Mañana la Corte Constitucional tomará una decisión importante en el país: definirá si establece las 24 semanas como tiempo límite para la interrupción voluntaria del embarazo.

La polémica se dio a partir del caso de la tutela, que interpuso una mujer de 33 años, quien con 26 semanas de embarazo, solicitó a su EPS que le practicara el aborto por una malformación del feto.

El documento llegó a la Corte Constitucional y la encargada de su estudio fue la magistrada Cristina Pardo, quien presentó una ponencia en la que plantea que a partir de la semana 24 de gestación, es decir, a los seis meses, las mujeres no puedan practicarse el aborto legal, pues es a partir de ese tiempo donde el feto logra “su viabilidad autónoma”.

El País consultó la opinión de tres expertos en derechos sexuales y reproductivos de la mujer. Algunos se oponen, pues aseguran que las deficiencias de acceso al servicio de salud impiden cumplir ese plazo; mientras que otros opinan que con la medida se reducirán los “infanticidios”.

"Pondría un freno a los infanticidios"

Yudy Giraldo, coordinadora de la plataforma ‘Unidos por la Vida en el Suroccidente Colombiano’, aseguró que es alarmante que en Cali y en Colombia las mujeres estén interrumpiendo sus embarazos cuando el bebé tiene hasta nueve meses de gestación.

“Eso es un infanticidio, teniendo en cuenta que se está acabando con la vida de seres humanos ya formados con inyecciones que les detienen los latidos de sus corazones, tal como se practica la pena de muerte en Texas (EE.UU)”, dijo Giraldo.

A pesar de que esta mujer no está de acuerdo con el aborto bajo ninguna condición, afirmó que limitar las semanas de gestación sería un camino para estrechar la brecha contra esta decisión.

“El aborto es más riesgoso para una mujer que el mismo embarazo porque el cuerpo de nosotras está diseñado biológicamente para concebir. Quienes lo practican quedan con traumas muy graves e, incluso, muchas de ellas intentan suicidarse a futuro”, advirtió.

Para Giraldo, el sistema de salud debería ofrecerles otro tipo de alternativas para evitar que las madres tomen la decisión de interrumpir sus embarazos. “En nuestra Fundación, por ejemplo, les hacemos un acompañamiento emocional y las ayudamos psicológica y económicamente”.

"Las mujeres más pobres, en riesgo"

Para Juan Carlos Vargas, director médico de Profamilia Vargas, el limitar la edad gestacional en la que la mujer puede interrumpir voluntariamente el embarazo es un problema que afectaría a las mujeres más vulnerables de Colombia

“Es decir, las que tienen menores ingresos económicos o un bajo nivel educativo, las que viven en la zona rural o en lugares donde no hay servicios de salud disponibles permanentemente y, sobre todo, aquellas niñas y jóvenes que han sido víctimas de abuso sexual desde la infancia”, explicó Vargas.

Un caso puntual que cita el director médico de Profamilia, es el de una niña que fue violada desde los 8 años por su padrastro y que quedó en embarazo.

“Ella se dio cuenta de manera tardía de su estado y tuvo que ser sacada de la zona donde estaba ya que no podía poner una denuncia en contra de el abusador porque era quien le daba de comer. Entonces, primero tuvo que buscar un sistema de protección y luego sí solicitar la interrupción del embarazo. En todo ese proceso, la atención se le brindó después de la semana 24”, precisó.

"Un retroceso de lo conquistado"

Norma Bermúdez, activista de los derechos de las mujeres, opina que la propuesta de la magistrada Cristina Pardo va en contravía de lo que se ha logrado conquistar a nivel constitucional.

“Mientras aquí se busca limitar y reglamentar el tiempo para interrumpir el embarazo, el continente está pensando en el aborto libre por un tema de autonomía de las mujeres sobre el cuerpo y sus decisiones sexuales y reproductivas”, aseveró.

Asimismo, complementó que existe una explicación médica que podría afectar la salud de las mujeres que no puedan abortar después de los seis meses. “Esto, si se tiene en cuenta que el riesgo para la vida de la madre no se presenta en los primeros meses de embarazo si no más adelante”, señaló Bermúdez.

Para ella, otro aspecto que se debe tener en cuenta son las barreras “actitudinales ”que enfrentan las mujeres que deciden abortar. “Muchas veces, el personal del sector de la salud es cruel. Aquí en Cali me ha tocado ver casos en que, para torturarlas, en los hospitales donde les han hecho el aborto les ponen el frasco con el feto muerto encima de sus camas ”, dice.

Lea además: Piden a la Corte Constitucional no poner "más obstáculos" al aborto en Colombia