El bruxismo consiste en apretar o rechinar los dientes de manera involuntaria y continua, que se puede producir durante el día o la noche. Esta parafunción está asociada con la ansiedad, maloclusiones (alineamiento anormal de los dientes), el exceso de nerviosismo, las preocupaciones y el estrés, por lo que esta afección se cataloga como perjudicial para los dientes.
Sin embargo, de acuerdo con estudios de una escuela japonesa, en muchos casos el hábito del bruxismo no es una función anormal como es considerada, sino que puede ser beneficiosa para el control del estrés.
Así se registra en el artículo titulado ‘Órgano masticatorio y medicina de la oclusión, ¿es normal bruxar?’, escrito por el odontólogo, ortodoncista y especialista en la medicina de la oclusión del Colegio Odontológico y la Universidad del Valle, Juan Alberto Arango, documento basado en los estudios del ortodoncista y profesor japonés Sadao Sato, sobre la medicina de la oclusión del 2001.
“Es saludable porque al apretar se libera endorfinas y estas van ayudando a que se elimine el estrés, sin que cause daño en ningún otro sistema del organismo como el digestivo, el cardiovascular y el endocrino. Generalmente, estos sistemas son los que se afectan cuando la persona está estresada. Al no liberar ese estado produce ácidos estomacales, úlceras, entre otras patologías. Por lo que se ha comprobado que al bruxar se contrarrestan estos efectos dañinos”, señaló el odontólogo Arango.
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Agregó que lo que afecta los dientes cuando el paciente tiene bruxismo es la incorrecta alineación de los mismos, por lo que provoca dolor, que se aflojen o pueden llegar a pulverizarse o desmoronarse, destruir el hueso que soporta el diente y causar problemas de articulación entre el hueso temporal y la mandíbula.
“Es por ello que la medicina de la oclusión se enfoca en ubicar los dientes de tal forma que se tenga una buena mordida, ya que los que se ubican adelante tienen que tener buena posición para que no ocurra un desgaste. A eso le llamamos guía canina, en donde los colmillos al hacer los movimientos de apretamiento deben recibir la fuerza y al recibirla, separan las muelas de atrás para que no se desgasten”, explicó el profesional.
Otro dato interesante, añade, es que cuando hay contacto colmillo con colmillo, cuando comienza a hacer el apretamiento, todo el sistema manda una orden al sistema nervioso central. Esto hace que la actividad eléctrica de los músculos que aprietan la mandíbula, disminuyan la tensión casi que a cero, por eso es importante ese contacto en los colmillos”, señaló.
¿Cómo detectar el bruxismo?
La rehabilitadora oral de la Universidad de Medellín, Jimena Arango, también autora del artículo, comentó que los signos del bruxismo se manifiestan con dolor mandibular, de cabeza o de oído. “Cuando hay bruxismo nocturno, que por lo general el paciente no lo detecta, solo cuando su pareja o algún familiar lo escucha, al levantarse siente cansancio muscular. Durante el día el paciente puede ser un poco más consciente porque puede llegar a percibir el apretamiento”, explicó la odontóloga.
También agregó que “el bruxismo genera un problema que se conoce como abfracción, que es una fractura del esmalte que se genera a consecuencia de ese apretamiento en los dientes o por la mala posición, lo que hace que se presenten deformaciones en los dientes, ahí entonces el paciente requiere de una intervención odontológica”, resaltó Arango.
Tratamiento del bruxismo
La odontóloga Jimena Arango señaló que para evitar los signos que se producen por el bruxismo por la mala posición de la dentadura es fundamental que el paciente se realice una ortodoncia.
“Esta no puede verse como solo algo estético, eso es algo adicional. Lo que se busca con la ortodoncia es una adecuada función, si los dientes funcionan bien, entre ellos se protegen. Además, si tiene una buena mordida, esto ayuda precisamente en el tema de la liberación del estrés, sin que haya daños graves en los dientes”, manifestó.
Por otro lado, el odontólogo estético Juan Manuel Santacruz, del Colegio Odontológico, explicó que para su control clínico se usan las placas neuromiorelajantes para prevenir el desgaste dental o los trastornos de disfunción de la articulación mandibular.
“Esto ayuda a mejorar un poco el problema, sin embargo, si los pacientes dejan de usarlas puede regresar este hábito. A pesar que hay varias alternativas para manejarlo, no hay un tratamiento definitivo”, expresó el profesional.
También manifestó que el paciente debe de realizarse terapias con paños fríos con hielo o tibios para el dolor mandibular y para relajar los músculos de la masticación. Además, el paciente debe acudir a tratamientos psicológicos para determinar qué ocasiona el estrés y la tensión que genera este hábito. “Usar una buena almohada para que el paciente tenga un buen sueño ayuda para el control del bruxismo y cuando este es crónico se llega a tratar con analgésicos”, precisó Santacruz.
Recomendaciones
Estos son algunos consejos que debe tener en cuenta el paciente que presenta el hábito del bruxismo, según el odontólogo y ortodoncista Juan Alberto Arango:
1. Realizar ejercicio físico para disminuir el estrés y el dolor.
2. Practicar la respiración diafragmática o respiración profunda con el abdomen, de manera regular, especialmente antes de dormir para favorecer la relajación.
3. Evitar hábitos como morderse las uñas, morder tapas de lapicero, entre otros elementos, y mascar chicle, por lo que esto estimula y estresa la musculatura de la masticación.
4. Se puede relajar la mandíbula cuando el paciente es consciente de que la está apretando, colocando la punta de la lengua en el paladar detrás de los dientes.
5. En el caso del bruxismo diurno, existen ejercicios recomendados por fisioterapeutas que pueden contrarrestar este hábito.