarnos en otras alternativas que lo que hacen es nublar el objetivo que tenemos, que es hacer un sistema regional que incluya al MÍO y la complementariedad con los otros modos”, expresó Paola Cruz, consultora sobre Tránsito y Transporte de la Universidad Javeriana.
La analista cuestionó que no tiene sentido que se esté buscando recuperar al MÍO con una amplia estrategia si del otro lado se está fortaleciendo la operación de otros medios de transporte.
Esto “nos aleja de un sistema que ya está consolidado. No, yo con mucho respeto le diría al Alcalde que fortalezcamos el Masivo, hagamos que sea respetado, porque todos estos comentarios dispersos que se van disparando lo que han hecho es que la gente le pierda credibilidad al sistema”, agregó.
Por su parte, el especialista en Movilidad y Transporte Carlos David García sostuvo que la propuesta es negativa pues se envía un mensaje de fomento a la piratería y la ilegalidad en la ciudad.
“El transporte colectivo ya tiene sus características propias (TPC, gualas, etc.), pero cuando se genera un transporte adicional de esta magnitud, lo que va a crear es un paralelismo al sistema de transporte masivo MÍO”, explicó García.
Esta situación que el especialista describe terminaría desencadenando, según lo que él comentó, en una competencia mucho más robusta al servicio masivo de transporte de los caleños, quitándole aun más usuarios de los que ya ha perdido. De hecho, el MÍO pasó de tener alrededor de 439.000 usuarios diarios en 2019 a solo recibir, en promedio, 270.000 pasajeros desde el 2022.
“¿Qué va a hacer la gente? Como hay una amplia oferta de taxis en Cali y como ven que hay más frecuencia en su paso, van a dejar de usar el transporte masivo y se pasarán a los taxis”, detalló el analista, y sobre el tema de la cobertura, expuesto por el Alcalde para sustentar su idea, García comentó que esto es algo que se puede mejorar si se revisaran los contratos de operación con los concesionarios.
“El mal servicio del transporte masivo es debido a una falta de estrategias para garantizar que se cumpla con los objetivos. Mientras no haya garantías para el transporte masivo, su calidad y su oferta de servicios van a ser reducidas”, dijo.
¿Qué opinaron los taxistas?
Jhonny Rangel, vocero del gremio de taxistas ‘La Mancha Amarilla’, reveló que aunque prospere la propuesta del Alcalde, esta no sería acogida por todos los conductores de taxi, en especial por los que ya se han formado en el transporte individual de pasajeros y que respetan ese modelo.
Sin embargo, explicó que un grupo de conductores que vienen de manejar los buses del transporte colectivo de Cali en años anteriores sí podrían estar dispuestos a acogerse a esta alternativa, pues son los que actualmente operan la ‘piratería’ en taxis.
“Hay que resaltar el beneficio que le prestan a la comunidad y a la Administración por la misma deficiencia del transporte público, porque esos taxis cuentan con sus seguros y tienen todos los documentos exigidos por la norma y por la ley. Es un gana-gana para la ciudadanía, para la Alcaldía y para esos conductores”, manifestó Rangel.
Controles al parrillero hombre
Otro de los anuncios hechos por el alcalde Ospina es que se intensificarán los controles en la ciudad para detener a los motociclistas que se movilizan con parrillero hombre.
“Vamos a ser absolutamente radicales con el parrillero hombre en la moto por las actividades ilícitas que se están haciendo desde este vehículo. Estamos diciendo que hemos armado un fondo de $ 5000 millones para todo aquel que nos denuncie al moto-ladrón, el moto-ratero, el moto-delincuente”, indicó Jorge Iván Ospina.
Sin embargo, analistas tanto de movilidad como de seguridad expresaron que esta decisión perjudica a quienes realmente necesitan de la moto para transportarse, como el padre que lleva de parrillero a su hijo de 16 o 17 años al colegio o a algún otro sitio porque no cuenta con otro medio de transporte.
Alberto Sánchez, investigador en asuntos de seguridad ciudadana, cuestionó dos situaciones. La primera es que aseguró que la Alcaldía solo se preocupó por reaccionar ante los hechos delictivos sin pensar en anticiparse a estos.
Lo segundo, que esta es una medida que requiere mucha operatividad por parte de los agentes de tránsito y la Policía, pie de fuerza con el cual no cuenta la ciudad para hacer cumplir las normas.
“En Cali la gente tapa las placas, se mete por el carril exclusivo, andan incluso sin bombillos y no hay ningún tipo de sanción en la movilidad para esas personas, eso involucra al parrillero. Esta restricción debería eliminarse porque básicamente no funciona y uno no puede mantener una medida por el simple hecho de que la gente crea que sí está sirviendo”, sostuvo Sánchez.