Peatones y ciclistas siguen siendo los usuarios más vulnerables en las vías. Sin una ‘carrocería’ que los proteja más que su propio cuerpo, preocupa la alta participación de estos actores en las estadísticas de mortalidad y siniestralidad de la ciudad.

De acuerdo con el Observatorio de Movilidad Sostenible y Seguridad Vial, del 1 de enero al 17 de abril de este año los biciusuarios representaron el 6,3 % de las muertes en accidente de tránsito. En ese periodo fallecieron cuatro personas, cifra igual a la reportada en el mismo período de 2021.

Sin embargo, este año hubo -durante el período analizado- un aumento en el número de bicicletas involucradas en siniestros viales del 7,9 %, con respecto al año 2021, cuando se presentaron 89 casos frente a 96 en el 2022.

María del Mar Solanilla, subsecretaria de Movilidad Sostenible y Seguridad Vial de Cali, destacó que el año pasado se registró la cifra más baja de muerte de ciclistas de los últimos siete años. Mientras en el 2020, 41 personas perdieron la vida, en el 2021 la cifra bajó a 25, es decir, 16 casos menos.

La funcionaria atribuyó estos resultados a los programas de seguridad que desde esta dependencia se vienen adelantando en la ciudad para garantizar la seguridad del biciusuario.

En ese orden de ideas, aseguró, se están orientando diferentes campañas hacia la convivencia vial y el respeto por el espacio de todos los usuarios, además de un control permanente para el uso adecuado de la infraestructura vial, especialmente por los motociclistas que invaden estos carriles.

Según el Observatorio del Ciclista y el Peatón, los empleados in- formales son quienes más usan la bicicleta, ante la deficiencia del transporte público

Falta conexión y mantenimiento

Aunque la capital vallecaucana tiene 165 kilómetros de ciclo infraestructura construidos en diferentes modalidades, expertos en movilidad afirman que la falta de mantenimiento de los corredores y de interconexión entre los mismos, sumado al poco control de las autoridades para hacer respetar estos espacios, pone en riesgo la integridad de los ciclistas.

La epidemióloga Janeth Mosquera, directora del Observatorio del Ciclista y el Peatón, de la Universidad del Valle, subrayó que el mayor riesgo al que se enfrentan no solo los ciclistas sino los que se movilizan en transporte no motorizado es la velocidad del tráfico en la ciudad.

“Los límites de velocidad son muy altos, 60 kilómetros, 70 kilómetros y hasta 80 kilómetros por hora, esto hace muy complicado para el peatón y el ciclista moverse en la ciudad”, dijo Mosquera.

Igualmente, la falta de espacio físico se refleja en una inequitativa distribución de las vías, ya que el espacio para moverse como ciclista es muy reducido comparado con el del transporte motorizado.

Los bicicarriles, agregó Mosquera, son insuficientes en términos del trazado en kilómetros lineales, a lo que se suma la falta de conectividad, que es el problema más serio que hay, porque “llega un punto en que el ciclista debe pasarse a la vía normal porque no hay continuidad de los bicicarriles”.

Las vías principales y aquellos
corredores que a la fecha no tienen
bici-infraestructura son los sitios que representan el mayor riesgo para la movilidad de los ciclistas en la ciudad

El otro aspecto es la falta de mantenimiento que hace que se pierda la inversión inicial, no solo económica sino también la social, porque, cuando se borra la línea en un bicicarril, se borra del imaginario de la gente ese espacio para el ciclista.

El arquitecto James Rodríguez coincidió con Mosquera en estas apreciaciones y señaló que la implementación de los ciclocarriles fue una apuesta importante que se desarrolló entre el 2018 y el 2019, pero el mantenimiento casi nulo y la falta de una interconexión real para los ciclistas en toda la ciudad promueve a medias una movilidad segura.

“Después de dos años de esta Administración no se ha hecho nada respecto a este tema, de ahí que sigamos viendo carriles con puntos inconexos y ese espacio preferencial pierde su propósito, que es moverse de forma segura. Por eso sigue dándose la siniestralidad en los ciclistas”, afirmó.

A lo anterior se suma que muchos ciclistas no cumplen con las normas de tránsito y evaden la responsabilidad que tienen como usuarios de la vía.
Carlos David García, experto en movilidad, recalcó por su parte que aún faltan integrar más elementos de señalización y semáforos que ayuden a guiar a los ciclistas, así como campañas y seguridad vial para reducir la siniestralidad y generar respeto por las normas de tránsito.

De otro lado, la docente María Fernanda García, de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, insistió en que la falta de respeto por parte de conductores de vehículos y motocicletas a la ciclo infraestructura trae como consecuencia que mucha gente tenga temor de usarla.

Dijo también que la Alcaldía debería informar de manera explícita y en todas las redes sobre el mapeo de las ciclorrutas que existen en la ciudad, tal y como sucede con el MÍO, para que de esta forma el biciusuario sepa qué rutas utilizar y dónde hay puntos inconexos. De esta manera no terminaría rodando por las calles y exponiendo su vida.

Datos de la Secretaría de Movilidad señalan que los ciclistas se desplazan desde el oriente de la ciudad hasta el occidente, donde está la zona de servicios, pero también hacia el sur.

Inversiones en Movilidad

Desde la subsecretaría de Movilidad Sostenible y Seguridad Vial de Cali, aseguraron que sí se viene trabajando en el mantenimiento de la ciclo infraestructura, especialmente en los elementos de segregación, los cuales se evalúa reemplazar por material de mayor durabilidad.

De acuerdo con la subsecretaría, para mejorar la conectividad entre los bicicarriles dentro del Plan de Desarrollo Municipal está contemplada la implementación de 110 kilómetros, siendo el corredor de la 42 donde se iniciará la construcción de seis kilómetros por parte de Movilidad.

“No solo Movilidad intervendrá corredores, también lo harán Infraestructura y Metrocali, porque si bien ya hay muchos construidos, se requiere generar esa conectividad entre ellos, sobre todo en el recorrido Oriente-Occidente, para completar esos circuitos que garantizan la seguridad y protección de los ciclistas en la ciudad”, enfatizó María del Mar Solanilla.

En cuanto al mapeo de las rutas, la funcionaria reveló que esto ya se hizo y puede ser consultado por los biciusuarios en la página web de la Secretaría de Movilidad.

Además, a partir de proyectos como Bicicleta Pública, cuya licitación se abrirá este mes, se dará inicio a campañas de divulgación para que los ciclistas conozcan la oferta que tiene la ciudad en materia de movilidad.

Se espera que con estas iniciativas y el mejoramiento de todas las redes de bicicarriles, los ciclistas puedan rodar de manera tranquila y segura por las calles de la capital del Valle del Cauca.

Reacción de los ciclistas

Días atrás se viralizó en redes sociales un video en el que Laura Solarte, estudiante de Literatura, evitó que varios motociclistas invadieran el bicicarril por el que ella se desplazaba. Según ella, lo hizo para promover un respeto por las normas de tránsito y evitar que la atropellaran, tal y como ha ocurrido en ocasiones anteriores.

Sin embargo, Carlos Collazos, quien usa la ‘bici’ a diario para ir a su trabajo, cree que a pesar de acciones como la de Solarte “es muy complicado que la movilidad mejore, no solo porque las vías están en pésimo estado y la congestión es compleja, sino porque falta autoridad”.