Luego de una década en la que se ha hablado mucho del proyecto, todo parece indicar que las próximas administraciones locales de Cali y Jamundí y la del departamento del Valle podrán iniciar la construcción del proyecto de movilidad más ambicioso en la historia de la región, el Tren de Cercanías.
El primer tramo que se construirá es el de los mencionados municipios. “En un viaje de Jamundí a Cali normalmente se gasta hora y media en el recorrido, pero en el tren va a durar 48 minutos. Esperamos que existan 2900 accidentes menos por año; solamente por la implementación de este transporte y se evitaría la emisión de 1.2 millones de toneladas de Co2″, destacó Juan Camilo Pantoja, gerente de la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), como algunos de los beneficios.
Al hablar de costos, las entidades han sido precavidas de dar números inexactos, pues se trata de un proyecto de muy alta envergadura. De hecho, el secretario de Infraestructura del Valle, Frank Ramírez, aseguró que aún se están estimando los costos.
“Pero estaríamos hablando de una inversión que supera los $ 4 billones de pesos, aunque eso dependerá del proceso de cofinanciación que se logre cerrar con el Gobierno Nacional”, explicó Ramírez.
Lo que se tiene proyectado lograr es un acuerdo de cofinanciación en el que el Gobierno Nacional asuma el 70 % de los costos de la obra, mientras que la Gobernación del Valle y la Alcaldía de Cali pondrían, de manera conjunta, el 30 % restante para hacer realidad la iniciativa.
Haciendo el ejercicio con las cifras entregadas por el Secretario de Infraestructura del departamento, la Nación tendría que desembolsar alrededor de $ 2.8 billones de pesos, y los gobiernos departamental y local se harían cargo de los $ 1.2 billones restantes.
Lograr ese acuerdo de financiación, que sería casi el último paso para que el proyecto pueda desarrollarse, podría ocurrir en el primer semestre del próximo año. Así está expuesto en el cronograma que tienen los promotores públicos y privados del Tren.
Los documentos que lo soportan se encuentran en la Unidad de Movilidad Urbana Sostenible (Umus) del Ministerio de Transporte, entidad que está estudiando el proyecto para otorgarle el aval técnico, en caso de encontrar todo en orden.
Ese es el paso más próximo, que se espera sellar entre enero y febrero del 2024. Después de alcanzarse, la documentación pasará a manos del Ministerio de Hacienda, quien hará también un estudio para entregar el aval financiero o fiscal, que se espera tener listo alrededor de los meses de abril o mayo.
Si las cuentas continúan como está previsto, con esos dos avales, se procedería a firmar el convenio de cofinanciación en julio de 2024, para luego abrir el proceso de licitación pública de la obra en agosto y cerrarlo en enero de 2025, cuando todo estaría dado para el inicio de los trabajos.
“Tenemos que salir rápidamente del aval técnico y el fiscal para poder arrancar rápidamente la licitación y la contratación. Aún faltan muchas cosas para decir cuándo tendremos el primer tren circulando, pero lo que sí sabemos es que se debe iniciar proceso de contratación el siguiente año”, expresó María Isabel Ulloa, directora ejecutiva de Propacífico.