Por Luz Stella Cardona Ruiz, reportera de El País
Una encuesta realizada por el Observatorio para la Equidad de las Mujeres, OEM, arrojó unas cifras alarmantes en términos de desigualdades en temas como empleo e ingresos laborales, el sistema de cuidado y violencias basadas en género, para la mujer en Cali.
Los datos recogidos por la muestra que se realizó entre los meses de septiembre y octubre, advierten que las mujeres tienen menor participación en el mercado laboral, ganan menos que los hombres y adicionalmente tienen una alta carga de trabajo.
Según el Dane, en el trimestre mayo – julio de 2023, 61 de cada 100 mujeres mayores de 14 años, participan en el mercado laboral de Cali (Área Metropolitana Cali – Yumbo), mientras la participación de los hombres fue 77 de cada 100.
Al examinar la tasa de desempleo, las brechas en el mercado laboral se agudizan, ya que la tasa de desempleo de la mujer es del 12,4% mientras la del hombre del 9%, o sea 3,4% puntos porcentuales más alta.
Cabe anotar que, según la encuesta OEM realizada en 2022, 43 de cada 100 mujeres tienen un trabajo por el cual recibieron una remuneración; 65 de cada 100 mujeres con empleo trabajó entre 6 y 7 días a la semana y 24 de cada 100 entre 9 y 12 horas al día, lo que representa una carga laboral alta para las mujeres.
En el tema del emprendimiento el escenario tampoco es halagador: más de la mitad de las mujeres emprendedoras en la ciudad, - 54 de cada 100-, dedica entre 6 y 7 horas a la semana a su negocio y más de la mitad dicen tenerlo en su vivienda.
Otro aspecto que tocó la encuesta fue el sistema de cuidados para las mujeres de Cali, pues a la carga de las labores del hogar se suma el hecho de que 22 de cada 100 mujeres afirman que sobre ellas recae la responsabilidad del cuidado de personas dependientes en su hogar.
Igualmente, de cada 100 mujeres 22 viven con niños y niñas menores de 5 años; 11 con personas dependientes, enfermas o mayores que requieren atención y cuidado, 17 tienen algún tipo de limitación o discapacidad que les dificulta trabajar o estudiar y 40 se preocupó en los últimos 30 días de que los alimentos se acabaran y no tener recursos para comprarlos.
Otro hecho agravante es que 43 de cada 100 no dedican tiempo a actividades de autocuidado u ocio.
De igual forma, según el Observatorio de Seguridad de Cali, se presentaron 50 homicidios y 9 feminicidios. Además, 547 exámenes médicos por presunto delito sexual se han registrado a agosto de este año, mientras 25 de cada 100 mujeres dice haber sido manoseada, besadas o tocadas sin su consentimiento. En el 63% de los casos el responsable fue un desconocido.
Feminización de la pobreza
Según Lina Buchely, directora del OEM, uno de los puntos más graves es la precarización económica de las mujeres en Cali, donde el 44% tienen inseguridad alimentaria, el 60% reciben ingresos menores a un salario mínimo y solamente el 18% hace cotización a pensión. “Esto nos habla de una brecha pensional muy grande. Por eso, es muy importante preguntarse ¿cómo potenciar los trabajos y la autonomía económica de las mujeres?”.
Igualmente, está la sobrecarga de trabajo, ya que las mujeres tienen una carga de trabajo 3 veces mayor que la de los hombres. “Estamos llegando a cifras menores del 20% en actividades de autocuidado y ocio, además de una acumulación de escenarios laborales, productivos y/o reproductivos. Una propuesta urgente son los sistemas distritales de cuidado que logren reconocer, redistribuir y recompensar a la mujer, la labor que hacen en sus casas”.
Para Buchely lo más grave es que “no existe una implementación continua, consistente, del sistema distrital de cuidado que permita que el Estado, la administración pública y la ciudad, se hagan corresponsables de ese trabajo de cuidado en menores de edad, con sistemas escolares, de formación, que puedan entrar a mermar la carga de cuidado de las mujeres”.
De otro lado, agregó que Cali tiene 10% más de tasa de afectación sexual de las mujeres que en las otras ciudades del país.
“Hay de alguna manera una emergencia muy importante de escenarios de acoso callejero en lo público, por lo tanto, debemos robustecer los programas sobre rutas de violencia basadas en género, evitando que haya revictimización o victimización secundaria, para poder romper los circuitos de violencia”.
Por su parte, Marvin Mendoza, director del programa Cali cómo Vamos, ante estos datos que reflejan los desafíos que enfrentan las mujeres en Cali, recomendó aplicar la equidad de género de manera transversal a planes, políticas y programas públicos y privados.
“Claramente hay unas dificultades que deben ser solucionadas por parte de los diferentes actores, tanto públicos como privados de la ciudad. En el mercado laboral, el hecho de que las mujeres ganen menos que los hombres y que, adicionalmente, tengan una tasa de desempleo más alta, está mandando una señal de que no solamente es de responsabilidad del Estado sino también del resto de actores de la sociedad como las empresas”
Y agregó: “Hay que fomentar la vinculación formal en el mercado laboral en igualdad de condiciones que los hombres, y lo mismo aplica en las labores de cuidados del hogar”, sostuvo Mendoza.
Entre tanto, Soraya Husain Talero, directora de Investigaciones de Fundación WWB Colombia, manifestó que es urgente consolidar el sistema de cuidado distrital que tenga en cuenta las necesidades particulares de las mujeres de la zona urbana y rural de la ciudad, y que reconozca las cargas de mujeres racializadas cuyas horas dedicadas al trabajo de cuidado sobrepasan las 7 horas diarias.
“Sin duda el panorama que muestra el informe es un llamado de atención a todas las organizaciones y a los gobiernos locales y departamentales para que se sumen a trabajar para mejorar las condiciones de vida de las mujeres en la ciudad”, enfatizó Husain Talero.
Para Daniela Konietzko Calero, presidente de esta entidad en Colombia, uno de los pasos más importantes para disminuir esas brechas tan grandes que persisten en la ciudad “es empezar a tener una mirada distinta, más empática, que se ponga en los zapatos de las demás personas y que aporte al cambio. Entender que la inclusión activa de las mujeres en el desarrollo económico aumenta la productividad y también se previenen las violencias de género”.
Por otra parte, María Fernanda Penilla, secretaria de Bienestar Social, reconoció que la violencia contra la mujer, en todas sus formas, existe en Cali.
De ahí campañas como ´Cali se pinta violeta´ para crear conciencia sobre este fenómeno.
En ese sentido, sostuvo que para cerrar las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres, el año pasado se adoptó la nueva política pública de las mujeres en Cali a 10 años, en la que todos los organismos del Distrito, cuentan con diferentes metas e indicadores, además de presupuesto, para trabajar en el cierre de todas esas brechas: educación, deportes, salud, salarial, etcétera.
De igual forma, en el mes de mayo se implementó el Sistema Distrital de Cuidado, convirtiéndose en la tercera ciudad del país en contar con este mecanismo que busca fortalecer y articular en la ciudad la oferta de servicios de cuidado.
“Queremos socializar esta oferta para que las mujeres vayan haciendo uso de estos servicios y a futuro, no muy lejano, logremos reconocer, remunerar y redistribuir las labores de cuidado”, puntualizó Penilla.