Con ramos en mano, cantos tradicionales y un profundo sentido de devoción, la comunidad de la parroquia Cristo Resucitado se congregó este domingo en el barrio La Flora para dar apertura a la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos. La ceremonia fue presidida por el padre Joaquín Alberto Gómez, también director del Banco de Alimentos de Cali, quien lideró una procesión solemne en la que se recordó la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.

Durante su homilía, el padre Gómez invitó a los feligreses a iniciar estos días santos con un acto de entrega total al Señor, dejando atrás sentimientos que alejan al ser humano de la fe. “Te entregamos soberbia, orgullo, vanidad, avaricia. Pisotéalos, Señor, y transfórmalos con tu misericordia”, expresó con voz firme frente a decenas de asistentes que siguieron la celebración con atención y recogimiento.

A lo largo del recorrido por las calles del barrio, las palmas se alzaron al cielo en señal de alabanza y esperanza, mientras los fieles entonaban cantos como “Hosanna”, evocando la multitud que recibió a Jesús en Jerusalén hace más de dos mil años. La procesión fue también un llamado a renovar la fe, a dejar que Dios habite en el corazón de cada creyente y a caminar junto a Él durante esta Semana Mayor.

La Palabra de Dios es el alimento de vida que necesita nuestro corazón cuando se siente atribulado”, recordó el sacerdote. Su mensaje hizo eco entre los asistentes, muchos de los cuales llegaron con sus familias, algunos vestidos de blanco como símbolo de pureza y otros con los ramos decorados en señal de respeto y devoción.

La reflexión también giró en torno al papel del cristiano en medio de un mundo lleno de ruido, de confusión y de superficialidades. “Volvamos al paso de Jesús. Dejemos nuestras preocupaciones y alabémoslo como peregrinos de la esperanza”, dijo el padre Gómez, insistiendo en que esta semana debe vivirse desde el compromiso, la oración y la introspección.

La reflexión también giró en torno al papel del cristiano en medio de un mundo lleno de ruido, de confusión y de superficialidades. | Foto: Bernardo Peña/El País

La ceremonia finalizó con la lectura del Evangelio según San Lucas, en el que se narra cómo Jesús se acercó al Monte de los Olivos y fue recibido por la multitud. Ese mismo espíritu fue el que se vivió este domingo en Cali, donde la comunidad reafirmó su fe y su voluntad de acompañar espiritualmente el camino de Cristo hacia la cruz y la resurrección.

Así, entre oraciones, cantos y corazones abiertos, comenzó en La Flora una Semana Santa que promete ser tiempo de conversión, gratitud y esperanza.