Con diferentes actividades para los caleños y los cientos de turistas, especialmente de Europa, que visitan este emblemático lugar, y como es costumbre, no querían dejar pasar esta fecha sin compartir con la gente la alegría que los caracteriza.
La salsa y la industria detrás de ella sin duda, se ha convertido en un atractivo que ha posicionado este barrio en la mente de los conocedores y expertos de este género musical, quienes llegan de diferentes partes del mundo a conocer la historia de la salsa caleña.
“Estamos muy emocionados de celebrar juntos 104 años de historia, en los cuales hemos sido testigos de la presencia de reconocidos cantantes de salsa, tanto colombianos como extranjeros, recorriendo sus hermosas calles. Es un orgullo vivir en este barrio lleno de tradición, donde trabajamos cada día para fortalecer el turismo”, destacó Claudia Sáenz, quien fue la presidenta de la Junta de Acción Comunal-JAC del Obrero.
La JAC del barrio, en colaboración con la Secretaría de Turismo, preparó un festejo repleto de actividades culturales. Se llevó a cabo un recorrido experiencial en el marco de la ruta cultural y turística de la salsa, donde los asistentes pudieron disfrutar de un maravilloso show de tango y apreciar a bailarines de vieja guardia. Además, hubo degustaciones de productos tradicionales, una interesante exposición sobre la historia de la melomanía y un entretenido taller de percusión.
El parque Eloy Alfaro fue el escenario principal de las presentaciones, con artistas invitados que deleitaron al público presente. Además, la comunidad organizó una exhibición fotográfica inspirada en los hitos históricos del Obrero, una muestra del cariño que sus habitantes sienten por este emblemático barrio que vio nacer a grandes personalidades, como el escritor Umberto Valverde, el futbolista del América de Cali y la Selección Colombia, Alex Escobar, y talentosos bailarines de salsa, como Édgar Fajardo y Carlos Valencia.
“El Obrero es un espacio cultural asociado a la tradición musical y dancística de la salsa caleña, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación. Estas acciones nos permiten seguir trabajando por la transformación del barrio, impulsando su oferta turística y fomentando el desarrollo económico y social del territorio, consolidando productos de interés internacional que se alinean al modelo de Destino Turístico Inteligente”, aseguró Stefania Doglioni Vélez, secretaria de Turismo de Cali.
Fragmento de la Crónica del Obrero en su cumpleaños
Alex Escobar, aquel legendario jugador del América, el técnico Diego Umaña le decía en broma: “vos no parecés del barrio Obrero”. Alex no sabe bailar.
– A mí me gusta la salsa e incluso compré mucha música, pasta americana, y el entorno del barrio era salsa, boleros, tangos, pero no aprendí a bailar. Tal vez eso pasó porque como la ilusión mía fue jugar fútbol, ser jugador profesional, mi gallada me decía: vamos pa’ el ‘aguaelulo’, la fiesta de cuota que uno pagaba en una casa para bailar los domingos, y yo decía no, mañana tengo que madrugar a entrenar. Prioricé mi carrera a lo que me ofrecía el barrio.
Alex es el último gran símbolo del Obrero, barrio que este 20 de junio cumple 100 años. Se fundó mediante el Acuerdo Municipal No 31 del 20 de junio de 1919, y sus primeros habitantes fueron trabajadores del ferrocarril, artesanos, zapateros, obreros. Con la implementación por parte del Concejo de la zona de tolerancia llegaron las prostitutas. Gracias al ferrocarril y a la zona de tolerancia, el Obrero llegó a ser el corazón de Cali.
De sus calles surgieron desde grandes bailarines como Édgar Fajardo, el ‘Cachafaz’, o Carlos Valencia, escritores como Umberto Valverde y Jotamario Arbeláez, uno de los más importantes productores musicales y coleccionistas de salsa del país, Humberto Corredor, jugadores de fútbol como ‘Shinola’ Aragón y Hernán Escobar, el padre de Alex.
Del Obrero también salían los mejores ladrones, y en sus bares y casas de citas se moldeó la identidad musical y el baile de Cali, aunque Alex Escobar insiste que en su caso, no recibió lo más mínimo de aquella herencia como para ponerla en práctica en las pistas de las discotecas.
Gracias a que sus abuelas eran parteras, “y no creían en los hospitales”, Alex nació literalmente en el Obrero. Sucedió el 8 de febrero de 1965, en la Carrera 11 B No. 24 – 02. La casa aún existe. Todavía algunas tías y familiares de Alex Escobar viven allí. Por algo en el barrio les decían “los bastantes”.
Se dice que en el parque del Obrero comenzó la fundación del América, ‘la pasión de un pueblo’, en 1927. Cuando Alex Escobar debutó en el equipo como profesional a principios de los años 80, el comentarista deportivo Mario Alfonso Escobar lo empezó a nombrar en la radio como “el pibe del barrio Obrero”. No solo porque era menudito, sino también porque, junto a Anthony ‘el pipa’ de Ávila, era el más joven del equipo.
Desde entonces en el barrio no han vuelto a surgir grandes futbolistas. Alex cree que eso se debe a ciertas tradiciones que han cambiado.
– La gente sigue yendo a bailar, siguen las tertulias, las esquinas donde se habla de fútbol, pero ha cambiado la generación. La juventud ya no juega en las calles, sino que hace otras cosas…
Para el centenario del barrio, los historiadores Apolinar Ruiz López y Hansel Mera Vivas publicaron un libro con la historia del barrio entre 1916 y 1940.
En el parque también hay jubilados y vecinos viendo pasar las horas mientras conversan o toman mazamorra, y a lo lejos, desde algunos estancos sobre la Carrera 10, se escuchan rancheras.
Al transitar por las calles interiores se observan casas convertidas en fábricas de plástico, almacenes de repuestos para carro, de colchones, talleres de motos. Del barrio familiar que algún día fue queda poco. De la rumba permanecen algunas viviendas y locales que podrían ser llamados ‘templos’ que conservan la memoria, defienden lo que queda de la identidad del Obrero: La Matraca, el Chorrito Antillano, La Nelly Teka, el Museo de la Salsa del fotógrafo de orquestas y coleccionista, Carlos Molina.
Crónica de Santiago Cruz