Cali tiene dos enfermedades urbanísticas: déficit de espacio público, fruto del crecimiento descontrolado; y el carrocentrismo, que no es otra cosa que ese excesivo valor cultural que le damos los caleños a estos vehículos. Así lo sostienen algunos arquitectos, urbanistas y el Departamento de Planeación de Cali, que se embarcó en una estrategia, para unos urgente, para otros polémica.
Las cifras que respaldan estos males son contundentes: en Cali el 18 % de las personas que tienen carro ocupan el 84 % del espacio público y por cada caleño en promedio solo hay solo 2,7 metros de espacio público cuando los estándares mínimos de una ciudad tienen que ser de al menos 15 metros por ciudadano.
La estrategia para compensar este desequilibrio es peatonalizar algunas vías de la Cali por periodos de tiempo: fines de semanas, fechas especiales, en una primera fase de culturización para que los caleños se familiaricen con estos espacios y evaluar a futuro zonas peatonales más permanentes.
El primer piloto se realizó en el barrio San Antonio, en medio de la polémica, ya que algunos sectores advertían que era inapropiado realizarlo en medio de la pandemia por el Covid – 19. El director de Planeación de Cali, Roy Alejandro Barreras, señala que se cumplieron con todos los protocolos de bioseguridad.
Pero más allá de ese aspecto, la iniciativa de San Antonio busca replicarse en el corto plazo en sectores como los barrios El Peñón, Granada, Ciudad Jardín, la Avenida Sexta, uno de los carriles de la Calle 9, los alrededores de la plaza de mercado Alameda y el centro de la ciudad.
“La experiencia de ‘Camina San Antonio’ tiene tres objetivos: rescatar el espacio público, promocionar la movilidad peatonal y destacar la puesta en valor del barrio como patrimonio de Cali”, argumenta Barreras.
Lea además:
Agrega que este piloto mostró cómo funciona la movilidad peatonal en Cali y que sí es posible apropiarse del espacio público y romper mitos y taras, “por ejemplo que hay que llegar hasta la puerta del restaurante o del establecimiento comercial en carro. Se lo explico: El mismo caleño que se queja de esta experiencia en San Antonio y que pone como pretexto que hay que llegar en carro hasta un negocio, es el mismo que paga un taxi en Cartagena hasta la ciudad amurallada para después caminarla. Pues Cali sí tiene los espacios como los de Cartagena y lo único que hay que hacer es ponerlos a disposición del peatón ”, sostiene Barreras.
¿Cómo será la peatonalización de otras zonas de Cali?
La filosofía de esta Alcaldía para el proceso de peatonalización de algunas vías en Cali es clara: primero hay que gatear para después caminar. En otras palabras, en una primera fase se realizarán cierres temporales de algunas vías brindando ofertas culturales e intervenciones (señalización, cebras de acceso), para después considerar si es posible hacer cierres completos como hoy ocurre en algunas vías de Cartagena, Pereira, Medellín y Bogotá o simplemente hacer cierres temporales en jornadas y horarios especiales.
“Cerrar una vía no es posible si no existe la apropiación del espacio público. Esperamos replicar esa experiencia con más frecuencia en otros espacios como el centro histórico de Cali donde sería interesante conectar el bulevar de la Av. Colombia con la Plaza de Cayzedo y la plazoleta de San Francisco y de allí subir hasta la colina de San Antonio”, sostiene.
Y añade: “Un piloto de apropiación peatonal de vías que funciona bien es el de la Carrera 34, en el parque de El Perro, que se cerró para darle más espacio a los restaurantes por la pandemia. Hoy el parque automotor se reactivó en Cali en un 85 % y este sector no ha colapsado en materia vial”.
Antes de culminar el año se espera realizar un nuevo piloto en San Antonio, para en el 2021 replicar la experiencia en otras zonas.
Lo que dicen los expertos
Para Angela Franco, Phd en arquitectura con énfasis en estudios urbanos y profesora e investigadora de la Universidad del Valle, los proyectos que le dan prioridad al peatón son más importantes que construir más vías vehiculares.
“Deben ser proyectos bien estructurados que no den lugar a la improvisación de solo poner barreras a los vehículos. Hay que pensar en la iluminación, en Cali es importante ofrecer sombra para poder caminar bajo el sol. Hay que brindar una alternativa de movilidad para que cuando se peatonalice una vía no se convierta en lío mayúsculo de movilidad”, sostiene.
La académica agrega que también es vital tener una oferta de parqueaderos periféricos a la zona que se peatonalizará y pensar en el mobiliario para los caminantes.
“Hay muchas experiencias que funcionan bien en Colombia como la Carrera 14 en Armenia, entre otros, pero son proyectos muy bien diseñados. Hay que pensar muy bien en los habitantes del barrio y en quiénes son los que transitarán esos corredores para que en el futuro el sector no solo esté lleno de negocios pero quede vacío de habitantes”, sostiene.
César Hernández, Urbanista de MIT, quien lideró procesos de urbanismo en Bogotá y actualmente concejal de la capital del país, sostiene que cualquier iniciativa de generación de espacio público debe ser estimulada.
“Porque es una gran estrategia de desarrollo económico que desde hace mucho tiempo se viene implementando en las grandes capitales del mundo. A los comerciantes al principio le da mucho miedo que la gente no tenga dónde parquear, esa fue la reacción que tuvimos cuando peatonalizamos la Carrera Séptima de Bogotá, pero si hay un control de espacio público, se mantienen las vías limpias y hay intervenciones culturales se rompen esos miedos”.
Hernández pone como ejemplo la zona rosa de Bogotá. “La Zona T era un gran parqueadero, Peñalosa -exalcalde de Bogotá- la peatonalizó hace más de 20 años y hoy en día es una de los sectores que más genera recursos porque va mucha gente y los establecimientos comerciales son muy codiciados, lo mismo sucede en la Carrera 7, que hoy es más exitosa comercialmente que cuando no era una vía peatonal”.
Espacio público en cifras
Actualmente Cali tiene 2.7 metros cuadros de espacio público por habitante, Medellín 3.6 metros, Bogotá 4,5 metros. Lo que establece la Organización Mundial de la Salud, OMS, son de al menos 15 metros por habitante.
El objetivo de esta Alcaldía es generar al menos 3,6 metros de espacio público por habitantes es decir, generar en 4 años al menos 1 millón de metros cuadrados de espacio público en la ciudad. Solo en el parque Corazón de Pance, que piensa construir esta Alcaldía, se estiman habilitar 800.000 metros de espacio público.
El Parque Lineal Río Cali, frente a la Torre de Cali, es uno de los sectores donde se hizo una importante inversión en espacio público pero hoy es poco utilizado.
La inseguridad, la falta de oferta de servicios, la desconexión con zonas residenciales y comerciales llevó a que este espacio esté tomado por habitantes de calle.
“Antes de invertir en obras es importante poner valor a lo que ya tenemos”, dice Barreras.
Agrega que hay que crear reglas de juego de ese espacio con la comunidad. “Nuestra prioridad es encontrarle un uso a ese parque, estamos buscando una conexión con Versalles y San Vicente porque la Av. de Las Américas y la troncal del MÍO generan una ruptura peatonal para acceder al parque y esa comunidad esta a dos cuadras. Además vamos a conectar ese espacio con el paseo Bolívar y el Bulevar del Río”.