Los accidentes que se han presentado con los nuevos taches o bordillos en algunos sectores de la ciudad, han vuelto a prender la polémica alrededor de esta estrategia. Mientras unas personas dicen que son necesarios para la seguridad de ciclistas y peatones, otros afirman que solo estorban en las vías y reducen la movilidad de la ciudad.
El concejal Roberto Ortiz, quien ha cuestionado fuertemente a la Administración actual, comentó que el mandatario Jorge Iván Ospina está haciendo lo mismo que el alcalde anterior, y es “llenar la vías de obstáculos”.
Agregó que mientras otras ciudades amplían vías, en Cali las reducen, gastando miles de millones de pesos, lo que ha llevado a que haya un caos en la movilidad.
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“Los de antes los llamaban ‘armitaches’, ahora les dicen ‘ospibloques’. Necesitamos nuevas obras viales en la ciudad, y no estorbos. Hagamos más ciclovías que sean verdaderos circuitos, implementemos más cultura ciudadana de respeto por la vida acompañada de autoridad vial”, expresó.
Este año la Secretaría de Movilidad inició el reemplazo de los taches y bolardos que eran de plástico, debido a que ya se encontraban en mal estado. Para esto, están invirtiendo $ 1845 millones.
En esta oportunidad, utilizaron separadores de concreto con una altura de 8 cm y otros de 20 cm, esto con el objetivo de que fueran más resistentes a las malas prácticas que tienen algunos ciudadanos con este tipo de elementos, pues muchos de los vehículos pasan por encima de estos dañándolos completamente.
La Secretaría de Movilidad indicó que el reemplazo de los bordillos se estará realizando hasta el mes de marzo en 7 corredores viales de la ciudad.
Durante las últimas semanas, se ha evidenciado cómo algunos carros y motos han terminado estrellados contra los nuevos bordillos de concreto, al parecer, por no respetar las normas de tránsito y por conducir con exceso de velocidad.
El más reciente caso ocurrió el pasado martes precisamente cuando la Secretaría de Movilidad presentaba los nuevos bordillos instalados en el Parque Longitudinal 72W en el oriente de Cali. En ese momento un vehículo colisionó contra varios de los segregadores, quedando atrapado en medio de estos.
Al respecto, William Vallejo, secretario de Movilidad, recordó que estos segregadores viales tienen el objetivo de “incidir en la reducción de la velocidad y así mismo, disminuir la siniestralidad”.
Además de brindarles un espacio seguro a los peatones y ciclistas, pues según el funcionario, es muy frecuente que los vehículos hagan maniobras peligrosas en las calles de la ciudad.
Según Movilidad, los bordillos ha tenido un impacto positivo en la reducción de la siniestralidad, en los corredores donde se implementó la estrategia.
Para Darío Hidalgo, experto en movilidad, estos dispositivos son necesarios para la movilidad, sobre todo en las vías donde comparten varios actores viales como los carros, buses, motocicletas, ciclistas, entre otros.
“Esta separación ha favorecido que en las vías de alto flujo vehicular se cuiden las vidas de los actores más vulnerables que son aquellos que se movilizan por los bicicarriles”.
Sin embargo, reconoció que también ha generado fuertes congestiones en las vías que fueron adaptadas con bicicarriles, pero que hay que resaltar que eso permitió la inclusión de los ciclistas de forma segura.
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Asimismo, John Freddy Bustos, ciclista y líder ciudadano, expresó que los nuevos taches, al estar más cerca entre ellos, dejan menos espacio para que las motocicletas ingresen y circulen por las ciclorrutas.
“En una primera instancia me parece una buena medida. Llega tarde, en el sentido en que se permitió que se deterioraran los separadores anteriores y que se invadieran los bicicarriles”, dijo Bustos.
Pese a esto, el ciudadano dice estar a la expectativa de cómo van a funcionar los bordillos y de cómo las autoridades van a velar para que se respete la cicloinfraestructura.