Por Ossiel Villada Trejos, Jefe de Redacción de El País
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, cree que los organismos de control del país deben investigar si la Alcaldía de Cali fue sometida a un saqueo generalizado entre 2020 y 2023, período en el que gobernó Jorge Iván Ospina.
Eder hace esa petición tras encontrar 179 casos de posibles irregularidades que se cometieron en casi todas las dependencias de la Alcaldía, las cuales fueron consignadas en un libro blanco que se dio a conocer en la semana que concluye.
En entrevista con El País, el Alcalde confesó que lo que se consignó en el libro le causó dolor y rabia, pues “fue un desgobierno y un descontrol que afectó el bienestar y el patrimonio de todos los caleños”. Sin embargo, dijo que hay que “pasar la página” y empezar a recuperar la ciudad.
Vea en el video anexo el diálogo completo o, si lo prefiere, lea más abajo la versión escrita de la entrevista que apareció en la edición impresa de El País.
Acalde, ¿qué sensación le dejó el libro blanco sobre lo que encontró en la Alcaldía de Cali?
Sacar un libro blanco con un corte de cuentas era un compromiso que yo había adquirido con los caleños y lo cumplimos. Ahí están los resultados. El libro blanco tiene 179 hallazgos que probablemente puedan conducir a castigos disciplinarios, administrativos, penales o fiscales por esos hechos.
Como caleño, a mí me genera mucho dolor y mucha rabia lo que consignamos ahí. Porque veo que no es que la ciudad hubiera estado mal de plata. Plata había, lo que pasa es que la plata de los caleños se malgastó, no se administró de la manera debida y eso lo que terminó fue generando más dolor en nuestra ciudad en unos años muy difíciles.
¿El número de hallazgos era lo que usted esperaba o lo sorprendió?
Fueron 179 hallazgos y en prácticamente todas las dependencias de la Alcaldía. Entonces lo que encontramos fue un desgobierno y un descontrol que afectó el bienestar y el patrimonio de todos los caleños.
Encontramos, por ejemplo, unas empresas descentralizadas en su peor momento. Un Metrocali en liquidación, un Corfecali con una deuda de $17 mil millones y un patrimonio negativo de casi $10 mil millones.
En el caso de Emcali, una empresa que viene perdiendo ingresos, que todos sus márgenes de ingresos, de Ebitda, venían cerrándose. Y si miramos específicamente el caso de Telecomunicaciones, pasó de tener un margen de Ebitda positivo del 13% en el 2019, a un Ebitda negativo del 136%. En mi vida nunca he visto una empresa que tenga un Ebitda negativo de esa magnitud.
Entonces, claro que me da rabia como caleño, pero quiero decirle a la ciudadanía que ya pasemos la página. Desde este punto para adelante respondo yo y vamos a sacar a Cali adelante. Eso sí, que los entes de control investiguen esos hallazgos y si hubo algo que deban sancionar, que procedan.
Pero mi invitación a los caleños es que miremos para adelante, porque debemos recuperarle el rumbo y la dignidad a Cali.
¿Diría usted que aquí hubo una operación sistemática de saqueo a los recursos públicos de Cali?
Yo creo que eso es exactamente lo que deben investigar y esclarecer los entes de control. Y agrego que los caleños tenemos que ser conscientes que esto no puede volver a pasar. Este libro blanco debe servir para que nunca más se repitan este tipo de manejos en nuestra ciudad.
¿Qué lectura hace de lo que arroja el libro blanco sobre Emcali?
Emcali es una empresa con tanto potencial que no se quebró. Lo que se necesita con Emcali es administrarla bien y por eso buscamos al mejor gerente técnico para que lo haga. Y ese es el ingeniero Roger Mina, un caleño que nos va a ayudar a recuperar la empresa y a protegerla como empresa pública.
Pero mucha gente dice que usted va a privatizar a Emcali, ¿es cierto?
No. Yo quiero ser muy claro con eso: Emcali debe ser y permanecer como empresa pública. Pero eso quiere decir verdaderamente pública, es decir, que sea una empresa bien administrada y rentable para que les pague dividendos a los caleños, no una empresa manejada por un interés particular que no la deja prosperar.
Pero eso es justamente lo que muchos sentimos: que Emcali está en manos de unos pocos y usted no ha podido tomar el control de ella…
Llevamos apenas 90 días de gobierno, más o menos, y entonces esto no ocurre en un día. Pero tengan la certeza de que estamos estabilizando y asumiendo el control no sólo de Emcali, sino de toda la Alcaldía, porque no vamos a permitir que sigan arrastrando a Cali por el barro.
Pero es que en estos pocos días ya hemos visto a una Emcali llena de sindicatos que no parecen dispuestos al cambio que usted propone…
Si hay personas a las que yo aprecie son los trabajadores de Emcali, porque con todo y las dificultades no permitieron que la empresa se hundiera. Eso a pesar de que, tristemente, hubo algunos de ellos que fueron permisivos con lo pudo haber pasado en Emcali.
Lo que pienso es que los caleños tenemos que reclamar a Emcali como una empresa del pueblo caleño en su totalidad y no de algunos intereses particulares y sectorizados. Y estamos trabajando para que sea una empresa pública, pero bien administrada, como lo es, por ejemplo, EPM en Medellín.
No puede ser posible que en 1987 vinieron los paisas aquí a Cali para aprender cómo administrábamos nuestra empresa, y hoy, 40 años después, Emcali es una empresa relativamente pequeña, con ventas de 2 o 3 billones de pesos, mientras que EPM es un conglomerado que vende alrededor de 40 billones y le paga entre 1,5 y 2 billones de pesos al año en dividendos a Medellín.
Estamos empezando a aterrizar una visión de cómo poner la empresa a trabajar por el bienestar de Cali y todo eso es parte de un plan que les vamos a mostrar a los caleños de manera transparente.
¿A qué le va a apostar con ese plan de recuperación de Emcali?
Inicialmente, a unas buenas prácticas empresariales, eso es lo principal. Segundo, a mejorar las eficiencias y reducir las pérdidas que tienen las distintas unidades de negocio. Y tercero, vamos a buscar nuevos negocios. Estamos mirando mucho inicialmente hacia el sector de la generación de energía. Lo que queremos es valorizar la empresa, que se meta en negocios que puedan generar riqueza para distribuir recursos en la ciudad.
El otro libro que prepara es su Plan de Desarrollo, ¿ya está listo?
Vamos a presentar un Plan de Desarrollo de esperanza y de futuro. Se llamará ‘Cali, capital pacífica de Colombia’ y con él vamos a proyectar nuestra ciudad con una visión a largo plazo.
Vamos a fortalecer toda la inversión social, pero sobre todo vamos a plantear un Plan de Desarrollo que es pro-empresa, para que se dispare el emprendimiento, llegue la inversión, se mueva la economía y se genere empleo. Y también le vamos a apostar a recuperar la seguridad.
A propósito, a muchos caleños los siguen atracando en la calle. ¿Cuándo y cómo le va a poner fin a eso?
Desde el 1 de enero la seguridad ha sido nuestra prioridad y por eso tenemos puestos de control permanentes por todo Cali. Y no llevamos ni 90 días con esa estrategia, pero hemos logrado que el homicidio baje un 15%, el hurto ha caído más de un 30%, el hurto en comercios ha bajado un 50% y el hurto en el MÍO también se reducido un 50%.
Así que vamos a fortalecer esa estrategia. Pero también le dije al Gobierno Nacional que necesitamos más apoyo para realizar la COP 16 y por eso le pedimos 3 mil policías adicionales durante por lo menos dos meses antes de la cumbre.
Para ponerlo en perspectiva: Cali hoy tiene 6 mil policías, pedimos 3 mil adicionales. Es un aumento del 50% en el pie de fuerza. Y eso nos va a permitir recuperar la tranquilidad aún más en la ciudad y poder proteger a los caleños y a los visitantes que van a llegar para la COP 16.
¿Y cómo le ha ido con el presidente Gustavo Petro?
La relacion con el Gobierno Nacional en general ha sido muy constructiva y hemos abordado varios temas importantes para Cali. Déjeme decirle, a propósito, que respaldo la decisión del Presidente de haber levantado el cese al fuego con el Estado Mayor Central porque en un proceso de paz no puede haber espacio para la delincuencia.
¿Y no teme que eso afecte a Cali?
El riesgo siempre ha estado presente, y evidentemente aumenta un poco sin el cese al fuego, pero comparto la decisión del Gobierno y confío plenamente en la capacidad de nuestra fuerza pública para protegernos y dar con los bandidos que nos quieran hacer daño.
Petro ordenó que el monumento a la resistencia sea declarado patrimonio, ¿también lo apoya en eso?
Nosotros vivimos en una democracia y cualquier debate en la legalidad es válido, pero lo que no comparto es que se nos impongan cosas.
Yo estoy abierto a que haya un dialogo real con los sectores que piensan que ese monumento debe ser patrimonio nacional y con los que piensan lo contrario. Por eso le he dicho al Gobierno Nacional que aquí debe haber ese dialogo amplio, porque es algo que los caleños debemos decidir, no algo que se deba imponer desde Bogotá.